31 enero 2011

Botellones protesta contra las nuevas restricciones al alcohol del gobierno de Erdogan (EFE - ADN)

Decenas de "botellones" tuvieron lugar hoy (sábado noche) en Turquía en protesta por las nuevas regulaciones sobre el alcohol que ha impuesto el Gobierno turco, en lo que muchos analistas ven como un intento de imponer principios islámicos en el país. Bajo el lema "Bebamos a la salud del AKP", en referencia al partido islamista moderado del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, unas 500 personas marcharon, lata de cerveza o botella de vino en mano, por la avenida Istiklal en una de las tres manifestaciones convocadas en Estambul a través de varias redes sociales.
"Tengo 22 años. Trabajo y me gano la vida, pero por culpa de las nuevas restricciones no voy a poder beber hasta los 24 años", se quejó Doruk en declaraciones a Efe. El joven se refería a la normativa que entró en vigor este mes y que, de forma muy ambigua, impide la venta de alcohol en locales donde acudan menores de 24 años, lo que en la práctica supone incrementar la edad mínima de consumo, actualmente de 18 años.
El nuevo decreto dificulta la venta de alcohol en presentaciones de salas de cine, exhibiciones y actos similares, además de prohibir la venta de alcohol en restaurantes cercanos a las autopistas. Recientemente se prohibió también que marcas alcohólicas patrocinasen clubes deportivos, por lo que el famoso equipo de baloncesto Efes Pilsen, que llevaba el nombre de una popular marca de cerveza, está buscando un nuevo patrocinador.
Aunque la Institución de Regulación de los Mercados de Alcohol y Tabaco asegura que lo único que pretende es evitar los efectos nocivos del alcohol entre la juventud, muchos comentaristas turcos han denunciado lo que consideran un nuevo intento de Erdogan de imponer ideas islámicas en la laica república de Turquía.
Yalçin Dogan, columnista del diario Milliyet, ha alertado de que no le preocupa el alcohol, pero sí el hecho de que se prohíba por razones ideológicas ya que ello supone "imponer una ideología al estilo de vida de una sociedad". Incluso algunos diarios habitualmente progubernamentales han criticado la regulación sobre el alcohol y el principal columnista del diario Star, Mehmet Altan, criticó que "la ola de conservadurismo (del gobierno) se esté convirtiendo en un peligro para la democracia".
"Este gobierno conservador quiere reducir el consumo de alcohol por sus ideas. De hecho, en los últimos años han incrementado mucho el impuesto sobre el alcohol", denunció Emrah, también presente en el "botellón" de Estambul. A pesar de ello, el consumo de alcohol en Turquía se ha incrementado notablemente en los últimos cinco años, ha excepción de 2010, en que descendió muy ligeramente.
"Los jóvenes de 18 años pueden comprar una pistola, pero no una cerveza", explicó Özlem, una turca que lamenta que las nuevas directrices del Gobierno hayan reducido la edad mínima de compra de armas, pero hayan incrementado la necesaria para el alcohol. Por eso, uno de los eslóganes más coreados durante el botellón-protesta fue "Las armas matan, el alcohol hace reír".

La película turca antiisraelí "El Valle de los Lobos: Palestina" levanta la polémica en Europa (EFE - ABC.es)

Andrés Mourenza
Una película de acción turca basada en una popular serie de televisión ha levantado polémica en Europa por su fuerte contenido anti-israelí.

‘El Valle de los Lobos: Palestina’ narra las aventuras de un comando turco dirigido por el agente Polat Alemdar, empeñado en asesinar al comandante israelí Moshe Ben Eliezer, un personaje de ficción que, en el filme, se encarga de dirigir el asalto a la Flota de la Libertad. Este incidente, que desencadena la acción de la cinta, ocurrió realmente el pasado 31 de mayo y culminó con la muerte de 8 ciudadanos de Turquía y un estadounidense de origen turco, provocando un enfriamiento sin precedentes en las relaciones entre dos estados aliados de Washington.

El pasado domingo, las autoridades israelíes hicieron pública la investigación sobre el suceso, en la que justifica la actuación de los soldados. De ahí que, aunque el equipo de dirección lo niegue, “El Valle de los Lobos: Palestina” actúa como venganza fílmica para la población turca.

En la película, los agentes turcos no tardan ni cinco minutos de metraje en liarse a palos con los israelíes. En un control militar, un soldado israelí impide el paso a Polat Alemdar y los suyos inquiriéndoles sobre el objetivo de su visita a Israel. “Yo no he venido a Israel, he venido a Palestina”, contesta el ‘007 turco’ y entonces comienzan los disparos, anunciando la tónica general de la película: unos tres centenares de muertos entre palestinos e israelíes hilados por un guión simplista y una pobre actuación, pero con una dirección visual atractiva y buenos efectos especiales.

No se trata de la primera ocasión en que la productora PanaFilm copia el estilo de las cintas de acción de Hollywood dándole una vuelta de tuerca ideológica ya que en 2006 ‘El Valle de los Lobos: Irak’ ya sembró polémica al caracterizar a las fuerzas de ocupación estadounidenses en Irak como los malos de la película.

Esta vez les ha tocado a los israelíes, liderados por Ben Eliezer, una verdadera encarnación del mal que es capaz de ordenar a sangre fría que una excavadora aplaste bajo los escombros a un niño inválido. Otras escenas del filme tienen un contenido aún más político, como en la que uno de los personajes israelíes compra armas químicas y al preguntar si están prohibidas por Naciones Unidas, otro le responde: “¿Desde cuándo cumplimos las normas de la ONU?”.

En declaraciones a la agencia Anadolu, el embajador israelí en Turquía, Gaby Levy, califica la película de “difamatoria” alegando que contiene “ciertos enfoques antisemitas”. “No hay antisemitismo en esta película”, se defiende Necati Sasmaz, el actor que encarna a Polat Alemdar, alegando que se trata de un filme de acción que sólo pretende “reflejar el sufrimiento de los palestinos”.

Uno de los puntos más delicados de la polémica es que su estreno en Alemania tuviese lugar el pasado jueves, coincidiendo con el Día Internacional del Holocausto, lo que llevó al Ente de Autorregulación Cinematográfica (FSC) a prohibirla. “La cuestión es que en Alemania las películas se estrenan los jueves, no tiene nada que ver con el Holocausto”, alegan desde PanaFilm. El equipo de la película denunció verse sometido a “censura” y el conflicto fue finalmente resuelto cuando las autoridades alemanas permitieron su pase en cines aunque sólo para una audiencia mayor de 18 años, mientras que en Turquía el límite es de 13 años. “Yo entiendo la sensibilidad de los alemanes respecto a Israel, pero ¿no tienen ellos sensibilidad por los palestinos?”, se pregunta Bahadir Özdener, uno de los guionistas de la película.

“Lo que ocurre es que prefieren ver a los musulmanes como terroristas y no produciendo y dirigiendo películas”, añade en declaraciones a EFE. Aún así, el único personaje judío positivo de la cinta es Simone, una judía americana que, tras convivir con los palestinos, termina acusando a los israelíes de ser tan crueles como los nazis que mataron a su abuelo.

Lo cierto es que la polémica está ayudando a su distribución: ya se ha estrenado en Alemania, Bélgica, Suiza, Austria, Holanda e Inglaterra y en febrero lo hará en todo Oriente Medio, mientras que la productora aún negocia con España, informaron a EFE fuentes de PanaFilm. En Turquía se estrenó el viernes en la mayoría de salas del país, llegando a disponer de hasta 18 pases diarios en unos multicines del centro de Estambul. “Probablemente esto no ayude a reparar las relaciones turco-israelíes, pero no podemos impedir a una compañía que produzca sus películas libremente”, asegura un alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía.

27 enero 2011

Turquía y Grecia divididas por el muro antiinmigrantes

Cuando Yilmaz acude a trabajar sus campos, intercambia un respetuoso saludo con su vecino de labrantía. Lo peculiar de la situación radica en que el huerto de Yimaz, situado en la provincia de Edirne (noroeste de Turquía), linda con el territorio de Grecia y su vecino es ciudadano de otro país. Sólo unos carteles militares en turco y sus correspondientes en griego indican que la planicie deja de ser un estado para convertirse en otro, que además forma parte de la Unión Europea.

Sin embargo, la ronda de saludos podría interrumpirse si Grecia continúa con su iniciativa de construir una verja similar a la que separa Ceuta de Marruecos o Estados Unidos de México. Grecia y Turquía comparten una frontera terrestre de 206 kilómetros, la mayor parte de la cual queda delimitada por el río Evros, pero existen 12,5 kms al descubierto, que el gobierno de Atenas pretende vallar con una alambrada de tres metros de altura protegida con cámaras térmicas y sensores de movimiento.

LEER EL REPORTAJE COMPLETO (CON FOTOS Y VÍDEO) EN EL PERIÓDICO

Tirar huevos a la policía es un derecho democrático en Turquía

(...) Esta semana un tribunal de Ankara, la capital turca, ha dado la razón a los estudiantes. En este caso, la sentencia se refiere a una protesta en la que, el pasado mes de abril, varios jóvenes lanzaron huevos a la policía durante una manifestación de apoyo a la huelga de los trabajadores de la empresa de Tabacos y Alcoholes (TEKEL), privatizada por el gobierno conservador de Recep Tayyip Erdogan. “El comportamiento de los acusados –se lee en la sentencia del tribunal en referencia a su lanzamiento de huevos- está completamente en línea con sus derechos democráticos”.
¿Sentará la sentencia un precedente legal? (...)

24 enero 2011

La frontera más porosa de Europa (El Periódico)

Andrés Mourenza Orestiada (Grecia) / Edirne (Turquía)
“Esta noche quieren acción”, comenta un policía del Frontex a un colega griego de la comisaría de Orestiada, a escasos kilómetros de Turquía. Una delegación de funcionarios europeos está de visita en la zona y quiere ver los resultados de la operación del cuerpo fronterizo de la UE, que mantiene 200 efectivos desplegados desde el pasado octubre para luchar contra la inmigración que penetra de manera ilegal desde Turquía a Grecia. “De acuerdo, yo me encargo”, responde el agente griego. Los turcos también se aplican: cuando la delegación inspecciona su puesto fronterizo, los soldados muestran 10 árabes capturados a primera hora de la mañana como si se tratara de trofeos de caza.
Durante el pasado año, los 206 kilómetros que separan Grecia de Turquía se convirtieron en los más porosos de Europa debido al incremento de la vigilancia en otras rutas migratorias como España, Italia y el Mar Egeo. El río Evros delimita la mayor parte de la frontera heleno-turca, pero existe una franja de 12,5 kilómetros sin accidentes naturales que frenen la entrada de inmigrantes y refugiados. “Por ahí es por donde pasa la mayoría. En 2010 detuvimos a 26.000 que cruzaron por esa zona y a otros 10.000 en el río”, explica un policía griego. A estos se añaden los 11.400 inmigrantes y 500 traficantes arrestados en la orilla turca.
Las temperaturas bajo cero que por estas fechas azotan la región o los malos tratos de los que las ONG acusan a la policía griega no asustan a los inmigrantes, pues llegan de lugares como Afganistán, Somalia o Bangladesh y ésta es la última etapa de su largo periplo. Escondidos, aguardan el amparo de la noche y de la densa niebla para tentar su suerte. Algunos pagan 1.500 dólares por un viaje organizado por los traficantes desde Estambul –a dos horas y media de viaje-, mientras que otros dan 100 a los agricultores turcos que les indican el camino más fácil para pasar al país vecino. Los que cruzan por el río llegan a pagar 500 dólares por botes hinchables con capacidad para cuatro personas en los que se apretujan entre 10 y 15 personas. De este modo, el pasado año murieron unas 80 personas ahogadas o ateridas de frío.
“Un día que nevaba me encontré con un numeroso grupo de africanos recién llegados. Había incluso una mujer con un bebé en brazos”, recalca Christos Farmakidis, del pueblo griego de Nea Vissa, cuyos vecinos recogen los botes usados por los inmigrantes para que sus hijos jueguen en las playas en verano. Muchos son los que avisan a la policía cuando avistan a los inmigrantes.
“Cuando los detenemos no ofrecen resistencia”, cuenta el policía griego. La mayoría de los inmigrantes se deshace de sus documentos por lo que es muy difícil su identificación. “Como los centros de acogida están repletos, los tenemos que soltar con la orden de abandonar el país en 30 días. Obviamente no lo hacen, sino que intentan ir al resto de la UE. Si son marroquíes van a España, porque allí tienen familia”, relata el agenta. En Turquía ocurre igual: “Sólo deportamos al 10% de los que detenemos, porque al resto o no lo podemos identificar o no hay autoridad a la que entregarlos, como es el caso de Somalia, Afganistán o Palestina”, afirma Gökhan Sözer, gobernador de Edirne. Así que son enviados de vuelta a Estambul, desde donde intentarán de nuevo volver a Grecia.
El gobierno de Atenas acusa a Turquía de incumplir los acuerdos de lucha contra la inmigración ilegal y los turcos echan en cara a los griegos que no saben defender su frontera. La realidad es que ni a uno ni a otro lado se ve demasiada actividad patrullera, ni siquiera del Frontex, a pesar de que los policías europeos sostiene que tras su despliegue se ha reducido en un 40 por ciento el número de inmigrantes que intenta pasar a Grecia.
“Aunque atrapes a los inmigrantes, intentarán escaparse. No son terroristas ni delincuentes, no puedes abrir fuego contra ellos. Solo podemos gritar que se detengan y espera que lo hagan”, se excusa el gobernador turco. Por eso, Grecia pretende cubrir los 12,5 kilómetros de frontera que no protege el río Evros con una valla de tres metros de altura al estilo de la que separa Ceuta de Marruecos. Algo que los expertos consideran inútil: los inmigrantes, simplemente, buscarán nuevas rutas. Aunque sean más peligrosas.

Las negociaciones con Irán: una vez más sin resultados

La nueva ronda de negociaciones entre Irán y la comunidad internacional sobre el controvertido programa nuclear de la República Islámica, que tuvieron lugar entre ayer y hoy en Estambul, concluyeron sin acuerdos ni avances concretos.

Ayer ya se evidenciaron las fuertes diferencias entre las partes, explicaron a Efe fuentes diplomáticas, debido a que Irán puso como condiciones que se levantasen las sanciones internacionales y se respetase su derecho a enriquecer uranio, algo que Estados Unidos consideró "inaceptable". Las conversaciones se prolongaron hasta la medianoche de ayer y continuaron en la mañana de hoy, lo que indicaba una relativa mejoría en el ambiente negociador que, sin embargo, no fue suficiente para la consecución de un acuerdo.

La responsable de Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea, Catherine Ashton, calificó los contactos mantenidos desde ayer como "constructivos", aunque no ocultó que estaba "decepcionada" por la falta de avances. Ashton destacó que el grupo 5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania) presentó propuestas concretas, pero lamentó que los iraníes no estén "preparados para llegar a un acuerdo", a no ser que se acepten sus condiciones, "lo que no es el caso".

Entre estas propuestas presentadas a la delegación iraní destaca un acuerdo para intercambiar combustible nuclear en términos parecidos al que se presentó en octubre de 2009, aunque revisados de acuerdo a la actual situación. La idea del intercambio, lanzada por el ex director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Mohamed El Baradei, preveía el envío de uranio iraní al exterior a cambio de recibir combustible para el reactor científico de Teherán, que produce isótopos con fines médicos. La propuesta fue finalmente rechaza por Irán debido a desavenencias internas del régimen. Con todo, este reactor de Teherán está desvinculado de la parte más polémica del programa nuclear iraní, pero el intercambio podría servir para crear un clima de confianza mutua con el fin de poder avanzar en la solución dialogada del contencioso.

Precisamente, el "diálogo" fue lo que centró la comparecencia ante los medios del jefe negociador iraní, Said Jalili. El representante iraní dijo que, a fin de conseguir un "buen diálogo", las potencias mundiales deberían "evitar precondiciones y sanciones", en referencia a las medidas de presión aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, además de por otras potencias occidentales, con EEUU a la cabeza.

Ashton, por su parte, aseguró que el grupo de las seis potencias permanecerá unido en la búsqueda de una solución, en base a las resoluciones del Consejo de Seguridad y del OIEA. Éstos exigen de Irán desde hace cinco años que suspenda las partes más delicadas de su programa nuclear para crear confianza y poder determinar si sus intenciones no son militares.

Jalili subrayó por activa y por pasiva la naturaleza "pacífica" del programa nuclear de su país y recordó que el Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP) garantiza a todos los países firmantes el derecho a enriquecer uranio para su uso civil. "La energía nuclear es una necesidad para las personas", afirmó el negociador, quien también es secretario general del poderoso Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán. Asimismo, pidió un "mayor equilibrio" dentro del TNP y que las naciones que actualmente poseen armas atómicas se comprometan a desarmarse, tal como lo prevé ese tratado. También cargó contra la ONU, alegando que no se deberían imponer sanciones a Irán si tampoco se le imponen a Israel, país que es sospechoso de haber desarrollado entre 60 y 200 cabezas nucleares.

Tras el nuevo fracaso en Estambul, no hay previstas nuevas rondas de contactos, reconoció Ashton al final de la reunión, aunque destacó que la comunidad internacional seguirá buscando una solución pacífica al contencioso nuclear con Irán. "Las líneas telefónicas permanecerán abiertas, las puertas están abiertas y esperamos una respuesta de Irán", aseveró.

18 enero 2011

El líder de la oposición acusa a Erdogan de llevar a Turquía al "fascismo" (EFE - El Universal)

En las últimas semanas las críticas contra el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, han arreciado, incluso entre la prensa afín a su gobierno debido al endurecimiento del acceso al alcohol y por sus críticas a una serie de televisión que muestra al sultán otomano Suleimán El Magnífico rodeado de concubinas de su harén y tomando alguna copa de más.

Dogan Tiliç

Ankara.- Kemal Kiliçdaroglu, líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP), la mayor formación de la oposición en Turquía, criticó con dureza a Erdogan, a quien acusa de llevar al país euro-asiático al "fascismo". En una entrevista con la Agencia EFE, el líder del CHP (laico, nacionalistas y socialdemócrata), afirmó que recientes decisiones, como el endurecimiento del acceso al alcohol, dan muestra de la "agenda secreta" del gobierno islamista moderado.

"A medida que consolidan su poder y van consiguiendo el control de las instituciones estatales, empiezan a hacer visible su agenda secreta. Después de la reforma constitucional han conseguido en gran medida el control de la judicatura y han empezado a interferir en el estilo de vida de la gente. Quieren cambiar el día a día de la gente. Es un gobierno que va a dirigir el país al fascismo paso a paso", afirmó Kiliçdaroglu.

En las últimas semanas las críticas contra Erdogan han arreciado, incluso entre la prensa afín, por el endurecimiento del acceso al alcohol, prohibido por el islam, y por sus críticas a una serie de televisión que mostraba al sultán otomano Suleimán "El magnífico" rodeado de concubinas de su harén y tomando alguna copa de más. Con la nueva regulación se imponen trabas a la venta de alcohol en bodas, recepciones y otros actos sociales. También se prohíbe la venta de alcohol en restaurantes cercanos a las autopistas y en locales donde estén presentes personas menores de 24 años. "Por supuesto que se debe de proteger a los más jóvenes de malos hábitos como la bebida y el tabaco. No estoy contra ello. Pero esto es algo diferente. Intentan controlar la vida social de las personas y las familias utilizando el pretexto del alcohol. Esto no tiene cabida en la democracia", aseguró.

"Fíjese en la actitud del primer ministro sobre el arte. Desea la destrucción de un monumento en Kars e impone restricciones sobre una serie de televisión. Un primer ministro no puede tener semejantes juicios de valor en una democracia. El arte y los artistas deben de gozar de libertad", agregó. En una reciente visita a Kars, capital de una provincia turca fronteriza con Armenia, Erdogan calificó de estéticamente "monstruosa" una escultura de 30 metros de altura en honor a la amistad turco-armenia y pidió al alcalde que la retirara antes de su próxima visita a la ciudad. El renombrado escultor turco Mehmet Aksoy, autor de la obra, dijo que la actitud del primer ministro era propia de "talibanes".

En el caso de la serie de Suleiman "El magnífico", a Erdogan no le gustó cómo se representaba al poderosos sultán, rodeado de lujos y placeres terrenales, por lo que dijo que se debía de proteger el buen nombre de las "figuras históricas".

Para las próximas elecciones parlamentarias previstas para el 12 de junio, el CHP espera obtener hasta el 37% de los votos para poder gobernar, incluso formando una coalición con otros partidos laicos. Kiliçdaroglu, a quien apodan el "Gandhi turco" por su parecido físico con el líder indio, ha conseguido desde su llegado al frente del CHP el pasado mayo aumentar entre un cinco y un diez por ciento el apoyo de su formación en las encuestas, hasta alrededor del 30%. Conocido por su lucha contra la corrupción y por su honestidad, su llegada a la cúpula del CHP hizo que por vez primera vez en nueve años su formación tenga esperanzas de vencer al partido de Erdogan, que gobierna Turquía desde 2002.

"Es lo que necesita el país. Necesitamos un segundo movimiento de liberación y la gente debe de apostar por un gobierno del CHP", afirmó subrayando su deseo de gobernar el país en solitario. "Las universidades están silenciadas. Hay alrededor de 50 periodistas en la cárcel. La gente tiene miedo de criticar al gobierno. Los periodistas tienen miedo de preguntar al primer ministro. Creo que nuestro amigos europeos empiezan a darse cuenta de todo esto", explicó sobre la necesidad del cambio.

Kiliçdaroglu se declara a favor de la Unión Europea (UE) y de los valores europeos, y sus modos, educado y discreto, distan mucho de la fogosidad de Erdogan, que sigue siendo después de ocho años en el poder el político más valorado. Otro aspecto en el que dice que se centrará es en la solución del conflicto kurdo, que desde principios de los ochenta ha costado la vida a 45.000 personas en los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Sin embargo, Kiliçdaroglu nunca ha pronunciado en público desde que fue elegido líder del CHP la palabra "kurdo". "Estoy en contra de hacer política sobre bases étnicas. Todo se debe de discutir y hablar, pero se deben de dejar de lado las armas. Por desgracia en este país nos hemos convertido prisioneros de algunas palabras. Pronunciar o no pronunciar determinadas palabras hacen la discusión y la solución imposibles. Y nosotros nos vamos a centrar en la solución", aseguró.

13 enero 2011

Chipre: el conflicto se enquista en la UE (La brújula)

La falta de soluciones puede estar sembrando de nuevo la semilla del conflicto. Durante el pasado mes de diciembre se produjeron varios feos incidentes. En Navidad, las autoridades de la autoproclamada República Turca del Norte de Chipre (RTNC) impidieron la celebración de una misa ortodoxa en una de las pocas aldeas del norte donde aún queda población griega. En el sur, organizaciones nacionalistas griegas agredieron a los seguidores turcochipriotas durante un partido de voleibol y también en un estadio de fútbol. En Limasol, tras un concierto conjunto greco-turco, los nacionalistas grecochipriotas atacaron con cuchillos a los cantantes turcochipriotas. LEER ARTÍCULO COMPLETO EN "LA BRÚJULA"

10 enero 2011

'Huevolución' en Turquía (El Periódico)

Andrés Mourenza
Estambul

Estos días, el huevo se ha convertido en debate de Estado en Turquía y no precisamente en el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales. Los programas de televisión, los diarios y los políticos no dejan de hablar de huevos. ¿Por qué?

Un fantasma de movilizaciones recorre las universidades europeas, de Londres a Roma, de París a Atenas. Los turcos no podían ser menos: protestan contra el seguimiento policial a los estudiantes (el Gobierno planea establecer enlaces policiales en los rectorados), la subida de tasas, la privatización de los comedores, los precios que alcanza la vida (la gasolina en Turquía casi ha llegado a los dos euros) y las políticas del Gobierno conservador de Recep Tayyip Erdogan.

Pero la gota que colmó el vaso fue la forma en que se reprimió una manifestación crítica con el primer ministro el pasado 5 de diciembre en Estambul. La policía no tuvo piedad, aporreó a todo estudiante que se encontró por delante y lanzó su habitual gas lacrimógeno, mucho más potente que el que se usa dentro de la Unión Europea (UE). A causa de los golpes, un joven acabó con el tabique nasal roto y una estudiante, embarazada de cinco meses, sufrió un aborto.

Los estudiantes no tardaron en vengarse. Tres días más tarde, Burhan Kuzu, parlamentario del partido de Erdogan, participaba en una conferencia en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Ankara junto a un representante de la oposición. Ambos fueron abucheados pero la peor parte se la llevó el diputado oficialista. En cuanto penetró en la sala, los estudiantes levantaron una pancarta en la que se leía Bienvenido al festival colectivo del huevo y de inmediato comenzó la lluvia de yemas y claras.

Aunque este año los ataques con huevos se han multiplicado, este incidente fue el más sonado: hasta 70 huevos cayeron sobre Kuzu, mientras sus guardaespaldas lo intentaban proteger con un escudo de paraguas como si se tratase de las legiones romanas de Asterix y Obélix.

«¡Descerebrados!», les respondió el diputado. «Si se hubiesen comido esos huevos en lugar de lanzármelos, hubiese sido mejor para sus cerebros», añadió. Al día siguiente, la Fiscalía decidió abrir una investigación contra lo que el diario progubernamental Yeni Safak calificaba de «Huevo-fascismo».

La costumbre española que más estupor causa en Turquía es la Tomatina de Buñol, que cada año retransmiten los canales turcos. Los turcos no pueden creer que nos lancemos comida solo por diversión. Así que por ahí atacaron los políticos: «Si sois tan pobres como decís -recriminó Erdogan-, ¿por qué gastáis el dinero en huevos para luego tirarlos?». Además dejó constancia de que muchos de los huevos lanzados eran de dos yemas, los más caros. «Mejor hubieseis hecho una tortilla».

Mucho más diplomático, el negociador del Gobierno turco con la UE, Egemen Bagis, quien ya recibió un huevazo en una ocasión, invitó a los estudiantes a preparar juntos el plato típico de los desayunos de los domingos, huevos con sucuk (un tipo de chorizo de vaca). «Yo pongo el sucuk», prometió.

«Estos estudiantes se parecen a la generación [turca] de 1968, pero no disponen de kalashnikov ni cócteles molotov, solo de huevos», comparaba un comentarista de la cadena NTV.

Los tertulianos favorables a Erdogan han instado a los sesentayochistas a que convenzan a la generación actual de estudiantes izquierdistas para que no lancen más huevos. Pero, a pesar de las críticas, lo cierto es que los nuevos métodos de protesta, sean zapatazos o huevazos, despiertan más simpatía que ira.

Nadie sabe cuáles serán sus consecuencias. Podría ocurrir como cuando el periodista iraquí Muntazer al Zaidi lanzó su zapato contra el entonces presidente de EEUU, George Bush, y una empresa turca se hartó de vender pares tras asegurar que eran de la misma marca.

Las hueverías deben estar frotándose las manos, aunque ahora el Gobierno discute si a los huevos se les debería prohibir el acceso a la universidad, como durante años se ha hecho con las estudiantes veladas. ¿Surrealista? Como dicen los turcos: «Burasi Türkiye» (Esto es Turquía).