14 junio 2011

La oposición turca se ofrece a pactar la nueva Constitución con Erdogan (EFE - El Universal)

Andrés Mourenza
Estambul
Tras la victoria electoral del Partido de Justicia y Desarrollo (AKP, islamista moderado), la principal fuerza opositora de Turquía, el Partido Republicano del Pueblo (CHP, centroizquierda), se ha ofrecido a pactar una nueva Constitución que sustituya a la Carta Magna impuesta por los militares en 1982.
El AKP revalidó el domingo su mayoría absoluta pero vio como descendía su número de escaños hasta los 326, lo que le impide convocar un referéndum de aprobación constitucional, para el que son necesarios tres quintos del Parlamento (330 de 550 diputados). El CHP tendrá 135 escaños en el nuevo hemiciclo, una cifra que, sumada a los diputados del AKP, basta para superar los dos tercios en la Cámara (367 diputados), lo que permitiría aprobar la nueva Constitución por la simple vía parlamentaria y sin necesidad de referéndum.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, prometió tras su triunfo electoral que "llamará a las puertas" de la oposición y la sociedad civil a la hora de redactar la nueva Constitución. "No dejaré a Erdogan (esperando) en la puerta", contestó el líder del CHP, Kemal Kiliçdaroglu, según informó hoy la cadena NTV. Desde la llegada de Kiliçdaroglu al liderazgo del CHP, ha logrado establecer una línea política aperturista en un partido que tradicionalmente se había alineado con los militares para cerrar el paso a los islamistas moderados.
No obstante, el CHP ha avisado ya de que no está dispuesto a modificar los tres primeros artículos de la Constitución, que establecen la condición laica, republicana y democrática del Estado turco, además de su lealtad al "nacionalismo de Atatürk" (el fundador del CHP y de la Turquía moderna) y la indivisibilidad del Estado. "Tampoco vemos bien el cambio hacia un sistema presidencialista (que era una de las intenciones de Erdogan). Fuera de estas cuestiones no tenemos ningún prejuicio", aseguró Kiliçdaroglu.
El CHP propone establecer una comisión constitucional consensuada en la que "al menos haya dos representantes de la sociedad civil" junto con los representantes de los cuatro partidos parlamentarios. Sin embargo, Erdogan mostró el domingo incluso su disposición a consultar a la oposición extraparlamentaria.
Los nacionalistas kurdos -con 36 escaños en el Parlamento- ya dejaron claro antes de las elecciones que exigirán la protección constitucional de la lengua kurda. Además, proponen establecer autonomías de forma similar al modelo español, algo que no gusta al resto de partidos de un país que ha hecho del centralismo a la francesa su razón de ser. El CHP, por su parte, ofrece un pacto para reforzar el gobierno local dotándolo de mayores transferencias pero sin hacer peligrar el "Estado unitario". Tampoco es favorable a permitir una protección constitucional de las lenguas que no sean el turco, aunque ha suavizado su postura respecto a permitir la enseñanza en lengua kurda y está dispuesto a modificar la actual referencia a que todos los habitantes del Estado son "turcos" por el término de "ciudadanos", sustituyendo "toda referencia a raíces raciales, étnicas y religiosas por un lazo legal". El partido centroizquierdista también quiere que la nueva Constitución refuerce los instrumentos par asegurar la igualdad entre hombres y mujeres y la libertad de prensa, así como eliminar los tribunales especiales y el Tribunal Militar Supremo.
Uno de los puntos en que el CHP y los kurdos están de acuerdo es en reducir la barrera electoral al 5 % desde el 10 % actual, que obliga a los kurdos a presentarse como independientes para lograr representación parlamentaria. La tercera mayor formación de la asamblea, el ultraderechista Partido de Acción Nacionalista (MHP), no ha fijado su línea en ese ámbito, aunque uno de sus dirigentes ha dejado claro que su grupo contribuirá a "lograr un acuerdo entre toda la sociedad". En todo caso, se oponen a cualquier modificación del Estado unitario y a reforzar el poder local "si tras ello se esconde una regionalización o federalización del Estado turco".

Otra cuestión en la que se podría lograr un pacto entre los principales partidos es en levantar la obligatoriedad de la asignatura de religión -en su versión musulmán suní- que curiosamente impusieron los militares turcos -autoproclamados defensores del laicismo oficial- tras su golpe de 1980 con el objetivo de reducir la penetración de ideas izquierdistas en las clases populares.

Elecciones en Turquía: La UE pide a Erdogan reformas democratizadoras con consenso (El Periódico)

Andrés Mourenza
Estambul
«Una vez más, una vez más», era uno de los lemas de campaña electoral del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan. Y así fue. Pero como se encargó de recordar ayer la prensa turca, el nuevo mandato «deberá ser con consenso».
La mayoría absoluta lograda por los islamistas moderados (50% de los votos y 326 de 550 diputados) le permitirá gobernar de forma estable, pero deberá buscar el apoyo de la oposición en los grandes temas, por ejemplo en la redacción de una nueva Constitución y en ciertas reformas democratizadoras que exigen para su aprobación al menos 330 diputados. El propio Erdogan lo reconoció en su discurso triunfal desde el balcón de la sede central de su partido en Ankara; instó a las «minorías» y los partidos de oposición a colaborar, aplacando por el momento las críticas hacia su creciente autoritarismo. El diario liberal Taraf afirmó ayer: «¡Ojalá Erdogan siempre hablase desde el balcón!».
La Unión Europea (UE), que felicitó a Erdogan por su reelección, pidió al Gobierno turco que se centre en las reformas exigidas por Bruselas para aceptar la adhesión de Turquía y lo haga pactando con la oposición. «Estos resultados abren la vía para fortalecer las instituciones democráticas, así como para continuar con la modernización del país, en línea con los valores y estándares europeos», afirmaron en un comunicado conjunto los presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
El propio Erdogan lo reconoció en su discurso triunfal desde el balcón de la sede central de su partido en Ankara; instó a las «minorías» y los partidos de oposición a colaborar, aplacando por el momento las críticas hacia su creciente autoritarismo. El diario liberal afirmó ayer: «¡Ojalá Erdogan siempre hablase desde el balcón!».
La Unión Europea (UE), que felicitó a Erdogan por su reelección, pidió al Gobierno turco que se centre en las reformas exigidas por Bruselas para aceptar la adhesión de Turquía y lo haga pactando con la oposición. «Estos resultados abren la vía para fortalecer las instituciones democráticas, así como para continuar con la modernización del país, en línea con los valores y estándares europeos», afirmaron en un comunicado conjunto los presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
«IMPULSO» / La UE se mostró esperanzada de que estos cambios den «un nuevo impulso a las negociaciones de adhesión», que comenzaron en el 2005 pero llevan unos años en punto muerto debido a la congelación de varios capítulos por motivos políticos. Los expertos creen que hasta que no se diluciden las elecciones presidenciales de Francia (2012) y las federales de Alemania (2013) –los dos países que lideran la oposición a la integración turca– resultará difícil que las conversaciones avancen.
Se espera que el próximo 24 de junio se reúna la nueva Asamblea. A partir de entonces Erdogan podrá presentar a votación su nuevo Gobierno. Ya se sabe que estará formado por 25 ministros, uno de ellos encargado exclusivamente de la UE.

13 junio 2011

Elecciones en Turquía: Erdogan logra su tercera mayoría absoluta (El Periódico)

Andrés Mourenza
Estambul
Pocos políticos europeos pueden soñar con un resultado similar al logrado ayer por Recep Tayyip Erdogan. Con ocho años y medio de Gobierno a sus espaldas, aún fue capaz de revalidar su mayoría absoluta (la tercera consecutiva) e incluso subir unos puntos en votos. La mitad de los electores turcos dieron su apoyo al político islamista moderado que ha transformado Turquía en una boyante economía y la locomotora política de la región.
Escrutados el 99% de los votos –aunque el recuento aún requiere de la aprobación oficial de la comisión electoral–, el AKP se hizo con el 50,01%. «Turquía y la democracia han vencido de nuevo. Una vez más han ganado la unidad y la hermandad. Continuaremos nuestra andadura del mismo modo que hasta ahora», declaro el jefe de Gobierno victorioso mientras era jaleado por la multitud al grito de: «Turquía se siente orgullosa de ti».
La oposición de centroizquierda del Partido Republicano del Pueblo (CHP) aumentó sus votos respecto a 2007 gracias a su mensaje más izquierdista, pero aún no resulta una alternativa de Gobierno a Erdogan, pues se quedó en el 25,8% de los sufragios. «En apenas unos meses hemos logrado atraer a 3,5 millones de votantes. No nos desmoralizaremos», dijo el líder del CHP, Kemal Kiliçdaroglu, que accedió a la presidencia de su partido hace solo un año. El ultraderechista Partido de Acción Nacionalista (MHP) conservó su nivel de voto con el 13,1%; igual que los nacionalistas kurdos, que lograron el 6,2%.
ABOCADO AL PACTO / Sin embargo, el AKP vio con desesperación cómo se reducía el número de sus escaños en la Gran Asamblea Nacional de Turquía de 341 a 326, lo que le obligará a pactar con alguno de los grupos de la oposición si desea aprobar una nueva Constitución en sustitución de la actual, redactada por los militares en 1982.
«Es un resultado bueno para la democracia porque impide que Erdogan tenga un cheque en blanco a la hora de redactar la nueva Constitución», opinó Joost Lagendijk, exeuroparlamentario y experto en Turquía. También lo consideran positivo los expertos económicos, pues continuará la estabilidad pero Erdogan deberá abandonar su sueño de establecer un régimen mucho más personalista.
REPARTO MÁS PROPORCIONAL / Este descenso en el número de diputados se debe, en primer lugar, a que en estas elecciones se ha utilizado un sistema de adjudicación de escaños más proporcional. Por otro lado, el incremento de apoyo al CHP le ha arrebato al AKP algunos escaños en lugares clave.
Pero el principal factor ha sido el grave error cometido por Erdogan durante la campaña electoral, cuando reforzó su mensaje nacionalista. La estrategia ha resultado un fracaso: el AKP apenas ha logrado arrancar unos puntos porcentuales a los ultranacionalistas del MHP y a otros pequeños partidos derechistas en Anatolia Central y, en cambio, los kurdos, cruciales en su anterior victoria electoral del año 2007, se han alejado de él.
Los nacionalistas kurdos concurrieron a las elecciones con candidatos independientes, tal y como habían hecho en los anteriores comicios para burlar la excesiva barrera electoral –10% de los votos a nivel nacional– que se exige a los partidos para entrar en el Parlamento.
De este modo superaron incluso las previsiones más optimistas de los sondeos y arrasaron en el sudeste (en la provincia de Hakkari, por ejemplo, obtuvieron el 80% de las papeletas) y en ciudades como Estambul, donde recibieron el apoyo de los kurdos emigrados y de parte de la izquierda. Así, en el nuevo Parlamento surgido de las elecciones contarán con 35 diputados, casi doblando los 20 logrados en 2007.
Es un buen resultado desde cualquier punto de vista, ya que lanza un mensaje claro al nuevo gobierno de Erdogan: quien quiera dirigir Turquía de forma democrática no puede obviar el tema kurdo. Quizás el primer ministro entendió el mensaje puesto que, durante su discurso, dijo: “iremos a ver a los partidos de oposición, hablaremos con ellos y buscaremos el consenso”.
Erdogan, "líder mundial"
Por Andrés Mourenza (El Periódico)
La economía y no la política exterior es el factor que decanta unas elecciones. Sin embargo, los seguidores de Recep Tayyip Erdogan (Estambul, 1954) hacen hincapié en que es un «líder mundial» .
El turco de la calle no se interesa por los detalles de las intrigas diplomáticas, pero no le pasa desapercibido que Barack Obama departa con Erdogan de igual a igual o que el primer ministro turco sea capaz de poner en su sitio al presidente israelí, Shimon Peres, delante de otros dirigentes internacionales. Acostumbrados a ser menospreciados como una nación de tercera fila, los orgullosos turcos ven en su altivo primer ministro a alguien que les ha devuelto una importancia internacional que no tenían desde el Imperio otomano.
Ahora Erdogan comienza su tercera legislatura consecutiva. Ningún político turco lo había logrado desde Adnan Menderes, que gobernó sin interrupción de 1950 a 1960 y acabó ahorcado por los militares tras su deriva autoritaria.
«Pragmático, oportunista y carismático» , son los adjetivos que definen a Erdogan según un observador europeo. Durante su primera legislatura fue capaz de abrirse a las más diversas tendencias políticas, contribuyendo así a la democratización de Turquía. En cambio, en los últimos años ha reforzado su poder en los ámbitos político, judicial y económico. Ahora favorece a sus adeptos.
Otro aspecto preocupante de Erdogan es su cada vez mayor intolerancia a las críticas. El gran orador que atrae a las masas con su lenguaje cercano y discursos improvisados se ha dejado llevar por la chulería del chico de barrio que fue. Esto no sería un problema en un país que adora a los líderes fuertes, siempre que sea a corto término. Está por ver si, en el tercer mandato, Erdogan volverá a la senda conciliadora o se impondrá su arisco carácter.
LO QUE ESPERAN LOS VOTANTES TURCOS (Click para leer)

12 junio 2011

Tocado con un sombrero cordobés parecería un señorito andaluz, aunque el exembajador español en Turquía Joan Clos lo definía ideológicamente como similar a los políticos de CiU de la Catalunya interior. Ali Babacan (Ankara, 1967), viceprimer ministro del Gobierno islamista moderado del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), personifica la nueva élite de Turquía: buen alumno, educado en EEUU y propietario de una empresa familiar que se ha internacionalizado en la misma medida en que su país ha ido ganando peso como potencia regional.
«La economía es uno de los mayores éxitos de nuestro Gobierno», dice sonriente y con la seguridad de ser uno de los padres del milagro económico turco. Compaginando recetas neoliberales, un control reforzado sobre los bancos, una economía diversificada y ciertas medidas sociales, el país euroasiático ha registrado en los últimos años tasas de crecimiento superiores al 6 % y se ha recuperado rápidamente de la crisis financiera mientras otras economías quebraban a su alrededor. La democratización del país y su apertura al exterior han atraído millones y millones de dólares en inversiones extranjeras.
Así pues, la mayoría de los turcos votará con la mano en el bolsillo en las elecciones de hoy, en las que el AKP es claro favorito. «Desde que el AKP está en el poder todo ha mejorado para los comerciantes y los autónomos. Los bancos estatales nos dan créditos al 0% de interés», explica Selati Gursoy, un pequeño empresario de 54 años.
PERFIL DE COMERCIANTES / Desde hace siglos, los turcos se han caracterizado por ser un pueblo comerciante y en cualquier ciudad del país es difícil ver una calle cuyos bajos no estén ocupados por cualquier tipo de tienda. Por eso es tan importante contar con su voto, como bien sabe el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.
El Gobierno del AKP también ha estimulado el consumo. «Yo no soy una persona que necesite lujos –asegura Gursoy, mostrando sus viejos pantalones–, pero hoy en día puedo tener dos teléfonos móviles y una televisión de plasma. Turquía va bien y creo que aún irá a mejor». Uno de los lemas electorales del Gobierno es Ahora puedo comprar una casa como si pagase un alquiler puesto que durante sus dos legislaturas ha promovido la construcción de vivienda para las nuevas clases medias a través de la empresa pública TOKI.
Ahmet Gül, guía turístico, también ha visto c ómo el número de visitantes en su país crecía hasta los casi 30 millones al año gracias a «la buena gestión». «Las calles están arregladas y limpias; los monumentos han sido restaurados», opina. Este hombre, licenciado en Ciencias Políticas, se declara maravillado por los grandes proyectos del Gobierno: nuevos centros urbanos, nuevos polos industriales, un nuevo estrecho artificial del Bósforo. En la nueva Turquía de Erdogan, todo tiene que ser nuevo y brillante. Es su imagen del desarrollo.
El Gobierno insiste en que también ha reducido la pobreza: si en el 2002, un 30% de la población vivía con menos de tres euros diarios, ahora son solo el 4%. Sin embargo, es cierto que el crecimiento económico ha llevado también a un alza de precios por lo que las cifras pueden resultar engañosas.
Igualmente, los sindicatos se quejan de la poca atención que ha dedicado Erdogan a los obreros, tal y como denunciaban en una pancarta los trabajadores despedidos este año de la fábrica MAS DAF: «No queremos proyectos faraónicos, sino trabajo, pan y justicia». Al mismo tiempo el Gobierno promueve la desregulación económica para atraer a los inversores e incrementa su presión en otros campos. «Tenemos que encontrar un equilibrio entre las libertades y preservar nuestros valores. A fin de cuentas somos un partido conservador», dice Babacan.
IMPUESTOS AL ALCOHOL / Es de lo que se queja Hussein, propietario de un pequeño colmado de bebidas alcohólicas, que ha visto cómo Erdogan subía los impuestos al alcohol y al tabaco. «¿Cómo se puede permitir fumar o beber una persona que cobra el salario mínimo [252 euros]?».
«Entre el Erdogan de las elecciones del 2007 y el del 2011 hay serias diferencias. Se ha vuelto más conservador y ha dado pasos atrás en los temas de la democracia, la libertad, los kurdos y las relaciones entre política y militares», opina el columnista del diario Milliyet Hasan Cemal. Este conservadurismo y una creciente intolerancia de Erdogan a las críticas –mucho más que su supuesta agenda islamista– ha sido lo que ha alejado a los intelectuales más liberales del AKP, una formación política que, no en vano, es miembro observador del Partido Popular Europeo.
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UNA DÉCADA DE CAMBIOS
Entre los años 2000 y 2001, Turquía vivió una dura crisis económica que le obligó a reestructurar su sistema financiero aunque tras la llegada de Erdogan al poder en el 2002 ha vivido una época de estabilidad. En línea con las exigencias de la UE, el AKP ha llevado a cabo reformas democratizadoras, ha reducido el poder de los militares y ha facilitado la apertura de medios de comunicación en lengua kurda. Aunque su enmienda para permitir el uso del velo en la universidad fue anulada por los jueces, actualmente las restricciones se han liberalizado. El año pasado aprobó una revisión constitucional que incrementa la influencia de la mayoría parlamentaria sobre los órganos rectores de la justicia.
POCAS MUJERES
A pesar de que el parlamento saliente ha sido el que más mujeres ha tenido de la historia de la democracia turca su número aún es exiguo: 50 de 550 parlamentarios. En estas elecciones, los partidos políticos han reducido el número de candidatas y, entre los tres principales partidos, sólo 7 mujeres son cabeza de lista. En Turquía, apenas tres de cada diez mujeres trabajan fuera del hogar. Aún así, la patronal está dirigida por una mujer y varias mujeres han desempeñado importantes cargos en la Justicia.

11 junio 2011

Elecciones en Turquía: Erdogan se juega poder cambiar la Constitución turca a su antojo (El Periódico)

ANDRÉS MOURENZA
ESTAMBUL
Miles de rostros de Recep Tayyip Erdogan observan a los electores. Los inmensos retratos del primer ministro turco, con la mirada fija en el futuro, se repiten exactamente igual en las fachadas de cada calle, cada barrio, cada ciudad. La inversión del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista moderado), en las elecciones de mañana ha sido ingente.
También las críticas hacia la oposición se han endurecido respecto a los comicios del 2007, en los que cosechó el 47 % de los votos. La izquierda, la ultraderecha, los kurdos, todos conspiran juntos contra el AKP, según el primer ministro.
Sus palabras denotan un nerviosismo que, a priori, resulta inexplicable: las encuestas otorgan al AKP entre el 40% y el 50% de los votos y mayoría absoluta de escaños. Pero puede no ser suficiente para los planes de Erdogan de redactar sin ataduras una nueva Constitución: «Si logramos más de 367 diputados (los dos tercios del Parlamento de 550 escaños), consideraremos que la nación nos ha dado un mandato claro y aprobaremos la nueva Constitución en el Parlamento».
CON LA VISTA EN LA PRESIDENCIA / El deseo no escondido de Erdogan es crear un sistema presidencialista que él mismo encabece, pues ahora el poder del presidente es más bien simbólico. La oposición también desea sustituir la actual Carta Magna, redactada en 1982 por los militares, pero rechaza un sistema personalista. De acuerdo al analista económico Yaman Törüner, los mercados internacionales quieren «un nuevo Gobierno de Erdogan pero menos poderoso que los anteriores».
La oposición ha avanzado ligeramente en las encuestas, por lo que los 367 diputados son un sueño lejano para Erdogan. La siguiente cifra clave es 330, el número de diputados que el AKP necesitaría para aprobar una nueva Constitución y presentarla a referéndum. Si Erdogan los logra, tendrá cierta facilidad para modelar Turquía a su imagen y semejanza. Si no, tendrá que pactar.

Revuelta en Siria: «Cuando vi que se avecinaba una guerra entre comandantes y soldados, escapé a Turquía» (El Periódico)

Andrés Mourenza
Estambul
Poco a poco, a medida que llegan a Turquía los sirios que escapan de la violencia en su país, se va aclarando la matanza de los 120 miembros de las fuerzas de seguridad sirias ocurrida este lunes en la localidad de Yisr al Shogur, a pesar de que las autoridades turcas –inmersas en un proceso electoral– tratan de impedir a la prensa contactar con los refugiados.
«El pasado viernes (día 3 de junio) nos llamaron de arriba» , explicó al diario Hürriyet un soldado sirio desertor: «La orden era disparar a los que protestaban». Como cada viernes desde que comenzó la revuelta, los sirios aprovecharon los rezos semanales para protestar contra el régimen de Bashar el Asad. Y como cada viernes, en Yisr al Shogur también, las fuerzas de seguridad se prepararon para reprimir las manifestaciones. «Sin embargo, algunos soldados se mostraron contrarios a las órdenes de los comandantes. Aquellos que no obedecieron fueron asesinados. Cinco compañeros murieron ante mis ojos», relató el soldado: «Cuando vi que se avecinaba una guerra entre comandantes y soldados, escapé a Turquía». Él, afortunadamente, tenía primos en la provincia fronteriza de Hatay, donde habita una importante minoría árabe alauí.
Preparados para lo peor
Según explicó el desertor sirio, unos 60 soldados han escapado estos días de Yisr al Shogur mezclándose con los refugiados civiles. Por el momento, el número de sirios en Turquía supera los 3.000 pero, según el presidente turco, Abdullah Gül, Turquía se está preparando para «el peor escenario civil y militar» .
Las historias de otros refugiados sirios hablan de ataques armados desde los helicópteros. Human Rights Watch, que está trabajando en la zona entrevistando a los sirios huidos, confirmó a EL PERIÓDICO que «un número de refugiados presenta heridas de bala» .
Una sorprendente acusación que han repetido varios refugiados escapados de Yisr al Shogur es que tropas iranís están participando en la represión de la revuelta, aunque Teherán ha negado categóricamente estar prestando apoyo alguno, ni siquiera armamentístico.

10 junio 2011

Revuelta en Siria: Turquía se prepara para acoger a una avalancha de miles de sirios (El Periódico)

Andrés Mourenza
Estambul
Ya no se trata de un goteo. La huida a Turquía de sirios que escapan de la represión del régimen de Bashar el Asad va camino de convertirse en una crisis humana. «Hay un significativo número de sirios que han cruzado la frontera hacia Turquía y esto es algo que nos preocupa enormemente», dijo ayer Antonio Guterres, el Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU.
Los medios de comunicación turcos informaban ayer por la mañana de que un millar de sirios habían llegado a Turquía durante la noche. El número de refugiados rondaba entonces los 1.600. A mediodía eran 1.877. Por la tarde, el Ministerio de Asuntos Exteriores turco elevaba el número a cerca de 2.500. Cada diez minutos, los minibuses turcos se acercan a la frontera entre los dos países para cargar a los sirios y transportarlos hasta los campos de refugiados.
La mayoría escapa con lo puesto, entrando al país vecino de manera ilegal, por entre los montes y los alambres de espino, para librarse de una muerte segura. «Yisr al Shogur está prácticamente vacía. Su habitantes no se iban a quedar sentados esperando a ser degollados como corderos», dijo Mohammad, uno de los escapados, a la agencia Reuters.
Testigos dentro de Siria informaron ayer de que 2.000 tropas de élite y 40 tanques han cercado esta localidad norteña de unos 50.000 habitantes, donde el lunes murieron asesinados 120 policías, presuntamente por haberse negado a disparar contra el pueblo. El Gobierno de Damasco ha avisado de que su respuesta a esta traición será «firme y enérgica» y, de hecho, ha encargado a Maher el Asad –hermano menor del presidente, jefe de la Guardia Republicana y conocido por ser una persona violenta e inestable– que dirija el asedio de Yisr al Shogur.
UN MILLAR DE MUERTOS / Los opositores al régimen aseguran que 42 civiles han sido abatidos por los militares en esa localidad. En total, más de un millar de personas han muerto y unas 10.000 han sido encarceladas en toda Siria desde que comenzaron las protestas contra el Gobierno baazista.
Turquía se prepara ya para una avalancha de refugiados aún mayor que la que llegó a Líbano (5.000 personas) las primeras semanas de protestas en Siria. Según la periodista turca Zeynep Gürcanli, el Ministerio de Exteriores turcos ya planeó hace un mes una posible crisis humana y reservó 20 millones de dólares para hacer frente a las necesidades de los refugiados. Y hay quienes hablan de preparativos para acoger a un millón y medio de sirios.
El Gobierno ha ordenado ampliar a cuatro el número de campos de refugiados y acondicionar las escuelas aprovechando las vacaciones estivales. También ha pedido que las provincias fronterizas se coordinen para absorber al creciente número de huidos y hagan recuento del número de camas de que podrían disponer en dependencias públicas. El Ejército turco ha reforzado su presencia en la frontera.

Revuelta en Siria: Éxodo de refugiados sirios a Turquía (El Periódico)

Andrés Mourenza
Estambul
“Están envenenando el agua de los pozos. Han cortado la electricidad. Falta harina y los hornos de pan han cerrado”. Habla con la voz apresurada y el miedo de la huída. De espaldas a la cámara, para preservar su identidad. Sólo tiene 16 años y es uno de los cientos de sirios que ha escapado de la represión del régimen de Bashar el Asad tras la muerte de 120 miembros de las fuerzas de seguridad en la localidad de Yisr al Shogur, a 20 kilómetros de la frontera turca.
Ayer a mediodía, cuando la cadena turca NTV habló con este joven, otros cincuenta miembros de su familia trataban de ganar territorio turco para ponerse a salvo de las represalias. Durante la noche del martes al miércoles, 122 personas entraron en Turquía y otras 47 lo hicieron a lo largo del día. Tres de los nuevos refugiados estaban heridos y fueron trasladados a un hospital de Antakya, la capital de la provincia de Hatay, uniéndose a los 34 sirios que están siendo tratados ya en los hospitales de esta provincia fronteriza con Siria.
Las televisiones turcas, además, mostraron imágenes de grupos de sirios al otro lado de la frontera, que aguardaban entre los arbustos a que las autoridades turcas les dieran permiso para cruzar la frontera. Según la agencia de noticias Cihan, entre 300 y 350 sirios esperan en la frontera. Algunos cantaban eslóganes a favor del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, por si ello pudiese facilitarles la entrada. “Siria debe cambiar su actitud hacia los civiles y debe adoptar un nivel más tolerante lo antes posible”, advirtió Erdogan, aunque aseguró que “Turquía no cerrará la puerta a sus hermanos sirios”.
Antes de las llegadas de ayer, unos 450 sirios se habían refugiado en Turquía, de los que unos 200 regresaron a su país. Pero testigos de la provincia de Hatay, aseguran que, a cada día que pasa, aumenta el número de refugiados sirios que trata de penetrar en Turquía. “Estamos preparados para recibir más refugiados”, aseguró el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu. De hecho, el campamento de refugiados en el que están siendo internados, ha sido ampliado para acoger a 3.500 personas y los vecinos han comenzado a recolectar mantas y pan para ayudar a los recién llegados. “Desde el día que comenzaron las protestas estamos preocupados. Tenemos muchas relaciones comerciales con los sirios e incluso relaciones de parentesco. No vamos a dejarlos solos en estos momentos de dificultad”, afirmó Abdurrahman Sönmez, un comerciante de Antakya.
Mientras tanto, la matanza de Yisr al Shogur continúa rodeada en el misterio. El adolescente entrevistado por NTV asegura que todo comenzó el viernes, cuando los soldados dispararon contra la multitud que protestaba e hirieron a tres personas. Al día siguiente mataron a uno de los manifestantes. Algunos de los heridos que se encuentran en Turquía aseguran que les dispararon desde los helicópteros y tuvieron que huir de la localidad. Pero el gobierno de Damasco asegura que los 120 policías muertos fueron víctimas de una emboscada de grupos islamistas radicales. Sin embargo, la tesis que cobra más fuerza es que se trató de miembros de las fuerzas de seguridad que se negaron a disparar contra el pueblo, especialmente porque algunos de los refugiados en Turquía son soldados. Lo que sí es seguro es que la venganza del régimen será terrible.
Rami Abdulrahman, del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, avisó de que miles de soldados han sido desplazados hacia Yisr al Shogur: “La mayoría de la gente ha abandonado el pueblo porque tiene miedo. Temen las operaciones militares. Están huyendo a los pueblos fronterizos con Turquía”.
“Están muy preocupados, quieren escapar a Turquía”, explicó un ciudadano turco con familia en Siria: “Dicen que en el noreste los incidentes se están volviendo más violentos. Si aumenta la violencia en Alepo, vendrán más refugiados”.

08 junio 2011

Vídeos eróticos y tensión callejera marcan la campaña electoral turca (EFE - La Vanguardia)

Andrés Mourenza
La filtración de comprometedores vídeos sobre políticos de la oposición y episodios de violencia callejera han marcado la campaña de las elecciones generales que se celebrarán en Turquía el próximo domingo y en las que se prevé una nueva victoria del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP).
Desde principios de mayo, varias páginas web han publicado vídeos de contenido sexual sobre las relaciones extra matrimoniales de miembros del ultraderechista Partido de Acción Nacionalista (MHP), lo que ha llevado a la dimisión de una decena de altos cargos de esta formación política, la tercera del país. Conversaciones con prostitutas, sexo con estudiantes universitarias e incluso con una menor de edad de 16 años, eran el contenido de esos vídeos, que fueron retirados de las páginas de internet por orden judicial al poco de publicarse. La dirección de este partido ha acusado al primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, de estar detrás de este "chantaje político" ya que sería el principal beneficiado por la pérdida de votos de los ultranacionalistas, con quienes compite por el electorado más conservador.
Las encuestas vaticinan que el AKP logrará su tercer triunfo electoral con entre el 40 y el 50 % de los votos, que le otorgarían entre 290 y 350 diputados, frente a los 331 que tiene actualmente. Una horquilla suficientemente holgada para marcar los equilibrios de fuerzas en el Parlamento, en una legislatura en la que cada escaño será vital, ya que Erdogan pretende redactar una nueva Constitución que convierta a Turquía en un sistema presidencialista. Y es que el primer ministro aspira a sentarse en el sillón que en su día ocupó el fundador de la República, Mustafa Kemal Atatürk, aunque con unos poderes que hoy día no disfruta el jefe del Estado, un puesto con más carga simbólica que poder político.
El centro-izquierdista Partido Republicano del Pueblo (CHP) confía en que su renovado mensaje socialdemócrata y contra la pobreza le permita mejorar los resultados de 2007 y llegar hasta el 30 % de los votos y los 160 escaños. Los sondeos aseguran que los ultranacionalistas del MHP verán disminuido su apoyos a entre el 10 y el 15 % (35-70 escaños), en parte debido al escándalo de los vídeos. Mejor perspectiva tienen los nacionalistas kurdos del Partido de la Paz y la Democracia (BDP), que crecerían en votos y, aunque concurren con candidatos independientes para sortear la barrera electoral del 10 % a nivel nacional, se alzarán con entre 25 y 30 diputados.
Este reparto de escaños que dibujan las encuestas augura dificultades para Erdogan en sus planes de modificar la Carta Magna, algo para lo que precisaría 367 diputados, si quiere evitar un referéndum o tener que llegar a difíciles compromisos con la oposición.
Lo ajustado de esas previsiones de voto ha provocado que ningún partido se haya privado de utilizar diversas tácticas para dañar a sus adversarios y arañar los votos necesarios para inclinar a su favor el futuro hemiciclo, bien sea a través de los citados vídeos o la tensión callejera. A dos semanas para la cita electoral, 18 personas, dos de ellas ligadas al MHP, fueron detenidas acusadas de planear un atentado contra un mitin del partido ultranacionalista y culpar al grupo armado kurdo Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). "Si hay 8 muertos, el MHP lograría el 25 % de los votos", dijo uno de los detenidos, según una escucha telefónica publicada por el diario "Sabah".
También el PKK, considerado terrorista por Turquía, la UE y EEUU, ha irrumpido en campaña con varios atentados, uno de ellos contra el convoy policial que protege a Erdogan, en el que murió un agente. La organización armada, con la que el BDP mantiene ambiguas relaciones, justificó estas acciones como una represalia por los ataques del Ejército a sus bases en la frontera turco-iraquí.
Pero la tensión no se ha circunscrito sólo a las zonas kurdas, sino que el 31 de mayo la policía reprimió con dureza una protesta izquierdistas contra un acto electoral de Erdogan en la ciudad nororiental de Hopa, en la que murió un manifestante y un policía resultó herido.
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Unas elecciones en Turquía claves para la solución del conflicto kurdo

Andrés Mourenza
Diyarbakir
El futuro de la cuestión kurda dependerá del resultado de las elecciones del próximo 12 de junio en Turquía, que reflejarán el poder de cada fuerza política para afrontar las negociaciones para cerrar el conflicto más grave en el país que ha dejado unos 45.000 muertos desde 1984.

"¡Ey, primer ministro! Si quieres poder presentarte ante el pueblo (kurdo), deberás (...) darnos autonomía y aceptar un sistema federal", dijo en uno de sus mítines electorales la candidata kurda y Premio Sajarov Leyla Zana. Estas palabras, por las que hace una década un político podría haber sido encarcelado, reflejan la confianza en sí mismos que han adquirido los nacionalistas kurdos.

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«Indignados» turcos anuncian una acampada en el centro de Estambul días antes de elecciones (EFE - ABC)

Jóvenes turcos han anunciado para mañana una acampada en la plaza de Taksim, uno de los centros neurálgicos de Estambul, días antes de las elecciones generales del próximo domingo. "Túnez, Tahrir, Madrid y ahora Estambul" es el lema con el que la plataforma "Gençler Meydana" (Los jóvenes a la plaza) ha llamado a la juventud turca a llevar a cabo la protesta.

"Nos ha influido mucho lo que ha ocurrido en esos países", explicó a Efe Isil Kurt, una de las portavoces. "Los jóvenes desempleados de Túnez salieron a las plazas. En Egipto, los jóvenes también salieron a las plazas para demandar libertad. En España también los jóvenes salieron a las plazas contra un gobierno y una oposición que les tomaban el pelo. Ahora nos toca a nosotros, ¿qué nos detiene?", señala el manifiesto de la plataforma.

Acampados hasta el 10 de junio

Está previsto que la acampada de Estambul comience mañana al mediodía y se prolongue hasta el día 10, aunque los organizadores aseguran que continuará "si así se decide en asamblea". "Mañana acamparemos unas 70 personas pero esperamos que se una mucha más gente en los siguientes días", explicó Kurt.

Aunque tras los organizadores no hay ningún partido político, Kurt explicó que algunos sindicatos y asociaciones estudiantiles les han dado su apoyo y, respecto a que no tienen el permiso de las autoridades para acampar, señaló que "eso es verdad, pero ya veremos qué ocurre".

Los jóvenes turcos se quejan del creciente paro y de la falta de oportunidades, así como de los recientes escándalos en exámenes públicos y oposiciones en los que, presuntamente, academias cercanas al gobierno han suministrado a sus estudiantes las claves de los resultados. "Gençler Meydana" también demanda la abolición del Consejo de la Educación Superior (YÖK), una institución impuesta durante la dictadura militar (1980-83) que regula la enseñanza universitaria y que sirvió para acabar con la autonomía de las universidades.

06 junio 2011

Turquía, nuevo destino laboral para los sureuropeos que escapan de la crisis (EFE - Mis Finanzas)

Dogan Tiliç/Andrés Mourenza

Ankara/Estambul | Hace una década, una oferta de trabajo en Turquía, entonces un país más inestable y atrasado, habría llamado la atención a poquísimas personas en Europa. Ahora, gracias a su crecimiento sostenido, del 8,9% en 2010, y a una rápida recuperación de la crisis, la tendencia se ha invertido y Turquía, un país tradicionalmente emisor de emigrantes, está comenzando a recibir a jóvenes de España, Grecia y Portugal, que tratan de escapar de la crisis económica en sus respectivos países.

En las mesas de HRM Consulting, una empresa dedicada a ayudar a extranjeros a encontrar empleo, se acumulan los currículos. "Hace unos años, recibíamos 20 o 30 currículos por semana. Ahora el número se ha incrementado a entre 100 y 150", explica Aylin Coskunoglu Nazliaka, representante de la firma en Turquía, al diario Aksam.

En el grupo Arslan, dedicado al negocio textil, también se sorprendieron cuando convocaron un examen público para contratar a seis expertos en comercio internacional y, además de turcos, se postularon 40 jóvenes extranjeros. "Nunca antes habíamos tenido solicitudes de trabajadores extranjeros", asegura Ahmet Arslan, director ejecutivo del grupo Arslan, en unas declaraciones a la agencia Anadolu, y se muestra entusiasmado por el interés generado, ya que puede ayudar en la internacionalización de su empresa. "Jóvenes europeos que hablan cuatro lenguas quieren trabajar en Turquía por nuestra estabilidad económica. Los jóvenes españoles consideran a Turquía un puerto en el que resguardarse para escapar de la crisis en España, pues son muy pesimistas sobre el futuro allí", afirma.

El perfil de estos nuevos emigrantes económicos es el de una persona entre 25 y 38 años, con titulación universitaria y dominio de lenguas extranjeras que no encuentra trabajo en su país de origen (sobre todo del sur de Europa) o lo ha perdido a causa de la crisis. Para jóvenes con ese perfil, el salario puede ir de los 1.000 a los 3.000 euros, dependiendo de si su empresa es internacional o turca, y de su grado de especialización. El sueldo medio en Turquía es de 600 euros.

Los principales sectores de la economía turca que interesan a los jóvenes sureuropeos son la construcción, la energía, el textil y el turismo y, de hecho, en este último el número de trabajadores extranjeros se ha incrementado un 15% respecto al año anterior, de acuerdo al diario Aksam. "En el sector turístico, el personal local no tiene la experiencia o la cualificación suficiente para los actuales planes de expansión. Turquía ha sido siempre un mercado turístico cuya competitividad se basaba en el precio y ahora les falta gente en el ámbito del turismo más sofisticado, hacia el que se está expandiendo", afirma Isaac Martín Barbero, consejero económico de la Embajada de España en Ankara, en unas declaraciones a Efe.

Otros, en cambio, apuestan por la enseñanza del español, ya que la demanda de cursos ha aumentado exponencialmente en los últimos años, tanto en el Instituto Cervantes como en universidades públicas y academias privadas.

Patricia, que había cursado estudios de Comunicación en España, llegó de vacaciones a Turquía en 2004 y, como muchos otros turistas, quedó prendada de Estambul. Decidió probar fortuna: "Al principio trabajé de camarera, porque simplemente quería conocer a la gente y el país. El salario era muy malo. Cuando quise instalarme busqué otro trabajo y la verdad es que no fue difícil", cuenta a Efe. Pasó por una agencia de diseño pero, posteriormente, se decantó por la enseñanza del español, ya que en Turquía se notaba, entonces especialmente, la falta de profesores nativos. Ahora se muestra satisfecha: "Gano más de lo que podría ganar en España. Y aún podría trabajar más y ganar más. Mi calidad de vida aquí es bastante buena".