31 marzo 2011

Clamor en Turquía contra intento de censurar un libro antes de ser publicado

La deriva que ha tomado en los últimos meses la investigación sobre el caso Ergenekon es, cuanto menos, inquietante. Especialmente en lo que se refiere a la detención de periodistas.

En un hecho sin precedentes en toda la historia de la República de Turquía, el fiscal que lleva la investigación sobre la supuesta red golpista Ergenekon ordenó el pasado día 24 que la policía registrase la editorial que tenía intención de publicar el libro 'Imam Ordusu' (El ejército del imán) y la redacción del diario liberal 'Radikal' en busca de los borradores de la obra. Tras horas de registro, la policía borró los archivos digitales del libro que encontró en los ordenadores de ambos lugares.

El libro ha sido escrito por el periodista Ahmet Sik, quien fue detenido junto a otros informadores a principios de este mes en relación al caso Ergenekon, en una detención que levantó fuertes críticas de los sindicatos de prensa, la Unión Europea y Estados Unidos. Según han explicado los medios turcos, 'Imam Ordusu' investiga la infiltración en la policía de miembros de la cofradía religiosa de Fethullah Gülen, un imán turco exiliado en EEUU y cercano al gobierno islamista moderado de Recep Tayyip Erdogan.

Una gran parte de los columnistas turcos han denunciado lo que consideran una "ilegalidad" por parte de la Fiscalía ya que, según arguyen, no es posible censurar un libro que aún no ha sido publicado. Derya Sazak, defensor del lector del diario 'Milliyet', denunció en la cadena NTV que se trata de algo "típico de la Edad Media" y que "habría que remontarse cien años atrás para encontrar un caso semejante". De hecho, el columnista de 'Radikal' Altan Öymen afirmó en su columna que estos hechos recuerdan al reinado del sultán Abdülhamid II (1876-1909), conocido por su afán censor.

El fiscal de la investigación sobre Ergenekón, Zekeriya Öz, a quien muchos acusan de ser cercano a los postulados de Erdogan y miembro de la cofradía de Gülen, no ha querido hacer públicos los cargos que pesan sobre Sik basándose en el secreto de sumario. Este hecho ha sido criticado incluso por el ministro de Estado Hayati Yazici quien alegó que "nadie puede ser detenido por escribir un libro" y que deben hacerse públicos los motivos de la detención de los periodistas.

Según el Sindicato de Periodistas de Turquía, actualmente 68 periodistas se encuentran en prisión por labores relacionadas con su labor. La mayoría se encuentran en espera de juicio -algunos desde hace varios años- bajo cargos de apología del grupo armado kurdo PKK y, 15 de ellos, por presunta pertenencia a Ergenekon.

Ayer, el fiscal Öz, a quien se han otorgado poderes especiales para llevar el caso Ergenekon, fue ascendido a subjefe de la Fiscalía de Estambul, lo que supondrá un cambio en la dirección del proceso, añadiendo aún más incertidumbre a una investigación que se prolonga desde 2007.

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