02 diciembre 2008

La verdadera edad de Turquía

Hace unas semanas releí un divertidísimo artículo del escritor y comentarista Hernán Casciari que se titula "La verdadera edad de los países". En él, Casciari proponía que, para conocer la verdadera edad de un país habríamos de dividir su edad histórica entre 14 y así obtendríamos una cifra que nos permitiría compararlo con la edad de una persona y sus problemas.

Siguiendo esta divertida teoría, y visto que el escritor argentina no hace mención a Turquía, voy a intentar seguir el juego y conocer las relaciones de Turquía con los países de su entorno en base a esta curiosa comparación. Ahora bien, me he permitido una licencia: yo, la edad de Turquía y los países de su entorno, la he dividido entre 5; así pues, Turquía es ahora un muchachito de 17 años, tras su fundación-nacimiento en 1923. Incluyo algunas fechas entre corchetes para que no os perdáis.

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[1923-1938 / 0 a 3 años]

Turquía es el único hijo legítimo de un centenario viajero oriental, el Imperio Otomano, que, en una de sus correrías, dejó preñada a una muchacha balcánica. El padre murió en pleno embarazo del vástago y la madre, que no tenía dinero para mantenerlo, lo dejó abandonado en un canasto a las puertas de Europa.

Por aquel entonces, estaba de moda adoptar niños exóticos, igual que ahora, y se presentaron unos cuantos vecinos a reclamar al huérfano: Gran Bretaña, un señor distinguido y con levita que por la noche sef ollarba a la sirvienta negra; Francia, una mujer madura e independiente, de clase alta y una de las primeras con título universitario, que se había hecho republicana; Italia, un chavalín fogoso sediento de aventuras, y Grecia, hermanastra secreta de Turquía, que, con casi 19 añitos, comenzaba a sentir los llamados de un instinto materno prematuro ya que ninguno de los chicos de su barrio quería compromiso. Quizás por eso fue la más loca y la última que desistió en reclamar como suyo al recién nacido Turquía.

Todos los pretendientes a adoptar a Turquía comenzaron a tirar uno de cada extremidad hasta casi descuajeringar al pobre crío y de ahí le han quedado a Turquía algunos traumas, por lo que ahora, cada vez que alguien habla de adopción, a Turquía le entran calambres en los brazos

Al final, los pretendientes a padre-madre adoptivos se dieron cuenta de que el niño berreaba demasiado y desistieron de su intento y a Turquía se le asignó un tutor del estado, Mustafa Kemal Atatürk, un profesor estricto y sabio que bebía demasiado por la noche y al que se le escapaban, de vez en cuando, los pescozones. En el fondo, Atatürk era un viejo idealista así que, antes de dormir, leía a Turquía los clásicos de la Literatura Universal en su idioma original, aunque Turquía, que aún era bebé y vivía en el pueblo, hubiese preferido las nanas y los cuentos ya que no se enteraba de la mitad de lo que le contaba su tutor.

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[1938-1960 / 3 a 7 años y medio]

Cuando Turquía tenía sólo tres años, el tutor murió, así que estuvo un par de años vagando sólo por los campos y alimentándose de lo que encontraba. Se quedó raquítica. Eso hasta que alguien le sugirió que se marchase a la ciudad donde podría encontrar educación y un trabajo.

En realidad el único trabajo que consiguió Turquía fue el de lustrarle los zapatos a un turista americano, Estados Unidos, que venía de vez en cuando a darse un garbeo por la zona -lo dejaba todo hecho polvo- y tenía la vista puesta en unos terrenitos cerca del pueblo donde había nacido Turquía, esos a los que le dicen la finca de Oriente Medio.

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[1960-1983 / 8 a 12 años]

Nada más llegar a la ciudad, donde se tuvo que instalar en un barrio de la periferia, Turquía sufrió una leve pulmonía por quedarse a ver un desfile militar en un día de lluvia. Así que, cuando se presentó a un colegio privado con las recomendaciones del turista americano -al que le gustaba como el chavalín lustraba los zapatos-, los directores, que vieron enfermo al muchacho, se negaron a aceptarlo pues pensaron que tendrían que pagarle el cheque médico.

La pulmonía del día de la parada militar quedó mal curada y Turquía ha seguido teniendo brotes constantemente; el más grave cuando contaba con 11 años y medio, que lo dejó postrado en cama durante todo un curso, sin ir al colegio ni aprender nada, y le quitó las ganas de hacer deporte.

Un poco antes, Turquía comenzó a reivindicar una casita en la playa, Chipre, que le había dejado en herencia su padre y que, hasta entonces, administraba el señor inglés de la levita. Pero la hermanastra Grecia, hija del mismo padre aunque distinta madre, también exigía su derecho por loque ambos se enzarzaron en una agria disputa. Al final, los dos pasaron olímpicamente sobre la opinión del abogado y cada uno ocupó por la fuerza una parte del chalet.

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[1983- Actualidad / 12 a 17 años]

Tras recuperarse del último gran ataque de pulmonía, Turquía se propuso ponerse a estudiar en serio, pero entonces comenzó la edad del pavo y, ya se sabe, a esos años es muy difícil concentrarse. Por un lado, no paraba de mirarle las tetas a Alemania, una señora que aparentaba veinte años, pero que en realidad tenía el doble y para la que Turquía trabajaba haciéndole los recados. Hasta entonces nunca le había atraído.

Y por el otro, se juntó con los gamberros de su clase para putear a Kurdos, un niño morenito y descalzo que se crió en la calle y en el colegio pegaba los mocos debajo del pupitre de Turquía.

Turquía no dejó de cocer a collejas a Kurdos durante varios cursos y, el otro, que era más bajito, se las devolvía tirando piedras a las ventanas de su residencia de estudiantes durante la noche.

Además, para mal de su situación económica, Turquía se gastaba todo el dinero que ahorraba haciendo recados a Alemania en los billares y en cigarrillos que se fumaba a escondidas.

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[Actualidad / 17 años]

Ahora, Turquía está saliendo de la edad del pavo y no sabe muy bien qué hacer con su vida.

Aunque tuvo que repetir algunos cursos, al final el director del colegio público le escribió una mención por haber sacado buenas notas (en los últimos exámenes de septiembre) y a Turquía le apetece apuntarse a una universidad privada que llaman Unión Europea, tiene muy buen nombre pero nadie conoce bien su plan de estudios. Pero algunos de los catedráticos le hacen ascos a Turquía porque no es de buena familia. Y como a Turquía le joden los desplantes, está en la edad, aún no tiene decidido si se presentará al examen de ingreso.

Por otra parte le caen bien los estudiantes que han entrado a esa universidad con beca, España, Portugal e Italia, que son chicos de barrio como él, e incluso su hermanastra, Grecia, que también entró, le está intentando convencer de que se apunte a la universidad. Ahora se llevan bien después de una noche de borrachera con anís.

También hay un par de rubias pijas, Suecia y Finlandia, que al salir de clase, miran a Turquía pasearse a lo largo de la verja del campus y les gustaría que la dirección le permitiese entrar, porque, en realidad, se han aburrido de los jóvenes ricos en descapotable y lo que de verdad les da morbo es acostarse con chavales del proletariado. (España se acostó con una de las rubias pijas y luego se lo contó a sus amigotes; aún vive del cuento).

Pero luego están Alemania, que dejó de encargarle recados a Turquía cuando le pilló mirándole fijamente las tetas; Francia, que sigue siendo una mujer independiente y va de progre, pero en realidad es muy elitista; Austria, que es un viejo cascarrabias que se pasa la mitad del año enfurruñado en las montañas y vota a Falange; Chipre, los nuevos propietarios de la casita de la playa, a los que Turquía les dejó la propiedad hecha un asco y la mitad de arriba inhabitable… Todos estos no quieren saber nada de Turquía entrando en "su" universidad privada.

Una mitad del cerebro de Turquía piensa que nunca la aceptarán en la universidad y admira en secreto a su vecino macarra, Irán, cuando le saca la navaja a los países ricos, aunque sabe que nunca podrá ser como él. Más al sur viven unos compañeros de infancia que han puesto granjas y a los que a veces añora pero también sabe que sus vidas han tomado caminos diferentes. Además, aquello anda hecho un cisco porque el turista americano sigue pensando en los terrenitos de Oriente Medio y ha mandado a un par de gorilas de alquiler para que expulsen a los inquilinos.

A Turquía también le da mucho miedo terminar como los parientes de los Balcanes, ahora que ha hecho las paces con su hermanastra, y por eso cada vez que le quiere soltar un cachete a Kurdos, que aún sigue viniendo algunas noches a tirar piedras a su ventana, le pide permiso a los mayores.

De momento, Turquía ha abierto una tienda de ultramarinos y vende a todo el vecindario, aunque sólo le hace descuentos a unos tipos extraños que viven en Asia Central y a Azerbaiyán, pero ésto sólo por joder a Armenia, una vieja dama que tuvo un affaire con el padre, Imperio Otomano, que terminó en tragedia. Aún así, hace poco, Turquía y Armenia llegaron a un acuerdo para olvidar las rencillas porque a Armenia la pensión que le quedó de trabajar para Rusia es exigua y no le llega ni para pagar la calefacción. Y en el Cáucaso, en invierno, hace un frío que pela.

Rusia es otra que de vez en cuando le guiña un ojo a Turquía, pero éste no entiende de qué va el rollo porque Rusia habla un poco raro y se desconoce su edad, pues en los últimos años se ha hecho la cirugía varias veces. En realidad no sabe si es hombre o mujer, ni si quiere llevarlo a la cama o no, porque cada vez que va a su casa termina comprándole unos litros de ese gas que tiene tan bueno. Y Turquía piensa, bueno, quizás si a Rusia le sale bien el negocio me dé un puesto en su empresa.

Algunos familiares le aconsejan a Turquía que se haga soldado y carrera en el ejército y otros, que lo mejor es meterse al seminario. Turquía sabe que, en estos tiempos, son profesiones sin futuro y, como en el fondo sigue siendo un chico de pueblo que ha crecido en la periferia, lo que de verdad quiere es hacer dinero y presumir delante de las chavalas. Por eso seguirá intentando entrar en la universidad privada. Por mucho que le jodan las puyas de los pijos.

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Viñetas:

1) El padre de la actual Turquía, el Imperio Otomano, se informa a través de un anuncio callejero sobre los planes de reorganización del propio imperio ordenados por las grandes potencias (Cartoonstock.com)

2) Las grandes potencias planean repartirse al recién nacido, Turquía (Cartoonstock.com)

3) Turquía reclama sus derechos sobre Chipre, ante el administrador colonial británico (Lobbyforcyprus.org)

4) Turquía quiere entrar en el 'selecto' club de la UE ¡ay! pero la puerta tiene muchas llaves (Bojesen.eu)

5) Ahora Turquía tiene que pedir permiso -a los estadounidenses- cada vez que quiere soltarle un colleja a los kurdos, en este caso a los de Irak (thememriblog.org)

6) Los turistas de la UE no tienen problemas para veranear en Turquía, mientras tanto, el turco espera a las puertas de la UE (frazer.rice.edu)

5 comentarios:

Sin identidad dijo...

Jajaja, parece que has compartido el raki-anisete con Turquía y sus colegas mediterráneos. Qué bueno! me encanta la imagen de Rusia haciéndose la cirugia estética y del pobre Kurdos recibiendo collejas de aqui y de allá!
Además en la universidad privada se comenta que Turquía es un salvaje que no bendice la mesa!! dónde vamos a parar!!

Anónimo dijo...

Os turcos e os gregos andan de ouzos (ou rakis) ultimamente, a ver se non lles acaba por repugnar.

Diana dijo...

Buenísimo :)
Una forma estupenda de hacer un buen repaso histórico.

Diana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Haymet dijo...

me ha encantado tu blog, entre pagina y pagina, muy bueno manera de contar la historia!