30 octubre 2006

Premio Guinness a las cejas de un turco

En Turquía, los habitantes de Kars (noreste) son famosos por tener las cejas gruesas y pobladas. Pero a esta zona cercana al Caúcaso y que el escritor Orhan Pamuk describió en su novela Nieve, le ha salido un feroz competidor en plena Capadocia. Mehmet Ali Altuntas, vecino de Nevsehir de 55 años, entrará en el Libro Guinnes de los Récords gracias a sus tremendas cejas, informó el diario turco Radikal. "En medio de la frente de Mehmet Ali Altintas [...] se juntan estas cejas de 18 centímetros de largo y 2'5 de espesor a las que apenas puede dar forma con la ayuda de un peine".

25 octubre 2006

La ciudad de los festivales de cine

Iª Parte del reportaje "Estambul es puro cine", sobre el Festival Internacional de Cine de Estambul. Para ver la IIª Parte pincha aquí.
Octubre en Estambul es un mes lluvioso, como en otras partes del Mediterráneo. Marca el comienzo del verdadero frío que se apoderará de Turquía a partir de los meses siguientes. Afortunadamente, durante el Seker Bayrami (La Fiesta del Azúcar) nos han acompañado los últimos días de sol. Y afortunadamente también, los festivales de cine de la ciudad ayudan a hacer más llevadero el otoño estambulita.
Apenas terminado el Film Ekimi (Octubre de Película) el pasado día 19 de octubre -con los estreno de Transylvania, El viento que agita la cebada, Algunos días de septiembre o La cueva del perro amarillo, entre otros-, comienza el Uluslararasi Komedi Filmer Festivali (Festival Internacional de Películas de Comedia) desde el 27 de octubre al 2 de noviembre. El programa comenzará con el estreno en Turquía del film Volver, del director español Pedro Almodóvar. Algunas de las películas que se podrán ver son: French for begginers, C.R.A.Z.Y., Schnitzel Paradise o Qui m'aime me suive. El cine español, además de por el film del director manchego, estará representado por Tapas, de Juan Cruz y José Corbacho, y Reinas, de Manuel Gómez Pereira.
En homenaje a los festivales de cine de Estambul, publico en internet el reportaje sobre la XXVª edición del Festival Internacional de Cine de Estambul, celebrado el pasado abril.

17 octubre 2006

Francia tensa la cuerda

La aprobación en la Asamblea Nacional francesa el pasado día 12 de una propuesta de ley que criminaliza la negación del “genocidio armenio” ha tensado las relaciones entre el país galo y Turquía, encendiendo las iras nacionalistas de los turcos con las consecuencias que ello puede acarrear en las negociaciones de adhesión a la UE. La propuesta presentado por el grupo socialista –que aún debe ser ratificada por el Senado y el Presidente de la República- penalizará con hasta un año de cárcel y 45.000 euros de multa a aquellos que públicamente nieguen la existencia del supuesto genocidio cometido por los otomanos durante la Primera Guerra Mundial contra la población civil armenia. El comisario para la Ampliación de la UE, Olli Rehn, ya avisó con antelación del peligro que la aprobación de esta propuesta podría tener para las negociaciones que mantienen la Unión Europea y Turquía. “Nuestro objetivo es solucionar el problema a través de un debate serio -afirmó el político finlandés según recoge el periódico turco The New Anatolian-. Esta proposición podría dañar el diálogo entre Ankara y la UE”. Fuentes diplomáticas confirmaron también a este periodista la preocupación latente entre los cónsules y embajadores de diversos países presentes en una reunión mantenida el diez de octubre para discutir la iniciativa francesa. La asociación francesa Historiadores para la Libertad también se posicionó en contra de la nueva ley, así como el escritor Jean-Michel Thibaux, quien solicitó la nacionalidad turca como acto de protesta. Los rotativos turcos, sin excepción, calificaron la propuesta francesa de “atentado contra la libertad de expresión” y, aunque algunos políticos turcos se han mostrado más comedidos, asociaciones de consumidores, sindicatos y agrupaciones empresariales han llamado al boicot de productos franceses. Se calcula que las empresas francesas podrían perder 10.000 millones de dólares en contratos e inversiones de Turquía y que se paralizarán numerosos proyectos comunes, según el diario económico Referans. “A pesar de que Francia fue un modelo para la joven república turca, perderá todos sus privilegios e influencia”, señaló un alto funcionario del ministerio de Asuntos Exteriores al diario The New Anatolian. Ni siquiera los armenios presentes en Turquía han acogido con satisfacción esta propuesta. Según un reportaje emitido el viernes en el canal privado Star, los ciudadanos de origen armenio que han emigrado a Turquía huyendo de la pobreza de su país piensan que esta ley podría perjudicarles y no están de acuerdo con ella. El doble juego de Paris Desde el comienzo de las negociaciones de adhesión a la UE de Turquía el 3 de octubre del pasado año, Francia se ha distinguido como el mayor oposición a su entrada. Presumiblemente, Paris teme la pérdida de influencia que provocaría la entrada en la UE de un país con mayor número de población y situado en el sur de Europa. En las últimas semanas, la presidencia finlandesa de la UE ha buscado una solución al conflicto que Turquía mantiene con Chipre, país al cual aún no ha abierto sus puertos aéreos y marítimos. El plan finlandés propone la apertura del puerto turcochipriota de Famagusta bajo el auspicio de la ONU -lo que supondría un cierto grado de reconocimiento del gobierno de la República Turca del Norte de Chipre, algo que siempre ha buscado Ankara- a cambio de la apertura de Turquía al comercio con Chipre. Aunque el plan ha sido acogido con cierta tibieza por el gobierno turco, no hay duda que supone un paso adelante en las negociaciones para la resolución del contencioso, más aún, en vista a la presentación el próximo 8 de noviembre del informe de la Comisión Europea sobre el desarrollo de las negociaciones con Turquía. Sin embargo, la presión de los grupos nacionalistas turcos podría hacer saltar la propuesta finlandesa. ¿Y que mejor modo de fortalecer a estos grupos que tocando la fibra nacionalista altamente irritable en lo que respecta a las reivindicaciones armenias?

12 octubre 2006

Orhan Pamuk galardonado con el Premio Nobel de Literatura

La Academia Sueca acaba de fallar el último Premio Nobel de Literatura a favor del novelista turco Orhan Pamuk, "quien en la búsqueda del alma de su ciudad natal ha descubierto nuevos símbolos del choque y la unión de las culturas", según publica la página oficial de la Fundación Nobel. Se trata del primer escritor de nacionalidad turca galardonado con este premio.

09 octubre 2006

‘Genocidio’ como arma arrojadiza

Francia y Turquía discutirán esta semana sendas mociones contra sus respectivos crímenes de guerra
El próximo jueves, día 12 de octubre, el parlamento francés discutirá por segunda vez una proposición de ley para convertir la negación o el cuestionamiento del “genocidio armenio” en un delito castigado hasta con un año de prisión y multas de hasta 45.000 euros. En su primera votación, el pasado mayo, el pleno de los diputados rechazó tal propuesta, que ha sido presentada ahora con ligeras modificaciones. Como si fuera poco para la susceptible alma de los nacionalistas turcos, en Bélgica, seis candidatos de origen turco fueron retirados de las listas electorales por cuestionar la naturaleza de tal genocidio. Durante este fin de semana todo el aparato diplomático de Ankara se ha movilizado para intentar que no prospere la moción francesa. Algo que ha unido a los estamentos políticos del país que hasta ese momento pugnaban en una extenuante pre-campaña para la elección presidencial y las elecciones legislativas del año que viene.

Según publica The New Anatolian, el presidente turco, Ahmet Necdet Sezer, se habría comunicado con su homólogo francés, Jacques Chirac, para pedirle que se retire la propuesta. El ministro de Asuntos Exteriores, Abdullah Gül, advirtió de que su aprobación podría enturbiar las relaciones entre ambos país y de que el acuerdo franco-turco para construir una central nuclear conjunta quedaría paralizado. También el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, reunido con empresas francesas presentes en Turquía, pidió que hiciesen de intermediarias para que se rechace la proposición. Incluso el jefe del Estado Mayor, Yasar Büyükanit, amenazó con revisar las alianzas militares con Francia. Tanto el gobierno, como el presidente y los militares usaron una serie de argumentos comunes para intentar convencer a la parte francesa: “la ley resultaría extremadamente dañina para las relaciones bilaterales; provocaría un aumento de las ideas anti-occidentales y nacionalistas entre el público turco y minaría seriamente los intentos de reconciliación entre Armenia y Turquía”, informa el rotativo turco. Pero, además, los diputados turcos han contraatacado presentando hasta tres proposiciones diferentes (finalmente unidas en una sola en la comisión de Justicia del parlamento) para criminalizar la negación del “genocidio cometido por los franceses en Argelia”. Una descendiente otomana en la corte francesa La escritora y periodista Kenizé Mourad -francesa de ascendencia turco-india y nieta del sultán otomano Murat V- publicó ayer en Hürriyet un durísimo artículo contra la iniciativa de la Asamblea Nacional francesa que calificó de “terrorismo intelectual” por “asustar a la gente y poner obstáculos para escribir o hablar sobre un tema”. La autora de De parte de la princesa muerta tambien recoge en su columna parte de la carta que algunos historiadores franceses han remitido al parlamento francés posicionándose en contra de la propuesta.

Parte del artículo publicado en Hürriyet por Kenizé Mourad bajo el título "Basta ya París"
Parece cierto que, sin embargo, lo que se ventila el próximo jueves en París no es un acercamiento humanitario a las matanzas de armenios cometidas por los otomanos durante la Primera Guerra Mundial, sino que forma parte de la estrategia que el gobierno francés viene siguiendo respecto a Turquía, a base de poner obstáculos a su ingreso en la Unión Europea. Una Turquía integrada en la UE contaría con más peso político (en número de votos) que Francia, desplazando a este país de la segunda a la tercera posición. ¿Es este temor el que mueve a Francia a presentar este tipo de propuestas? De todas formas no es el mejor modo de ayudar a las investigaciones sobre el tema del genocidio armenio, que algunos historiadores turcos habían sacado a la luz de la opinión pública el año pasado. Ahora nadie habla de ello. Sólo de la moción francesa.
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Artículo recomendado: "El contencioso turco-armenio (2): Fisky bussiness", del profesor Francisco Veiga.

08 octubre 2006

Un paso adelante y otro atrás: un año de negociaciones

El 3 de octubre de 2005 la Unión Europea y Turquía decidieron comenzar las negociaciones de adhesión en una maratoniana jornada de tira y afloja entre los países miembros de la UE. A la espera del informe de la comisión encargada de negociar las condiciones de adhesión de Turquía (que será publicado el próximo 8 de noviembre), es un buen momento para echar un vistazo al camino recorrido en estos doce meses de contactos entre ambas partes. El día que las negociaciones cumplieron su primer año, en una intervención en el simposio sobre “El modelo social europeo y los derechos de los sindicatos en el proceso de ampliación europeo”, el comisario europeo para la Ampliación, Olli Rehn [ver foto], enumeró los temas en los que Turquía deberá aplicarse para poder entrar a formar parte del club europeo: la libertad de expresión (criticando duramente el artículo 301 del nuevo Código Penal turco), la libertad religiosa, el conflicto kurdo (cuya solución pasa por enfocarlo de una manera “socio-económica”, dijo) y los derechos sindicales de los trabajadores. Rehn afirmó que el proceso de adhesión no puede basarse sólo en la discusión de los diversos capítulos de negociación sino que se trata de una cuestión de “comunicación entre ambas partes”. Precisamente uno de los problemas que durante este año ha afrontado el proceso de adhesión ha sido que “las decisiones y los informes de la UE son constantemente alterados, y los países miembros parecen competir unos con otros para introducir [en la negociación] su propia agenda de intereses”, según palabras del columnista de Turkish Daily News Orhan Kilercioglu. Francia y otros países han aireado continuamente el tema del reconocimiento del genocidio armenio como requisito para proseguir las negociaciones, creando un ambiente de tensión política que ha dificultado el avance en otras cuestiones más técnicas. En Turquía este tipo de acusaciones, además de alterar la fibra nacionalista de cierta parte de la población, ha afectado a la percepción que los turcos tenían de los países de la unión. El país liderado por Nicolás Sarkozy parece temer el peso que una Turquía integrada podría tener en las instituciones europeas, de ahí su recalcitrante negativa a que los turcos consigan la incorporación completa a la UE y la preferencia –al igual que otros líderes conservadores- de una “asociación privilegiada”. Sin embargo, Rehn, en su intervención en la Universidad Bilkent de Ankara el pasado 4 de octubre, explicó que “ningún tipo de asociación privilegiada superaría el nivel de relaciones que han conseguido actualmente la UE y Turquía”. El paso que queda es, pues, la integración institucional, para el que se debe avanzar en los llamados “Criterios de Copenhague” y en la convergencia económica. En este último punto es donde se encuentra el escollo mayor con el que se han topado los negociadores de ambas partes: la apertura de los puertos y aeropuertos turcos a mercancías procedentes de la República de Chipre, es decir, la parte griega de la isla, con la que la República Turca del Norte de Chipre mantiene un conflicto desde la invasión militar turca en 1974. Mientras la parte griega es reconocida internacionalmente y se integró en la UE en 2004, la parte turca permanece aislada. El gobierno turco supedita el cumplimiento del Protocolo de Ankara –firmado en 2005 y que implica la apertura total del mercado nacional a todos los miembros de la UE- al reconocimiento de la parte turca de la isla. Con todo, parece que en la visita que este fin de semana ha realizado la canciller alemana, Angela Merkel, a Ankara se han retomado las negociaciones sobre este asunto. Según informa la prensa turca existiría un acuerdo por el cual Turquía abriría sus puertos al comercio con la República de Chipre a cambio de la apertura, bajo supervisión internacional, del puerto turcochipriota de Famagusta. El distrito militarizado de Varosha (en Famagusta) quedaría bajo supervisión internacional. Merkel prometió además que mantendrá la palabra dada a Turquía por la UE y el anterior gobierno alemán y apoyará la adhesión turca siempre y cuando se cumplan los criterios pactados.