31 enero 2011
Botellones protesta contra las nuevas restricciones al alcohol del gobierno de Erdogan (EFE - ADN)
La película turca antiisraelí "El Valle de los Lobos: Palestina" levanta la polémica en Europa (EFE - ABC.es)
‘El Valle de los Lobos: Palestina’ narra las aventuras de un comando turco dirigido por el agente Polat Alemdar, empeñado en asesinar al comandante israelí Moshe Ben Eliezer, un personaje de ficción que, en el filme, se encarga de dirigir el asalto a la Flota de la Libertad. Este incidente, que desencadena la acción de la cinta, ocurrió realmente el pasado 31 de mayo y culminó con la muerte de 8 ciudadanos de Turquía y un estadounidense de origen turco, provocando un enfriamiento sin precedentes en las relaciones entre dos estados aliados de Washington.
El pasado domingo, las autoridades israelíes hicieron pública la investigación sobre el suceso, en la que justifica la actuación de los soldados. De ahí que, aunque el equipo de dirección lo niegue, “El Valle de los Lobos: Palestina” actúa como venganza fílmica para la población turca.
En la película, los agentes turcos no tardan ni cinco minutos de metraje en liarse a palos con los israelíes. En un control militar, un soldado israelí impide el paso a Polat Alemdar y los suyos inquiriéndoles sobre el objetivo de su visita a Israel. “Yo no he venido a Israel, he venido a Palestina”, contesta el ‘007 turco’ y entonces comienzan los disparos, anunciando la tónica general de la película: unos tres centenares de muertos entre palestinos e israelíes hilados por un guión simplista y una pobre actuación, pero con una dirección visual atractiva y buenos efectos especiales.
No se trata de la primera ocasión en que la productora PanaFilm copia el estilo de las cintas de acción de Hollywood dándole una vuelta de tuerca ideológica ya que en 2006 ‘El Valle de los Lobos: Irak’ ya sembró polémica al caracterizar a las fuerzas de ocupación estadounidenses en Irak como los malos de la película.
Esta vez les ha tocado a los israelíes, liderados por Ben Eliezer, una verdadera encarnación del mal que es capaz de ordenar a sangre fría que una excavadora aplaste bajo los escombros a un niño inválido. Otras escenas del filme tienen un contenido aún más político, como en la que uno de los personajes israelíes compra armas químicas y al preguntar si están prohibidas por Naciones Unidas, otro le responde: “¿Desde cuándo cumplimos las normas de la ONU?”.
En declaraciones a la agencia Anadolu, el embajador israelí en Turquía, Gaby Levy, califica la película de “difamatoria” alegando que contiene “ciertos enfoques antisemitas”. “No hay antisemitismo en esta película”, se defiende Necati Sasmaz, el actor que encarna a Polat Alemdar, alegando que se trata de un filme de acción que sólo pretende “reflejar el sufrimiento de los palestinos”.
Uno de los puntos más delicados de la polémica es que su estreno en Alemania tuviese lugar el pasado jueves, coincidiendo con el Día Internacional del Holocausto, lo que llevó al Ente de Autorregulación Cinematográfica (FSC) a prohibirla. “La cuestión es que en Alemania las películas se estrenan los jueves, no tiene nada que ver con el Holocausto”, alegan desde PanaFilm. El equipo de la película denunció verse sometido a “censura” y el conflicto fue finalmente resuelto cuando las autoridades alemanas permitieron su pase en cines aunque sólo para una audiencia mayor de 18 años, mientras que en Turquía el límite es de 13 años. “Yo entiendo la sensibilidad de los alemanes respecto a Israel, pero ¿no tienen ellos sensibilidad por los palestinos?”, se pregunta Bahadir Özdener, uno de los guionistas de la película.
“Lo que ocurre es que prefieren ver a los musulmanes como terroristas y no produciendo y dirigiendo películas”, añade en declaraciones a EFE. Aún así, el único personaje judío positivo de la cinta es Simone, una judía americana que, tras convivir con los palestinos, termina acusando a los israelíes de ser tan crueles como los nazis que mataron a su abuelo.
Lo cierto es que la polémica está ayudando a su distribución: ya se ha estrenado en Alemania, Bélgica, Suiza, Austria, Holanda e Inglaterra y en febrero lo hará en todo Oriente Medio, mientras que la productora aún negocia con España, informaron a EFE fuentes de PanaFilm. En Turquía se estrenó el viernes en la mayoría de salas del país, llegando a disponer de hasta 18 pases diarios en unos multicines del centro de Estambul. “Probablemente esto no ayude a reparar las relaciones turco-israelíes, pero no podemos impedir a una compañía que produzca sus películas libremente”, asegura un alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía.
27 enero 2011
Turquía y Grecia divididas por el muro antiinmigrantes
Cuando Yilmaz acude a trabajar sus campos, intercambia un respetuoso saludo con su vecino de labrantía. Lo peculiar de la situación radica en que el huerto de Yimaz, situado en la provincia de Edirne (noroeste de Turquía), linda con el territorio de Grecia y su vecino es ciudadano de otro país. Sólo unos carteles militares en turco y sus correspondientes en griego indican que la planicie deja de ser un estado para convertirse en otro, que además forma parte de la Unión Europea.
Sin embargo, la ronda de saludos podría interrumpirse si Grecia continúa con su iniciativa de construir una verja similar a la que separa Ceuta de Marruecos o Estados Unidos de México. Grecia y Turquía comparten una frontera terrestre de 206 kilómetros, la mayor parte de la cual queda delimitada por el río Evros, pero existen 12,5 kms al descubierto, que el gobierno de Atenas pretende vallar con una alambrada de tres metros de altura protegida con cámaras térmicas y sensores de movimiento.
LEER EL REPORTAJE COMPLETO (CON FOTOS Y VÍDEO) EN EL PERIÓDICO
Tirar huevos a la policía es un derecho democrático en Turquía
24 enero 2011
La frontera más porosa de Europa (El Periódico)
Las negociaciones con Irán: una vez más sin resultados
Ayer ya se evidenciaron las fuertes diferencias entre las partes, explicaron a Efe fuentes diplomáticas, debido a que Irán puso como condiciones que se levantasen las sanciones internacionales y se respetase su derecho a enriquecer uranio, algo que Estados Unidos consideró "inaceptable". Las conversaciones se prolongaron hasta la medianoche de ayer y continuaron en la mañana de hoy, lo que indicaba una relativa mejoría en el ambiente negociador que, sin embargo, no fue suficiente para la consecución de un acuerdo.
La responsable de Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea, Catherine Ashton, calificó los contactos mantenidos desde ayer como "constructivos", aunque no ocultó que estaba "decepcionada" por la falta de avances. Ashton destacó que el grupo 5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania) presentó propuestas concretas, pero lamentó que los iraníes no estén "preparados para llegar a un acuerdo", a no ser que se acepten sus condiciones, "lo que no es el caso".
Entre estas propuestas presentadas a la delegación iraní destaca un acuerdo para intercambiar combustible nuclear en términos parecidos al que se presentó en octubre de 2009, aunque revisados de acuerdo a la actual situación. La idea del intercambio, lanzada por el ex director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Mohamed El Baradei, preveía el envío de uranio iraní al exterior a cambio de recibir combustible para el reactor científico de Teherán, que produce isótopos con fines médicos. La propuesta fue finalmente rechaza por Irán debido a desavenencias internas del régimen. Con todo, este reactor de Teherán está desvinculado de la parte más polémica del programa nuclear iraní, pero el intercambio podría servir para crear un clima de confianza mutua con el fin de poder avanzar en la solución dialogada del contencioso.
Precisamente, el "diálogo" fue lo que centró la comparecencia ante los medios del jefe negociador iraní, Said Jalili. El representante iraní dijo que, a fin de conseguir un "buen diálogo", las potencias mundiales deberían "evitar precondiciones y sanciones", en referencia a las medidas de presión aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, además de por otras potencias occidentales, con EEUU a la cabeza.
Ashton, por su parte, aseguró que el grupo de las seis potencias permanecerá unido en la búsqueda de una solución, en base a las resoluciones del Consejo de Seguridad y del OIEA. Éstos exigen de Irán desde hace cinco años que suspenda las partes más delicadas de su programa nuclear para crear confianza y poder determinar si sus intenciones no son militares.
Jalili subrayó por activa y por pasiva la naturaleza "pacífica" del programa nuclear de su país y recordó que el Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP) garantiza a todos los países firmantes el derecho a enriquecer uranio para su uso civil. "La energía nuclear es una necesidad para las personas", afirmó el negociador, quien también es secretario general del poderoso Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán. Asimismo, pidió un "mayor equilibrio" dentro del TNP y que las naciones que actualmente poseen armas atómicas se comprometan a desarmarse, tal como lo prevé ese tratado. También cargó contra la ONU, alegando que no se deberían imponer sanciones a Irán si tampoco se le imponen a Israel, país que es sospechoso de haber desarrollado entre 60 y 200 cabezas nucleares.
Tras el nuevo fracaso en Estambul, no hay previstas nuevas rondas de contactos, reconoció Ashton al final de la reunión, aunque destacó que la comunidad internacional seguirá buscando una solución pacífica al contencioso nuclear con Irán. "Las líneas telefónicas permanecerán abiertas, las puertas están abiertas y esperamos una respuesta de Irán", aseveró.
18 enero 2011
El líder de la oposición acusa a Erdogan de llevar a Turquía al "fascismo" (EFE - El Universal)
En las últimas semanas las críticas contra el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, han arreciado, incluso entre la prensa afín a su gobierno debido al endurecimiento del acceso al alcohol y por sus críticas a una serie de televisión que muestra al sultán otomano Suleimán El Magnífico rodeado de concubinas de su harén y tomando alguna copa de más.
Dogan Tiliç
13 enero 2011
Chipre: el conflicto se enquista en la UE (La brújula)
10 enero 2011
'Huevolución' en Turquía (El Periódico)
Estos días, el huevo se ha convertido en debate de Estado en Turquía y no precisamente en el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales. Los programas de televisión, los diarios y los políticos no dejan de hablar de huevos. ¿Por qué?
Un fantasma de movilizaciones recorre las universidades europeas, de Londres a Roma, de París a Atenas. Los turcos no podían ser menos: protestan contra el seguimiento policial a los estudiantes (el Gobierno planea establecer enlaces policiales en los rectorados), la subida de tasas, la privatización de los comedores, los precios que alcanza la vida (la gasolina en Turquía casi ha llegado a los dos euros) y las políticas del Gobierno conservador de Recep Tayyip Erdogan.
Pero la gota que colmó el vaso fue la forma en que se reprimió una manifestación crítica con el primer ministro el pasado 5 de diciembre en Estambul. La policía no tuvo piedad, aporreó a todo estudiante que se encontró por delante y lanzó su habitual gas lacrimógeno, mucho más potente que el que se usa dentro de la Unión Europea (UE). A causa de los golpes, un joven acabó con el tabique nasal roto y una estudiante, embarazada de cinco meses, sufrió un aborto.
Los estudiantes no tardaron en vengarse. Tres días más tarde, Burhan Kuzu, parlamentario del partido de Erdogan, participaba en una conferencia en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Ankara junto a un representante de la oposición. Ambos fueron abucheados pero la peor parte se la llevó el diputado oficialista. En cuanto penetró en la sala, los estudiantes levantaron una pancarta en la que se leía Bienvenido al festival colectivo del huevo y de inmediato comenzó la lluvia de yemas y claras.
Aunque este año los ataques con huevos se han multiplicado, este incidente fue el más sonado: hasta 70 huevos cayeron sobre Kuzu, mientras sus guardaespaldas lo intentaban proteger con un escudo de paraguas como si se tratase de las legiones romanas de Asterix y Obélix.
«¡Descerebrados!», les respondió el diputado. «Si se hubiesen comido esos huevos en lugar de lanzármelos, hubiese sido mejor para sus cerebros», añadió. Al día siguiente, la Fiscalía decidió abrir una investigación contra lo que el diario progubernamental Yeni Safak calificaba de «Huevo-fascismo».
La costumbre española que más estupor causa en Turquía es la Tomatina de Buñol, que cada año retransmiten los canales turcos. Los turcos no pueden creer que nos lancemos comida solo por diversión. Así que por ahí atacaron los políticos: «Si sois tan pobres como decís -recriminó Erdogan-, ¿por qué gastáis el dinero en huevos para luego tirarlos?». Además dejó constancia de que muchos de los huevos lanzados eran de dos yemas, los más caros. «Mejor hubieseis hecho una tortilla».
Mucho más diplomático, el negociador del Gobierno turco con la UE, Egemen Bagis, quien ya recibió un huevazo en una ocasión, invitó a los estudiantes a preparar juntos el plato típico de los desayunos de los domingos, huevos con sucuk (un tipo de chorizo de vaca). «Yo pongo el sucuk», prometió.
«Estos estudiantes se parecen a la generación [turca] de 1968, pero no disponen de kalashnikov ni cócteles molotov, solo de huevos», comparaba un comentarista de la cadena NTV.
Los tertulianos favorables a Erdogan han instado a los sesentayochistas a que convenzan a la generación actual de estudiantes izquierdistas para que no lancen más huevos. Pero, a pesar de las críticas, lo cierto es que los nuevos métodos de protesta, sean zapatazos o huevazos, despiertan más simpatía que ira.
Nadie sabe cuáles serán sus consecuencias. Podría ocurrir como cuando el periodista iraquí Muntazer al Zaidi lanzó su zapato contra el entonces presidente de EEUU, George Bush, y una empresa turca se hartó de vender pares tras asegurar que eran de la misma marca.
Las hueverías deben estar frotándose las manos, aunque ahora el Gobierno discute si a los huevos se les debería prohibir el acceso a la universidad, como durante años se ha hecho con las estudiantes veladas. ¿Surrealista? Como dicen los turcos: «Burasi Türkiye» (Esto es Turquía).