Turquía e Irán han lanzado desde el pasado miércoles varias operaciones conjuntas contra las posiciones del PKK y del PEJAK en el norte de Irak. Se trata de dos organizaciones armadas que reivindican la independencia del llamado Kurdistán turco y del iraní, respectivamente.
A pesar de que el gobierno turco dirigido por Recep Tayyip Erdogan, se había mostrado dialogante respecto al tema kurdo, el incrementeo de la violencia por parte del PKK desde la pasada primaver le han llevado a declarar la ofensiva a las posiciones de los milicianos del PKK en el norte de Irak.
La opinión pública turca estaba ciertamente soliviantada por la pasividad del gobierno estadounidense que ha respetado los santuarios del PKK mientras apoyaba la invasión de Líbano o bombardeaba a Al-Zarqawi en Irak. Sin embargo, la necesidad del alíado turco en Líbano han volcado otra vez la balanza hacia Ankara y el mes pasado George W. Bush y Condoleeza Rice prometieron mano dura hacia los separatistas kurdos.
Las gestiones diplomáticas a tres bandas entre Turquía, Irak y EEUU parecen haber dado sus frutos pues el gobierno de Bagdad ha comenzado a cerrar, una tras otra, las oficinas que el PKK había abierto a lo largo y ancho del país árabe.
Desde mediados de la pasada semana, aviones F-16 de la Fuerza Aérea turca han bombardeado posiciones del PKK en las localidades de Kanimasi y Snaht. E Irán ha hecho lo propio en su frontera con Irak. Resta saber cómo manejará esta situación Washington pues se juega mucho entre sus alíados kurdos y turcos. Y resta también saber qué pensará de la intromisión iraní de última hora.
Supuestos atentados del PKK en Turquía
En los últimos tres días se han producido en Turquía una serie de atentados sin reivindicar que han dejado tres muertos y decenas de heridos, muchos de ellos turistas. Estambul y las localidades turísticas de Antalya, Marmaris y Adana han sido las castigadas con las acciones terroristas. Según la cadena televisiva turca NTV y el diario Hürriyet se sospecha que puedan haber sido cometidos por el PKK o por una organización afín.
Según el diario Turkish Daily News, el encarcelado líder del PKK, Abdullah Öcalan, manifestó desde la prisión su deseo de que la organización declare un alto el fuego si hay un intento "sincero" de acercamiento por parte de Ankara.
Por otra parte ocho milicianos del PKK se rindieron al ejército turco en el sudeste del país y declararon que hay muchos más miembros dispuestos a abandonar la lucha armada, informa Hürriyet.
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