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Turquía exhibe vigor militar en pleno conflicto con el Kurdistán* (El Periódico)
ANDRÉS MOURENZA
ESTAMBUL
"Los mártires (en referencia a los soldados fallecidos) no mueren, la patria no se divide", fue el grito más escuchado en los numerosos actos organizados ayer con motivo del Día de la República. Cientos de miles de personas participaron en las manifestaciones del día nacional turco más concurrido de los últimos años, en medio de un auge nacionalista sin parangón. Turquía hizo además gala de su poderío militar en los desfiles conmemorativos: tanques, aviones y soldados ocuparon las principales ciudades.
Resulta imposible encontrar una sola calle en Estambul y en otras grandes ciudades del país que no luzca decenas de banderas turcas: pegadas con cinta adhesiva en el capó de los coches, colgadas del tendedero o cubriendo completamente las fachadas de los edificios de oficinas. Los fabricantes aseguran que en las últimas semanas han vendido más de 15 millones de banderas, un negocio redondo, pero también el síntoma de que gran parte de los ciudadanos de Turquía se muestran favorables a la intervención militar en Irak para acabar con las actividades armadas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
ESTADO DE TEMOR
"No hay duda de que el Estado turco está amenazado por enemigos internos y externos", se leía ayer en el editorial del diario kemalista (republicano y laico) Cumhuriyet. Este estado de temor, patrocinado por la oposición y los militares, se ha instalado en la sociedad y los turcos se aferran al nacionalismo. Y los medios de comunicación tienen también buena culpa de ello. El defensor del lector del diario Sabah, Yavuz Baydar, así lo aseguró, criticando que los periodistas "se han convertido en políticos, dejando de lado su tarea de informar".
Por eso, no solo la fanfarria militar fue la nota de la fiesta nacional. Miles de personas se sumaron a los actos y 427.000 turcos visitaron el mausoleo de Mustafá Kemal Atatürk, el hombre que hace 84 años proclamó la República tras liderar la guerra de la independencia.
Mientras, los combates esporádicos entre el Ejército turco y el PKK continuaron en varios puntos de Turquía. Los 150.000 soldados turcos se concentran en su mayoría en las dos provincias del extremo sudoriental de Turquía, Sirnak y Hakkari.
GRUPO ACORRALADO
En Sirnak se reanudaron ayer los enfrentamientos, tras una semana de calma y, según los testigos, hubo bombardeos y disparos en la montaña de Cudi. Al final del día se informó de la muerte de dos soldados turcos. En Hakkari, la operación militar intentó cerrar el paso a un grupo de 150 militantes del PKK, sorprendido en la noche del sábado por el Ejército cuando intentaba a escapar a Irak a través de las montañas. En la provincia de Gaziantep, las tropas turcas repelieron a militantes del PKK que intentaron penetrar por la frontera siria, sembrada de minas.
*El títular no es mío.
Turquía ha comenzado a poner en marcha una serie de sanciones económicas contra el norte de Irak, recomendadas por el Consejo de Seguridad Nacional, para luchar contra el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que tiene sus bases allí, informaron hoy los medios locales.
EFE En una entrevista publicada hoy en el diario económico 'Referans', el presidente del Consejo de Relaciones Económicas entre Turquía e Irak, Ercüment Aksoy, aseguró que las sanciones contra Irak ya se han puesto en marcha.
Aksoy afirmó que los vuelos entre Turquía y Erbil, capital de la Región Autónoma del Kurdistán Iraquí, han sido cancelados.
En la última reunión del Consejo (formado por el Gabinete ministerial, el presidente de la República y los altos mandos militares), el pasado 24 de octubre, se decidió recomendar la imposición de restricciones económicas al norte de Irak en castigo por su permisividad respecto al PKK.
Turquía es el principal socio comercial de esta zona y el volumen de negocio de las aproximadamente 1.200 empresas turcas en el norte de Irak alcanzó en 2006 unos 5.000 millones de dólares y 1.250 millones en el primer semestre de 2007.
Entre las medidas exigidas por el Consejo de Seguridad se contempla la repatriación de las empresas turcas y el cierre del único paso fronterizo entre Turquía e Irak, el paso de Habur, que cada día atraviesan 2.500 camiones.
Cada camión que pasa de Turquía al norte de Irak debe pagar unos 400 dólares a la administración autónoma kurda, lo que le aporta ingresos de unos 300 millones de dólares al año.
Según el diario 'Cumhuriyet', el Gobierno ha ordenado que se limpie de minas y prepare para su apertura en un plazo de 30 días el paso fronterizo sirio-turco de Akçakale, en la provincia de Sanliurfa.
Este paso serviría de alternativa al de Habur, ya que los camiones con mercancías destinadas a Irak llegaría al país árabe ocupado a través de Siria y evitaría así la región kurda del norte de Irak.
EEUU, que abastece de una cuarta parte de las necesidades logísticas a sus tropas en Irak a través de Habur, se opone a esta medida por sus malas relaciones con Siria, señaló el diario turco.
"Tenemos que jugar este juego de forma inteligente. Hay que explicar muy bien al pueblo iraquí que el objetivo de nuestra operación en Irak será sólo el PKK y que no iremos contra la población", dijo Aksoy.
También pidió que no se interrumpa el suministro eléctrico que Turquía vende a precios económicos al norte de Irak, otra de las medidas recomendadas por el Consejo de Seguridad.
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