El presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Massoud Barzani, se reúne con el entonces presidente de EEUU, George W. Bush, en octubre de 2008. Foto: KurdishGlobe
ANDRÉS MOURENZA //
ESTAMBUL
El pasado 27 de octubre, la Asamblea Nacional del Kurdistán iraquí votó una ley a favor de la poligamia que permite a los hombres casarse con una segunda mujer en caso de que la primera sea estéril o tenga una enfermedad grave. La ley fue aprobada por solo un puñado de votos y enviada al presidente regional, quien debía dar su autorización definitiva. Pero Masud Barzani se encontró con una dura oposición de las asociaciones feministas y de algunas de las 29 diputadas del Parlamento kurdoiraquí (la ley autonómica establece que al menos una cuarta parte de los escaños están reservados a mujeres).
Barzani se enfrentó entonces a un duro dilema: por un lado no quería disgustar a sus aliados en Estados Unidos y Europa con una ley tan impopular para la opinión pública occidental, pero tampoco se podía oponer a la voluntad de su Parlamento tal y como dejó claro: "No puedo vetar la ley, porque todas las partes --el Gobierno, el Parlamento y los diputados-- llegaron a un acuerdo en la comisión que preparó la ley. Ahora, ¿cómo puedo oponerme? Sería vergonzoso". Al final, el presidente kurdo decidió aceptar la ley y procuró evitar que la noticia se filtrase a los medios extranjeros.
VARIAS LECTURAS
La formación mayoritaria en el Parlamento kurdo, el Partido Democrático del Kurdistán (PDK), que promovió esta ley, se defiende arguyendo que no se trata de una legalización de la poligamia, sino de que, gracias al nuevo texto, "se dificulta la poligamia". "En realidad lo que hemos aprobado es limitar la poligamia que permite la ley nacional de Irak, que incluye elementos de la sharia (ley islámica). No podemos prohibir la ley iraquí, pero hemos conseguido suavizarla", asegura Carlos Kurdi, representante del Gobierno kurdo en Madrid: "Las leyes del Kurdistán respecto a las mujeres son las más avanzadas de todo Irak".
Khaman Asaad, diputada de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), también considera la ley "un paso adelante" para las mujeres. No piensan eso las organizaciones feministas. "Es un error histórico. Consideramos al Parlamento y al Gobierno kurdos responsables de la violación de los derechos de las mujeres en la región a causa de estas leyes discriminatorias", denuncia la Organización para la Libertad de las Mujeres en Irak (OWFI), que cifra en 300 las mujeres asesinadas por hombres de su familia en el último medio año.
OPOSICIÓN FRONTAL
"Los crímenes de honor, la mutilación genital, los matrimonios forzosos, la intimidación de las mujeres para que se suiciden y la negación de los derechos civiles e individuales han caracterizado las dos últimas décadas", añade la OWFI.
"Las asociaciones de mujeres tienen razón al oponerse a la ley de la poligamia. Las diputadas del Parlamento kurdo trabajamos por un código familiar que nos reconozca a todos como ciudadanos sin diferenciar entre hombres y mujeres, pero el camino a recorrer es largo", opina Asaad.
Mientras tanto, Barzani media para lograr calmar los ánimos entre las feministas y los tradicionalistas. "Es cierto que el Corán permite la poligamia, pero establece la condición de que entre los cónyuges haya igualdad y justicia. Estamos en el siglo XXI. Debemos mostrar nuestro rostro más radiante al exterior y relajar nuestra conciencia", dijo el presidente a los diputados kurdos.
Las asociaciones de mujeres kurdas han anunciado que seguirán oponiéndose a la poligamia y convocando protestas.
1 comentario:
...mientras la religión domine la vida política y civil, las mujeres vamos de culo. En Irak y en todas partes.
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