22 agosto 2011

El conflicto kurdo entra en una nueva espiral de violencia (El Periódico)

Eran en torno a las 9 de la mañana del pasado miércoles cuando las fuerzas militares de Hakkari recibieron la noticia de la presencia de miembros del grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en la carretera que une las localidades de Hakkari y Çukurca. Se trata de una zona, a escasos kilómetros de Irak, de escarpados desfiladeros que conectan, pico a pico, con los montes Kandil, ya en la frontera entre Irán e Irak, y que vive en un estado de total confrontación entre la población kurda local y las fuerzas militares turcas allí estacionadas.
Cuando acudieron los dos primeros blindados del Ejército los guerrilleros kurdos hicieron detonar sendos explosivos aunque sólo consiguieron alcanzar a uno de los vehículos. Al recibir la noticia, un convoy militar con apoyo de helicópteros Sikorsky acudió al lugar, donde los militantes del PKK tenían preparada la emboscada: volaron por los aires otro blindado BTR de 5 toneladas, matando a todos sus ocupantes. En total 9 solados fallecieron y 11 resultaron heridos. Al día siguiente, en la provincia vecina, Siirt, hubo dos nuevos atetandos: 2 gendarmes murieron y 4 civiles resultaron heridos.
La audacia del ataque indica la determinación del PKK, que en el último mes ha acabado con la vida de más de una treintena de miembros de las fuerzas de seguridad. Cada día, desde el sudeste (aunque ocasionalmente también de algunas zonas montañosas de las regiones del Mediterráneo Oriental y el Mar Negro, donde el PKK ha logrado infiltrar comandos) llegan noticias de nuevas emboscadas, atentados o secuestros. Según el diario conservador Zaman otras de las razones son las filtraciones de los servicios secretos turcos, que ponen en peligro la seguridad de las operaciones militares en la zona.
“A partir de ahora se han terminado las palabras. Nuestra paciencia de Ramadán se ha acabado. Ha llegado el momento de actuar. Jamás rendiremos estas tierras a los miembros de la organización terrorista y separatista”, respondió el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, al ataque. Y el contraataque no se hizo esperar: los cazas turcos volvieron a penetrar en espacio aéreo iraquí para bombardear las posiciones del grupo en las montañas Kandil y otras áreas de la frontera turco-iraquí. “Nos esperábamos el ataque, no ha sido una sorpresa. Cada año hay ataques aéreos y nosotros somos un movimiento guerrillero con 30 años de experiencia. Además, no lograron causarnos bajas”, aseguró un militante del PKK a la agencia pro-kurda Firat.
El conflicto kurdo está entrando en una nueva espiral de violencia y eso que, tan sólo hace dos años, parecía posible llegar a un acuerdo de paz. El gobierno y Abdullah Öcalan, el líder histórico del PKK que permanece encarcelado desde 1999, anunciaron sus hojas de ruta; se otorgaron nuevos derechos a los kurdos y miembros de la guerrilla regresaron a territorio turco para reintegrarse en la vida política. Pero la presión de los sectores turcos más nacionalistas –entre partidos políticos, jueces y militares-, la lentitud del gobierno y el maximalismo de los nacionalistas kurdos impidieron aprovechar la oportunidad. Aún así, las negociaciones continuaron al máximo nivel y el jefe de los servicios secretos turcos, Hakan Fidan, se entrevistó con Öcalan.
Sin embargo, el llamado “Juicio KCK”, por el que han sido imputados decenas de representantes electos kurdos acusados de mantener vínculos con el PKK, y el hecho de que la Justicia haya impedido la excarcelación de 5 candidatos del Partido de la Paz y la Democracia (BDP) elegidos diputados en las elecciones del pasado 12 de junio –y que, por tanto, gozan de inmunidad parlamentaria- ha tensado el ambiente. Los miembros del BDP se han negado a recoger el acta de diputado y el pasado 14 de julio anunciaron una autonomía de facto para el Kurdistán turco. La decisión no tuvo trascendencia práctica alguna sino la de tensar aún más la cuerda con Ankara, precisamente el mismo día que el PKK mataba a 13 soldados en una emboscada en la localidad de Silvan (provincia de Diyarbakir), el mayor ataque de los rebeldes kurdos desde 2008.
Erdogan respondió al BDP asumiendo las tesis de los nacionalistas más reaccionarios -“En este país no está permitido hablar de autonomía”- y les acusó de seguir los dictados del PKK. Para tratar de ganar puntos, Öcalan envió entonces un mensaje al gobierno: “Nadie, aparte de mí mismo, puede lograr que el PKK deje las armas. Si me dejáis, puedo lograr solucionar el tema en una semana. Si no, los combates serán 10 veces más duros que el de Silvan”. A cambio de su mediación, exigió que se le pusiese en libertad.
Sin embargo, sólo unos días después, en un gesto que aún extraña, el histórico líder kurdo anunció que abandonaba todo intentos de mediación pues se sentía “utilizado” tanto por el gobierno de Ankara como por el actual mando del PKK en Kandil. Desde entonces las autoridades turcas han impedido la visita de los abogados de Öcalan y la pasada semana, la Justicia inhabilitó durante un año a 4 de sus letrados. Ankara ha quemado los puentes con el dirigente del PKK con mayor capacidad para lograr una tregua.
“¿Por qué el PKK ha vuelto a atacar al Estado?”, se pregunta el veterano columnista Can Dundar: “¿Pretende así reforzar la posición de Öcalan? ¿O es que ahora el PKK actúa fuera del control de Öcalan?”. De hecho, muchos son los analistas que diferencian dos corrientes dentro del PKK: la llamada ‘turca’, más favorable a llegar a un acuerdo con Turquía, y la que conforman los kurdos de Siria, partidarios de la guerra total, aunque sea contra Ankara y no contra Damasco, que reprime a los kurdos aún con más crueldad.
Aunque las señales que envía el gobierno de Ankara indican que la lucha se recrudecerá –con las consecuencias negativas que tendrá para la convivencia entre turcos y kurdos- Erdogan ha prometido que la acción antiterrorista “respetará los estándares democráticos y el estado de derecho”. La oposición socialdemócrata ha prometido apoyo al gobierno en la lucha antiterrorista, mientras que los ultranacionalistas turcos han pedido que Kandil sea “reducido al polvo”. “Algunos creen que se volverá a la década de los 90 –el peor periodo del conflicto kurdo, con continuas violaciones de derechos humanos- pero no es cierto. Continuará la democratización de Turquía al mismo tiempo que se lucha de forma más efectiva y no contra el pueblo (kurdo), sino sólo contra el PKK”, asegura Yalçin Akdogan, diputado del partido gobernante.
“Algunos están llamando a la guerra civil en Turquía. Si no comienzan de nuevo las negociaciones (con Öcalan) habrá peligro de guerra”, amenazó el presidente del BDP, Selahattin Demirtas: “Los que ordenan bombardear (en Irak) saben bien que el problema kurdo no está en Kandil, sino en Estambul, Diyarbakir y Batman y saben también que no lograrán sus objetivos”.
“Estamos a punto de rendirnos a la violencia. A pesar de todo creo que no debemos hacerlo”, escribió la periodista progresista Nuray Mert, muy implicada en el tema kurdo: “Si el Estado quiere, no hay duda de que podría barrer cualquier levantamiento. Pero esta vía ya se ha probado y los resultados son que aumentan la ira y los funerales”.
(Versión ampliada de un artículo escrito para El Periódico y publicado el pasado sábado)

20 agosto 2011

El ejército turco lanza 2 toneladas del bombas sobre las posiciones del PKK en Irak (EFE - Cooperativa.cl)

Las Fuerzas Aéreas del Ejército turco arrojaron la pasada noche dos toneladas de bombas sobre bases del grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte de Irak, informó hoy NTV.

De acuerdo a la cadena privada turca, las bombas utilizadas fueron MK-82 guiadas por láser y arrojadas en dos oleadas de ataques aéreos, cuyo principal objetivo fue el mando central del grupo armado en las montañas Kandil, situadas en territorio iraquí, junto a la frontera iraní.

En un comunicado, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Turquía confirmó esta mañana el ataque, precisando que hubo bombardeos en la mañana y en la tarde de ayer, así como la pasada noche. Según el Ejército, los aviones turcos "regresaron a sus bases sin percances" después de haber "golpeado" 28 grupos de objetivos en las zonas de Kandil, por un lado, y, por el otro, en Hakurk, Avasin-Basyan y Zap, donde se supone que se hallan campamentos logísticos del lado iraquí de la frontera con Turquía. Al mismo tiempo y de forma coordinada, añade el comunicado, "se mantuvo bajo intenso fuego de artillería las mismas zonas". La cúpula militar asegura haber adoptado todas las "precauciones necesarias" para no dañar a la población civil.

El Consejo de Seguridad Nacional de Turquía decidió ayer implementar una "nueva estrategia antiterrorista" que reduzca las debilidades y filtraciones en los servicios de inteligencia, incorpore a los gobernadores provinciales a la coordinación de las operaciones, aúne los esfuerzos de la policía con los de las fuerzas militares, haga mejor uso de las modernas tecnologías y acelere la profesionalización del Ejército.

El jefe de la oposición socialdemócrata, Kemal Kiliçdaroglu, ha ofrecido su apoyo al gobierno pero ha advertido de que "la solución (al conflicto con los rebeldes kurdos) no puede ser sólo militar", sino que es necesario un "acuerdo social" entre todas las fuerzas políticas. En cambio, Devlet Bahçeli, líder del ultraderechista Partido de Acción Nacionalista (MHP, tercera fuerza parlamentaria), ha exigido que se lleve a cabo una operación militar terrestre en suelo iraquí semejante a la desplegada en febrero de 2008.

19 agosto 2011

El PKK mata a dos gendarmes y el ejército turco vuelve a bombardear en Irak (EFE - El Norte de Castilla)

El grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) atentó hoy (18 de agosto) en dos localidades de la provincia sudoriental de Siirt matando a dos gendarmes, mientras que el ejército turco bombardeó las posiciones de la organización en el norte de Irak, informaron los medios locales.
Según informaron la cadena CNN-Türk y la agencia pro-kurda Firat, el primer ataque se produjo en torno a las 20.00 hora local (17.00 GMT) en la capital provincial, Siirt, cuando militantes del PKK atacaron con morteros varios edificios públicos, entre ellos la principal comisaría de policía y el cuartel de la Gendarmería, un cuerpo militar de vigilancia rural. En este ataque se produjeron cuatro heridos civiles, según CNN-Türk.
Algo después, se produjo otro ataque contra el cuartel de la Gendarmería en Eruh, también en la provincia de Siirt y también con morteros y armas de largo alcance, en el que fallecieron dos gendarmes.
En torno a las 21.30 (18.30 GMT), una decena de cazas F-16 partieron de la base de las Fuerzas Aéreas de Turquía en Diyarbakir con destino al norte de Irak, donde, por segundo día consecutivo, bombardearon las posiciones del PKK, informó la agencia Firat y confirmaron las cadenas turcas NTV y CNN-Türk. Nuevamente el objetivo fueron los campamentos guerrilleros de Zap, Xinere, Hakurk, Sideka y Metina, en la parte iraquí de la montañosa frontera con Turquía, y las bases del PKK en las montañas Kandil, en la frontera irano-iraquí. Aún no hay datos sobre víctimas o heridos, pero durante el bombardeo de ayer el PKK no sufrió bajas, según dijeron fuentes del grupo armado kurdo a la agencia Firat.
En el último mes se han incrementado los ataques del PKK a objetivos turcos, con numerosos atentados y secuestros, y el número de bajas militares turcas supera ya la treintena.
En una reunión del Consejo de Seguridad Nacional de Turquía celebrada hoy se aprobó lo que el primer ministro turco, el conservador Recep Tayyip Erdogan, ha denominado una "nueva estrategia antiterrorista". Según han adelantado los diarios turcos, esta estrategia implica mejorar la coordinación y eliminar la burocracia para acelerar la capacidad de respuesta militar turca; implicar a los gobernadores provinciales en la lucha contra el PKK y enviar más agentes especiales a las zonas calientes del conflicto.
El PKK -grupo considerado terrorista por Turquía, la UE y EEUU- se levantó en armas en 1984 para exigir la independencia de los más de 12 millones de kurdos que habitan en Turquía y, desde entonces, unas 45.000 personas han muerto en la guerra no declarada entre fuerzas de seguridad turcas y los rebeldes kurdos.

Erdogan viaja a Somalia para ofrecer la ayuda turca (EFE - El Universal)

El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, partió esta noche hacia Somalia para ofrecer la ayuda turca a este país del Cuerno de África en el que 3,7 millones de personas sufren la hambruna que azota a la región. La delegación turca tiene previsto aterrizar en Mogadiscio a primera hora de la mañana, donde se entrevistará con las autoridades somalíes y visitará un campo de refugiados cercano a la capital cuyo nombre no se ha hecho público por razones de seguridad.
Junto a Erdogan viajan a Somalia su esposa, Emine Erdogan, y una de sus hijas, además una nutrida delegación de empresarios -incluidos los presidentes de las principales patronales- y el ministro de Asuntos Exteriores, Ahmet Davutoglu, quien, también acompañado de su mujer, continuará su gira africana con visitas a Sudáfrica y Etiopía. En el mismo avión que Erdogan irá el presidente de Somalia, Sheij Sherif Ahmad, quien ayer participó en Estambul en una reunión de emergencia de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) para tratar la hambruna en el Cuerno de África.
"Lo que ocurre hoy en Somalia no es sólo un examen para el pueblo somalí, sino para toda la humanidad. Para que en este examen gane la humanidad, todos debemos extender la mano fraternalmente. Porque lo que hoy ocurre en Somalia, mañana puede suceder en cualquier otro país", dijo ayer Erdogan durante la reunión de la OCI.
Pocos líderes de otros países se han atrevido a viajar a Somalia, debido a las condiciones de inseguridad imperantes, y tan sólo lo han hecho en los últimos tiempos el presidente de Yibuti, Ismail Omar Guelle, cuya visita a Mogadiscio culminó ayer, y el mandatario de Uganda, Yoweri Museveni, que el pasado mes de noviembre visitó ese territorio, donde están desplegadas tropas ugandesas en el marco de la misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM). "La visita que haremos junto al primer ministro incrementará la moral de la población local. Creo que es una visita muy importante para explicarles que no están solos. Y también será un ejemplo de visita para el resto de estados. La fraternidad se demuestra en estos momentos difíciles", afirmó el presidente de la Cámara de Comercio de Estambul, Murat Yalcintas, en declaraciones que hoy publica el diario 'Milliyet'. El líder de la oposición turca, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu, ha prometido visitar Somalia en las próximas semanas.
En los últimos años Turquía ha mejorado a pasos agigantados sus relaciones con África y ha abierto numerosas embajadas en un continente del que había estado ausente durante su historia republicana pero con el que le atan lazos históricos de la época del Imperio Otomano. De hecho, las ONG turcas se han volcado en el Cuerno de África durante este mes de Ramadán, para tratar de mitigar los efectos de la hambruna, que afecta a casi a cuatro millones de somalíes. Según el gobierno turco, durante este mes, los ciudadanos turcos han donado más de 214 millones de liras turcas (unos 84 millones de euros) para ayudar a África aunque, según dijo ayer Davutoglu, se espera que para final de mes superen los 200 millones de dólares (139 millones de euros). El gobierno turco también anunció que enviará 50.000 toneladas de harina de trigo a África para luchar contra el hambre y que diversas empresas estatales enviarán también sus excedentes de azúcar y té. Un avión de la compañía Turkish Airlines partió el miércoles de Turquía con 40 toneladas de productos humanitarios, entre alimentos y materiales para la construcción de hospitales móviles.
El Cuerno de África está inmerso en una devastadora hambruna que afecta a más de 13 millones de personas a consecuencia de las escasas lluvias y de los efectos del cambio climático en la zona, lo que en el caso de Somalia se ve agravado por el conflicto y la falta de un gobierno efectivo en el país.

18 agosto 2011

El Ejército turco ataca por tierra y aire posiciones del PKK en el norte de Irak tras el atentado de ayer (EFE - RTV Canarias)

El Ejército turco ha atacado por tierra y aire las posiciones del grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte de Irak, según un comunicado publicado hoy por el Estado Mayor en su página web. En esa nota el Ejército valora la operación aérea y terrestre con la que golpeó al PKK tras un atentado con varias víctimas la víspera en la provincia sudoriental de Hakkari, fronteriza con Irak.
Según el Estado Mayor, los cazas F-16 turcos -que según varios medios fueron 15 aparatos- bombardearon 60 objetivos de la "organización terrorista separatista" en las áreas de Hakurk, Avasin-Basyan, Zap y Metina, todas ellas en la montañosa frontera que separa a Turquía de Irak, aunque en territorio iraquí. Asimismo, atacaron la zona de Kandil, la cordillera situada en la frontera irano-iraquí donde se refugia el mando central del PKK.
"Tras completar con éxito su misión, nuestros aviones regresaron a sus bases sin sufrir pérdidas", asegura el comunicado militar. Además, antes de la operación aérea, fueron bombardeados 168 objetivos en las áreas de Hakurk, Avasin-Basyan y Zap con artillería pesada desde el lado turco de la frontera.
Los militares turcos aseguraron que pusieron cuidado en bombardear sólo objetivos del PKK y no dañar a civiles. "Las Fuerzas Armadas turcas continuarán luchando con decisión hasta neutralizar a la organización terrorista separatista, que utiliza el norte de Irak como base segura para atacar a Turquía", asegura el Estado Mayor.
Por otro lado, la cúpula castrense aclaró que en el atentado de ayer fallecieron un total de nueve miembros de las fuerzas de seguridad -ocho soldados y un miembro de la Guardia Rural- y no once o doce, como han publicado los medios turcos. Otros 15 soldados resultaron heridos de diversa consideración, de los cuales uno se encuentra en estado crítico.
La cúpula militar, el Gobierno y el presidente turco, Abdullah Gül, se reúnen hoy en un Consejo de Seguridad Nacional ordinario, aunque debido a la situación ha adquirido carácter de urgencia. En él se discute desde las 13.40 hora local (10.40 GMT) la lucha antiterrorista tras el atentado de ayer y, de acuerdo con algunos analistas turcos, se valora la posibilidad de realizar una operación militar terrestre en Irak, tal como ocurrió en febrero de 2008.
De acuerdo al diario "Zaman", progubernamental y contrario al Ejército, Turquía sufre filtraciones de información de sus servicios secretos, de las que se aprovecha el PKK.

16 agosto 2011

Turquía confirma que el dirigente del PKK capturado por Irán no es Karayilan (EFE - La Vanguardia)

El ministro del Interior turco, Idris Naim Sahin, afirmó hoy (15 de agosto) que el dirigente del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) detenido por Irán no es Murat Karayilan, a quien Turquía considera 'número dos' de la organización tras el encarcelamiento en 1999 del histórico líder Abdullah Öcalan.

Algunas agencias de noticias iraníes señalaron ayer de que las tropas iraníes había capturado al 'número dos' del PKK, lo que llevó a los medios turcos a especular con que podría tratarse de Karayilan, aunque posteriormente diversos ministros turcos y la agencia de noticias Firat, ligada al grupo kurdo, desmintieron la información. "Se trata de otro terrorista, otro dirigente del terrorismo, con el mismo nombre pero distinto apellido. De ahí el malentendido", explicó hoy Sahin.

El diario 'Milliyet' aventuró hoy la posibilidad de que el detenido sea Murat Saçakli, nombre en clave por el que se conoce a uno de los comandantes de alto rango del Partido por una Vida Libre en el Kurdistán (PJAK), organización hermana del PKK que actúa contra el régimen de Teherán y, supuestamente, recibe fondos de Estados Unidos e Israel.

En las últimas semanas las tropas iraníes han atacado posiciones y campamentos kurdos afines al PJAK en territorio de Irán e Irak y han asegurado que proseguirán su ofensiva hasta "aniquilar" a este grupo.

10 agosto 2011

La temporada de las circuncisiones (El Periódico)

Alí guarda una foto en la que tiene una cara de espanto. Mira hacia abajo con preocupación, hacia sus piernas tapadas con una toalla bajo la cual se perciben las manos del doctor. Es del día de su circuncisión.
El verano es la época de las circuncisiones en Turquía. Los padres aprovechan que sus hijos disfrutan de las vacaciones escolares y tienen más tiempo para recuperarse, pues en este país euroasiático la circuncisión tiene lugar normalmente entre los 7 y los 9 años, algo más tarde que en los países árabes y mucho después que los judíos, que son circuncidados en su octavo día de vida. Y, sean laicos o religiosos, la práctica totalidad de los jóvenes turcos pasan por la navaja. Es el primer paso para «convertirse en un hombre», como les aseguran a los chiquillos sus padres, hermanos mayores o kirve (una especie de padrino del circuncidado) para infundirles valor.
Una de las imágenes más tomada por los turistas extranjeros que pasean por el barrio de Eyüp para admirar la mezquita y el mausoleo donde está enterrado el que fuera portaestandarte de Mahoma, es la de «esos niños vestidos de principito». Los pequeños sultanes que abarrotan la gran mezquita son los hijos de familias conservadoras que van a recibir la bendición antes de pasar por el quirófano.
Y no solo eso: muchos acuden allá porque el Ayuntamiento de Eyüp ha anunciado que este año pagará de su bolsillo la circuncisión de 500 chavales de familias desfavorecidas. En la mayoría de los casos, las familias urbanas acuden con sus hijos a los hospitales públicos o clínicas privadas donde la operación se lleva a cabo con anestesia local y bajo condiciones higiénicas.
Pero en las zonas rurales y entre las familias menos pudientes –una operación, más el banquete posterior y los regalos al niño, puede superar los 1.000 euros– se acude a los tradicionales sünnetçi (circuncidadores), personas sin preparación médica que se transmiten la artesanía de la navaja de padre a hijo.
Alí pasó por las manos de Kemal Özkan, quizás el más famoso doctor de Estambul encargado de estos menesteres. Tanto, que se le conoce como el Rey de las Circuncisiones, y a su clínica la ha bautizado pomposamente con el nombre de Palacio de la Circuncisión. El hombre cuenta ya casi con 80 años pero asegura que no le tiembla el pulso y acomete su oficio con felicidad, además de ser un apologeta de las técnicas más modernas de circuncisión y un azote de aquellos sünnetçi sin formación que no cumplen las más elementales normas de higiene.
Con todo, y a pesar de que se muestre orgulloso de su circuncisión como todos los turcos, Alí es incapaz de ocultar que aquel día sintió un miedo increíble a perder su infantil miembro. Pero peor lo pasó Murat, quien se hubo de enfrentar a la navaja con ya 11 años, pues en su familia esperaron a que el hermano pequeño entrase en edad de circuncidar. Para reducir gastos. Como ocurre en las comuniones.

09 agosto 2011

Crónica desde Tirana: La metástasis de la crisis en los Balcanes (El Periódico)

Skanderbeg espera impertérrito la llegada de la crisis, sobre su caballo de bronce y su pedestal de piedra. La estatua del héroe nacional albanés, que venció a los conquistadores otomanos en 24 batallas durante el siglo XV, aguarda en medio de los cascotes de las interminables obras que se han emprendido en la principal plaza de Tirana. Anteriormente uno de los pocos lugares objetivamente bonitos de la capital de Albania, nadie sabe a ciencia cierta cuál es el plan de remodelación de la Plaza Skanderbeg, del mismo modo que nadie puede estar seguro de quién ganó realmente las elecciones locales del pasado mayo, en las que el primer recuento dio la victoria al alcalde socialista por 10 votos, y el segundo, al oponente conservador por 95 papeletas.
Albania es un país curioso, se podría decir que incluso surrealista. Pasó de ser el régimen más estalinista de Europa al neoliberalismo rampante. No hay generación que, en estas circunstancias, sea capaz de no volverse loca y, aún así, en los comercios de recuerdos se pueden comprar tazas con los rostros del antiguo presidente comunista Enver Hoxha, que sembró el país de búnkeres y lo aisló del resto del mundo, o bien de Sali Berisha, el político conservador que promovió las estafas piramidales que arrojaron el país a la ruina y el caos en 1997 y que, a pesar de todo, desde 2005 ha vuelto a gobernar.
La corrupción es un cáncer en Albania del que se aprovechan los políticos de uno y otro color. Cada vez que cambia el Gobierno, cambian también desde el ministro al portero de todas las instituciones gubernamentales, como ocurría en la época de la Restauración Española.
Berisha, por ejemplo, ha utilizado su posición para colocar a su gente de los clanes conservadores del norte, especialmente de Tropojë, de donde procede, y a quienes los albaneses del sur, más progresistas, tildan de «chechenos».
Aun así, ayudado por el crecimiento entre el 2005 y el 2008 y la ayuda estadounidense, Berisha está decidido a lavar la cara de Albania, uno de los países más pobres de Europa y el único donde se erigen estatuas a George Bush. Se han mejorado las carreteras y en Tirana se han pintado de colores las fachadas de los grises edificios heredados del periodo comunista, aunque no se han molestado en arreglar sus grietas. Pero el dinero parece haberse terminado.
La prensa albanesa se pregunta si la crisis griega no se convertirá en la metástasis de los Balcanes: Albania vive de las remesas de su más de 600.000 emigrantes en Grecia y su algo menos de medio millón en Italia. Sin ese dinero, el país podría hundirse. Si cae Albania, la supervivencia de Kosovo, cuya arteria principal está indisolublemente ligada a Tirana, será aún más improbable. La precaria estabilidad política en los económicamente frágiles estados de los Balcanes Occidentales –donde además están presentes numerosos bancos griegos– podría saltar por los aires.

05 agosto 2011

Grecia cava un foso para frenar la inmigración desde Turquía (El Periódico)

La nueva idea de Grecia para evitar que los inmigrantes indocumentados penetren en su territorio es excavar un inmenso foso en la frontera con Turquía, según se desprende de un reportaje publicado por el rotativo ateniense To Vima. La información ha sido confirmada a este periódico por fuentes de la región.
Ambos países comparten una frontera terrestre de algo más de 200 kilómetros que delimita el río Maritsa (Evros, en griego) a excepción de 12,5 kilómetros en los que ningún accidente greográfico impide el paso. Durante 2010, este lugar se convirtió en el principal agujero por el que inmigrantes y refugiados tratan de acceder a la Unión Europea.
Unos 128.000 sin papeles lograron cruzar la frontera, lo que llevó a Bruselas a establecer una misión de vigilancia del Frontex y al Gobierno griego a aprobar la construcción de un «muro antiinmigrantes», idea que finalmente desestimo a causa de las críticas de las oenegés y de la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
EXCESIVO PRESUPUESTO / Sin embargo, ahora ha secundado un plan del Ejército griego –una institución ya criticada por su excesivo presupuesto en un país tan pobre y económicamente en crisis– de características demenciales. El foso, del que ya se han construido 14 kilómetros en torno a la población de Orestiada, tendrá una longitud de 120 kilómetros, una amplitud de 30 metros y una profundidad de 7 metros.
Además, será rellenado con agua, añadiendo un nuevo obstáculo a los inmigrantes que buscan llegar a la UE por Grecia y que ya ahora deben sortear numerosos peligros: los perros de los agricultores turcos, las corrientes del río Maritsa, los alambres de espino y las palizas de la policía griega, cuyos centros de detención han sido fuertemente criticados por su hacinamiento y malas condiciones higiénicas.
La primera oenegé en reaccionar contra el nuevo proyecto griego ha sido la alemana Pro Asyl, según la cual el foso «no hará sino incrementar el coste humano que pagan los refugiados por cruzar la frontera».
To Vima asegura que otras de las funciones del foso serán contener una hipotética invasión turca –a pesar de que ambos países hace años que superaron sus disputas y mantienen buenas relaciones– y hacer frente a las frecuentes inundaciones de la fértil llanura de la Tracia.
CARÁCTER ESTRATÉGICO / «Desde luego, se trata de un proyecto de carácter estratégico, aunque no se han dado muchos detalles sobre su función», explicó a este diario un periodista del lado turco de la frontera y testigo de las obras: «Pero si de lo que tratan es de detener a los inmigrantes, es una tontería, pues ahora ya cruzan a nado y en barca el río Maritsa, que es más ancho. ¿Qué más van a hacer? ¿Llenar el foso de cocodrilos?», se pregunta.
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MÁS INFORMACIÓN

El Gobierno turco gana otra partida en el control del poder de los militares (EFE - Tampa WVEA News)

Con el acuerdo cerrado hoy para recomponer la cúpula militar, el Gobierno islamista moderado de Turquía se ha apuntado un tanto más en su estrategia para reducir la influencia del Ejército sobre el poder civil.

El nuevo Jefe del Estado Mayor, anunciado hoy tras cuatro días de tensas reuniones entre militares y Gobierno, es Necdet Özel, antiguo jefe de la Gendarmería, un militar del que antiguos compañeros dicen que "no mete su nariz en el mundo de la política". Cuando el pasado viernes el Jefe del Estado Mayor y los comandantes de Tierra, Aire y Marina presentaron su renuncia por desavenencias con el Ejecutivo, Özel se mantuvo en su puesto, una decisión que ha sido ahora recompensada. En condiciones normales, Özel hubiese alcanzado el mando de las Fuerzas Armadas en 2013, por lo que las dimisiones del viernes no han hecho sino acelerar los planes del gobierno. Aunque las credenciales laicas y kemalistas de este general procedente de una familia de militares no están en duda, la oposición ha exigido saber qué se trató en las reuniones privadas que, en la última semana, mantuvo con el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.

El nuevo organigrama del Ejército es el fruto de las semillas plantadas con las reformas iniciadas hace ya más de una década, en el marco del proceso de adhesión a la Unión Europea, y aceleradas desde la llegada al poder del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista moderado). El Ejército turco no ha dudado en interferir en la vida política de Turquía, incluso en derribar a Gobiernos elegidos democráticamente, en los golpes de Estado de 1960, 1971, 1980 y 1997. Pero si en el pasado eran los Gobiernos quienes caían si se producían desavenencias con el todopoderoso Ejército, la renuncia del viernes demuestran que se ha dado la vuelta a la tortilla, tal y como exigía Bruselas desde hace tiempo. De hecho, la relatora del Parlamento Europeo sobre Turquía, Rita Oomen Ruijten, saludó las dimisiones como algo que puede "reforzar la democracia".

Las dimisiones de los "pachás" -como se llama popularmente a los generales turcos- se produjeron en protesta por el elevado número de oficiales, unos 250, encarcelados y acusados de participar en presuntas tramas golpistas. Además, los altos cargos dimitidos reclamaban que varios oficiales imputados fueran ascendidos, algo que rechazaba de plano Erdogan. En este sentido, Özel fue el único alto mando que no participó en la visita que el Estado Mayor hizo en febrero a los oficiales presos. Ejército y Gobierno han pactado que 14 generales en prisión, imputados en un presunto complot golpista, mantengan su rango un año más, sin ser ascendidos, como pedían los militares, ni enviados a la reserva, como reclamaban Erdogan, y el presidente, Abdullah Gül. Aunque numerosos juristas y opositores al Gobierno de Erdogan critican el modo en que se están llevando las investigaciones de los supuestos golpistas, lo cierto es que las dimisiones y detenciones han favorecido "la mayor renovación de la cúpula militar de los últimos años", según los analistas citados por la cadena NTV.

Con todo, la renovación de la cúpula militar no significa que Erdogan haya conseguido plegar totalmente al Ejército a sus órdenes. Como comandante del Ejército de Tierra, y segundo en la cadena de mando de las Fuerzas Armadas, ha sido elegido el general Hayri Kivrikoglu, a pesar de que se trata de un militar contrario a los islamistas moderados y que, en el pasado, se ha negado a recibir al mismísimo presidente de la República. Otros candidatos a ese cargo eran aún más hostiles al Ejecutivo, como el general Saldiray Berk, imputado en una trama golpista, o Aslan Güner, que se ha negado a saludar a la esposa de Gül por ir tocada con un velo musulmán. En la nueva estructura, Güner ha sido destinado a un puesto menor al que tenía hasta ahora, como director de la Academia militar, y Berk ha pedido voluntariamente la jubilación.

02 agosto 2011

ANÁLISIS: La última revuelta de un ejército que pierde poder (EFE - Revista Atenea)

La dimisión el viernes de la cúpula militar turca, por sus desavenencias con el Gobierno islamista moderado, es la última revuelta, está vez pacífica, de un Ejército acostumbrado por décadas a ser el árbitro de la vida política y que ha visto como su autoridad se desvanecía en los últimos años.
No sólo se trata de unas Fuerzas Armadas de gran poder exterior, es el segundo mayor ejército de la OTAN, sino que internamente ha ejercido mucha influencia sobre el poder civil, derribando a cuatro Gobiernos en los golpes de Estado de 1960, 1971, 1980 y 1997. Desde que Turquía fue elegido candidato a la adhesión a la Unión Europea en 1999, las prerrogativas de los militares turcos se han visto reducidas, especialmente desde la llegada al poder en 2002 de la formación islamista moderada del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). El AKP ha reformado las leyes permitiendo que los militares puedan ser juzgados en tribunales civiles y actualmente 250 oficiales de alto rango se encuentran imputados, y muchos en prisión preventiva, en diversas tramas golpistas.
Precisamente, la razón de la dimisión de los comandantes del Ejército el viernes, se halla en la tensión que entre el Gobierno y Estado Mayor sobre promociones en la alta oficialidad, que tenían que debatirse el lunes en el Consejo Militar Supremo (YAS). El ya exjefe del Estado Mayor, Isik Kosaner, quería que 17 militares imputados fuesen promocionados, algo a lo que se opusieron tanto Erdogan como el presidente de la República, el también islamista moderado Abdullah Gül, quienes pedían su paso a la reserva. Pero lo que colmó la paciencia de los "pachás", como se conoce popularmente a los generales turcos, fue la orden de arresto emitida el viernes sobre 22 personas, incluidos siete generales y almirantes acusados de "propaganda antigubernamental".
"La forma en que (los militares detenidos) han sido mantenidos en prisión preventiva, fuera de las normas del derecho internacional, es inaceptable", criticó Kosaner en su carta de renuncia. "No me ha sido posible defender los derechos del personal a mi cargo", alegó como justificación de su dimisión y la de los comandantes del Ejército de Tierra, la Marina y las Fuerzas Aéreas. Según fuentes militares citadas por el diario ´Radikal´, Kosaner y sus "pachás" ya amenazaron con la dimisión en febrero, cuando se dictó prisión preventiva para 163 militares imputados en una trama golpista y, de nuevo, el 30 de mayo, tras el arresto del general Bilgin Balanli, el militar de mayor rango detenido hasta ahora.
La cuestión es que Turquía se ha quedado apenas sin generales con graduación para dirigir las Fuerzas Armadas, algo esencial en un país que libra una guerra contra el grupo armado kurdo PKK, mantiene tensas relaciones con Chipre y con Armenia y tiene vecinos problemáticos como Irak, Siria e Irán. Además, las Fuerzas Armadas turcas participan en las misiones de la OTAN en Afganistán y Libia y están inmersas en un programa de modernización armamentística que podría concluir con la compra de un escudo antimisiles. Aún así, Estados Unidos ha calificado la crisis en la cúpula militar turca como un "asunto interno" y, por boca del portavoz de la Secretaria de Estado, Mark Toner, manifestó que su "confianza" en las instituciones turcas es "plena".
Cambio generacional
El que está llamado a ser nuevo jefe del Estado Mayor, el hasta ahora comandante de la Gendarmería, Necdet Ozel, es una persona que "no mete su nariz en el mundo de la política", según un antiguo compañero de armas citado hoy por el diario "Taraf". Por ello, la informadora del Parlamento Europeo sobre Turquía, Rita Oomen Ruijten, consideró que la situación puede "reforzar la democracia en Turquía". De hecho, el descabezamiento de la cúpula militar a causa de las dimisiones y las detenciones de oficiales, permitirá el ascenso de una nueva generación de militares al mando de las Fuerzas Armadas, desplazando a la generación de generales que hizo su carrera de golpe de Estado en golpe de Estado.

Gobierno y ejército se reúnen tras la dimisión de la cúpula militar (EFE - La Razón)

El Gobierno turco se reúne hoy (lunes) con los generales en activo para intentar rehacer la cadena de mando del Ejército, rota por la dimisión el viernes de cuatro miembros del Estado mayor y por la imputación de mandos en tramas golpistas. Aunque el cónclave tiene carácter ordinario, pues se trata del Consejo Militar Supremo (YAS) que se reúne cada agosto para decidir sobre la promoción de los altos mandos castrenses, las renuncias del viernes le confieren una dimensión extraordinaria.

El viernes, el jefe del Estado Mayor, Isik Kosaner, exigió su jubilación inmediata en protesta por el trato a los 250 oficiales de alto rango actualmente en prisión preventiva, acusados de complots golpistas. Según medios turcos, el gobierno quiere que 17 altos cargos del Ejercito imputados en una trama golpista pasen a la reserva en lugar de ser promovidos. A su renuncia siguieron la de los comandantes del Ejército de Tierra, las Fuerzas Aéreas y la Marina.

Tan sólo el jefe de la Gendarmería, Necdet Özel, se mantuvo en su posición alegando que las detenciones son una "cuestión judicial". Özel fue premiado con el ascenso inmediato a la comandancia del Ejército de Tierra, un puesto que le permitirá asumir la jefatura del Estado Mayor tras la reunión del YAS.

El descabezamiento de la cúpula castrense es palpable en que tan sólo 9 de los 14 generales que deberían participar en el YAS lo harán, debido a que 4 han dimitido y un quinto se encuentra detenido, acusado de conspirar para derribar al Gobierno. Además, varios de los generales que participarán en el cónclave deben aún afrontar juicios e investigaciones sobre diversas tramas golpistas.

Los mayores problemas se esperan para elegir al nuevo comandante del Ejército de Tierra, una vez que Özel ascienda a jefe del Estado Mayor, ya que los tres candidatos con mayores posibilidades son contrarios al Gobierno islamista moderado del primer ministro Recep Tayip Erdogan.

La Fuerzas Armadas turcas, el segundo mayor ejército de la OTAN, se autoproclaman defensoras del principio del laicismo oficial, la unidad y el orden de la República, y han derribado a cuatro gobiernos en otros tantos golpes de Estado en (1960, 1971, 1980 y 1997).

Está previsto que la reunión del YAS concluya el próximo jueves 4 de agosto y que las decisiones tomadas sean entonces presentadas al presidente de la República, el también islamista moderado Abdullah Gül, para su aprobación.

Dimiten los comandantes de la cúpula militar turca por discrepar con Erdogan (El Periódico)

Andrés Mourenza
Estambul
Si la cuerda se tensa demasiado, termina por romperse. Eso ocurrió ayer (viernes 29 de agosto) en las siempre difíciles relaciones entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas turcas, que cuentan en su currículo con cuatro golpes de Estado y numerosas presiones sobre la autoridad civil. La práctica totalidad de la cúpula militar –el jefe del Estado Mayor, Isik Kosaner, y los comandantes del Ejército de Tierra, las Fuerzas Aéreas y la Marina– presentaron su dimisión.
Kosaner es considerado un militar de la línea dura, y al Gobierno del islamista moderado Recep Tayyip Erdogan no le había quedado más remedio que aceptar su promoción al máximo escalafón del Ejército el pasado año, en una reunión del Consejo Supremo Militar (YAS) en la que el Ejecutivo consiguió, en cambio, bloquear los nombramientos de varios altos oficiales implicados presuntamente en tramas golpistas.
Pero ninguna de las partes quería dar su brazo a torcer en el cónclave de este año, que comienza el lunes y debe decidir la promoción de los oficiales de mayor rango. En reuniones con la cúpula militar, Erdogan había dejado claro que no permitiría la promoción de militares sobre los que pesasen acusaciones de golpismo y los uniformados mostraron su malestar por el elevado número de generales –69 en total, la mayoría en prisión preventiva– que están siendo juzgados por tratar de derribar al Gobierno democrático.
La gota que colmó el vaso para las Fuerzas Armadas fue la orden de arresto emitida ayer contra el general del cuerpo del Ejército del Egeo, Nusret Tasdelen, junto a otros 21 militares por cargos de «difamación» al Gobierno.
DESCABEZADO / La dimisión de los generales deja además al Ejército turco prácticamente descabezado, quizás una de las intenciones del Gobierno de Erdogan, que ha encontrado en el estamento castrense el más férreo opositor a su Gobierno. «A veces no podemos ni siquiera trabajar, ya que nuestro comandante está en prisión y necesitamos su firma para proceder», confesó recientemente un oficial a este periodista. Según Mesut Casin, profesor de la Universidad de Yeditepe y exoficial de las Fuerzas Aéreas, se trata de una situación «crítica»: «Nuestro Ejército no tiene comandantes en un momento en que tiene que enfrentarse al terrorismo del [grupo armado kurdo] PKK y otras organizaciones y en que Oriente Próximo se encuentra en medio de turbulencias».
Por el momento, el Gobierno ha decidido que el único general de los dos primeros niveles de la cúpula castrense que no ha dimitido, Necdet Özel (Gendarmería), asuma el mando del Ejército de Tierra, puesto que le dará acceso a la Jefatura del Estado Mayor en la reunión del YAS. Aún así, el Gobierno deberá hilar muy fino para lograr recomponer las piezas de un Ejército que, una vez más, se le escapa de las manos.