Viagra y alta sociedad

Puja por la viagra del sultán Selim III CRONICA DESDE ESTAMBUL // ANDRÉS MOURENZA A falta de una aristocracia dinástica --nunca existió en el Imperio otomano y menos en la República-- las grandes familias de la burguesía turca se reparten los restos del glorioso pasado otomano, por piezas, en las subastas. Aunque algunos apellidos, estampados en las sillas reservadas para estas ocasiones, son heredados de las grandes familias de visires de los últimos siglos del imperio, la mayor parte de la clase alta son familias enriquecidas durante el periodo republicano. Es la burguesía turca, tan occidental ella que se podría intercambiar sin problemas por la de cualquier país europeo.

Con la pompa habitual de estos actos, el olor a incienso de las obras de arte, las alfombras, los rostros tersos de liftings y los dorados --en los pendientes, los marcos de las pinturas, las sillas y hasta el tinte del cabello de las señoras--, las subastas del Swissotel, donde se junta la alta sociedad estambulí, quedan cientos de metros por encima del nivel de interés del común de los turcos. Sin embargo, la subasta del domingo 18 de febrero sí que atrajo cierta fascinación de medios de comunicación y curiosos: se ponía a la venta la viagra del sultán Selim III, enérgico y renovador dirigente otomano de finales del siglo XVIII.

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