Durante la pasada semana se detectaron los primeros casos humanos de la “gripe del pollo” en Turquía y tres hermanos de una misma familia fallecieron en Doğubeyazıt, en el este del país. Los afectados pertenecen en su mayoría a zonas rurales y a personas que han estado en prolongado contacto con aves.
El Gobierno turco ha alertado a la población y ha tomado medidas para evitar el contagio, como la compra de antivirales Tamiflu. En las zonas sospechosas de un posible contagio se están sacrificando las aves y se ha puesto a varias familias en cuarentena en las ciudades de Van y Doğubeyazıt, entre otras. Aunque también un granjero de Yalova (en la parte occidental de Turquía) ha sido ingresado en un hospital sospechoso de padecer la enfermedad. En muchas otras ciudades, tras exámenes médicos, se han descartado casos de gripe aviar.
Sin embargo uno de los problemas con los que se está encontrando el Gobierno turco en su lucha contra la enfermedad es la pobreza en las zonas rurales. El pasado viernes 6, el primer ministro turco Recep Tayyıp Erdoğan hizo un llamamiento a la población de las zonas rurales para que no escondiesen las aves de los controles sanitarios ya que el estado pagará a los afectados una indemnización por el sacrificio de los animales infectados. Sin embargo se han detectado casos en los que las familias recibían la indemnización pero ocultaban parte de sus gallinas. También resulta desesperanzador el caso de una familia del este que, tras comprar un pollo infectado -y llevarlo a Estambul- lo comieron y ahora se hallan en cuarentena en un hospital de la capital de Mármara.
A pesar de que la OMS recomienda el uso de Tamiflu para prevenir la gripe aviar en el contagio animal-humano, los científicos dudan de su eficacia en caso de los contagios humano-humano, según informa la web Portal Ciencia. Además cita un artículo de la revista Nature en el que se explicaba el caso de una niña vietnamita que presentó «resistencia parcial» al uso de dicho fármaco. También el boletín PR Newswire cita un informe de Informa Healthcare en el que se señala que la prevención, un rápido diagnóstico y las vacunaciones son el mejor remedio.
Otro de los antivirales recomendados es el Relenza (zanamivir), que se usa por inhalación dos veces al día y previene de los síntomas en las gripes de tipo A y B. Ha sido distribuido en el Reino Unido, aunque sin financiación pública, y cuesta 24 libras esterlinas (unos 36 euros). Este medicamento ha sido desarrollado por la multinacional farmaceútica estadounidense GlaxoSmithKline.
El miedo a una posible pandemia ha disparado las ventas por internet de estos medicamentos, que en la venta on-line han alcanzado precios astronómicos : 667 euros por una caja de 50 píldoras de Tamiflu, cuando en las farmacias europeas cuesta entre 30 y 40 euros, informa la web Portal Ciencia.
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