Andrés Mourenza
Estambul
Ya no se trata de un goteo. La huida a Turquía de sirios que escapan de la represión del régimen de Bashar el Asad va camino de convertirse en una crisis humana. «Hay un significativo número de sirios que han cruzado la frontera hacia Turquía y esto es algo que nos preocupa enormemente», dijo ayer Antonio Guterres, el Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU.
Los medios de comunicación turcos informaban ayer por la mañana de que un millar de sirios habían llegado a Turquía durante la noche. El número de refugiados rondaba entonces los 1.600. A mediodía eran 1.877. Por la tarde, el Ministerio de Asuntos Exteriores turco elevaba el número a cerca de 2.500. Cada diez minutos, los minibuses turcos se acercan a la frontera entre los dos países para cargar a los sirios y transportarlos hasta los campos de refugiados.
La mayoría escapa con lo puesto, entrando al país vecino de manera ilegal, por entre los montes y los alambres de espino, para librarse de una muerte segura. «Yisr al Shogur está prácticamente vacía. Su habitantes no se iban a quedar sentados esperando a ser degollados como corderos», dijo Mohammad, uno de los escapados, a la agencia Reuters.
Testigos dentro de Siria informaron ayer de que 2.000 tropas de élite y 40 tanques han cercado esta localidad norteña de unos 50.000 habitantes, donde el lunes murieron asesinados 120 policías, presuntamente por haberse negado a disparar contra el pueblo. El Gobierno de Damasco ha avisado de que su respuesta a esta traición será «firme y enérgica» y, de hecho, ha encargado a Maher el Asad –hermano menor del presidente, jefe de la Guardia Republicana y conocido por ser una persona violenta e inestable– que dirija el asedio de Yisr al Shogur.
UN MILLAR DE MUERTOS / Los opositores al régimen aseguran que 42 civiles han sido abatidos por los militares en esa localidad. En total, más de un millar de personas han muerto y unas 10.000 han sido encarceladas en toda Siria desde que comenzaron las protestas contra el Gobierno baazista.
Turquía se prepara ya para una avalancha de refugiados aún mayor que la que llegó a Líbano (5.000 personas) las primeras semanas de protestas en Siria. Según la periodista turca Zeynep Gürcanli, el Ministerio de Exteriores turcos ya planeó hace un mes una posible crisis humana y reservó 20 millones de dólares para hacer frente a las necesidades de los refugiados. Y hay quienes hablan de preparativos para acoger a un millón y medio de sirios.
El Gobierno ha ordenado ampliar a cuatro el número de campos de refugiados y acondicionar las escuelas aprovechando las vacaciones estivales. También ha pedido que las provincias fronterizas se coordinen para absorber al creciente número de huidos y hagan recuento del número de camas de que podrían disponer en dependencias públicas. El Ejército turco ha reforzado su presencia en la frontera.
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