05 noviembre 2006

Otro juicio sin condena a una intelectual, pero esta vez kemalista de la vieja guardia

Muazzez Ilmiye Çig a la salida del juicio, el pasado día 1. (Foto: Congoplus)
El pasado miércoles 1 de noviembre un juzgado de Estambul exoneró a la arqueóloga Muazzez Ilmiye Çig y a su editor, Ismet Ögütücü, del cargo de "incitar al odio basándose en las diferencias religiosas" en un juicio que apenas duró media hora. El tribunal concluyó que no había ningún indicio que diese pie a tal acusación en el libro de la estudiosa turca Mis reacciones como ciudadana. Durante 2005 y 2006, varias decenas de escritores e intelectuales turcos -entre los que destacan Orhan Pamuk, Elif Safak y Hrant Dink- fueron llevados ante los tribunales por "insultar a la identidad turca" en base al artículo 301 del nuevo Código Penal Turco (TCK). Estos procesos -en su mayoría sin condena final- fueron seguidos muy de cerca por la Unión Europea, que reclama la suspensión del problemático artículo. Lo que diferencia este nuevo caso de los anteriores es que Çig, de 92 años y ferviente kemalista, no fue acusada en base a postulados nacionalistas -que ella misma defiende- sino por atentar contra el sentimiento religioso. Çig aseguró además que ella "no necesita el apoyo de la UE", según publica el diario The New Anatolian. Muazzez Ilmiye Çig nació en 1915 en Bursa y cursó sus estudios en el ambiente de las reformas emprendidas por la recién nacida Repúbica de Turquía, doctorándose en Sumeriología por la facultad de Lengua, Historia y Geografía de la Universidad de Ankara. Durante años investigó sobre este pueblo, del que se dice que es la primera gran civilización de la historia. Ha publicado más de una docena de libros sobre el tema, además de ayudar a descifrar unas 3.000 tablillas sumerias, y en el año 2000 la Universidad de Estambul le concedió el título de Doctor Honoris Causa. El año pasado la editorial Kaynak publicó un libro de Çig titulado Mis reacciones como ciudadana en el que la eminente arqueóloga y estudiosa de los sumerios afirmaba que el velo islámico era ya usado por las sacerdotisas de este pueblo para iniciar sexualmente a las jóvenes sumerias. Un abogado de Izmir se sintió ofendido por tales afirmaciones e inició una acusación contra Çig, lo que provocó que un fiscal de Estambul abriese un proceso contra ella y su editor. Çig provocó también la ira de los círculos islamistas tras escribir una dura carta a la esposa del primer ministro turco, Emine Erdogan. En ella le pedía que dejase de usar el velo en público porque resultaba "una mala influencia para las jóvenes turcas". "En su casa puede llevar lo que quiera, pero como mujer del primer ministro no puede llevar ni una cruz ni un velo en público", senteció en una entrevista al diario Vatan. "Soy hija de la revolución kemalista", declaró Çig a la salida del juicio a la cadena turca NTV. Aunque también matizó que con sus estudios sobre el velo no había querido insultar a nadie, publicó el rotativo Turkish Daily News. Lo que pone de relieve este juicio no es tanto la idoneidad o no de ciertas leyes turcas sino el papel que juegan habitualmente los fiscales turcos a la hora de interpretarlas. Como señalaba un reciente editorial de Yusuf Kanli en Turkish Daily News: "Este veredicto nos muestra [...] la necesidad de educar a nuestro poder judicial. [...] Se pone así de manifiesto otra vez que incluso con las leyes actuales sólo podremos ejercitar nuestra libertad de expresión sin terminar en prisión si tenemos unos jueces que compartan los valores de hoy en día".

2 comentarios:

ciberolive dijo...

Hombre, igua lo de la cartita a la mujer del presidente sobraba, y las formas de la señora no parecen muy ortodoxas, pero por lo demás... Aquí haces un estudio sobre cualquier cosa (y más si toca la religión) y se te echan al cuello, qué sensibilidades tan desarrolladas.

He leído estudios tan falsos y otros tan tontos que debería estar prohibido que se publiquen y contagien a quien lo lea del mal hacer o de la ignorancia del autor. Y éste de alguien cualificado, que probablemente hasta sea un poco plausible lo que afirma, se lleva a juicio.

Al final queda sin castigo, vale, pero ya te han puesto en duda. A ver si por lo menos le sirve de publicidad, que si no eres polémico no vendes un libro tampoco.

Estos temas me ponen a mil de la mala leche!!

Anónimo dijo...

Muy buenas.
Pues .. yo no veo tan mal la carta de la mujer. Es una opinion como otra, y por tanto respetable. Luego entrariamos en el tema de la libertad religiosa y de la figura de la mujer del primer ministro de un pais, asunto mas peliagudo ...
Lo que si me parece de chiste (y suerte que al juez tambien) es lo del atentado a los sentimientos religiosos por explicar un hecho historico como el uso del velo. En fin ...
En España no vamos a la zaga, o si no:
http://www.laicismo.org/p_documento.php?id=2156

Un saludo