La OTAN considera de momento "un éxito" su operación en Libia y asegura que "hace todo lo posible" por ayudar a los civiles en Misrata, la ciudad asediada desde hace semanas por las fuerzas leales al coronel Muammar el Gaddafi. "La muestra de que tenemos éxito es que Gaddafi ha cambiado de táctica y ahora está dispersando a sus fuerzas y escondiéndolas", aseguró hoy a Efe el oficial Mike Rafferty, jefe de Estrategia en el Cuartel General de la OTAN en Esmirna (Turquía), desde donde se diseña la operación "Protector Unificado" en Libia.
"Gaddafi ya no tiene la libertad de maniobras que tenía antes (de la intervención aliada) y, por tanto, estamos salvando vidas", agregó el militar británico. "Gaddafi estaba utilizando bombardeos aéreos contra la población e incluso bombas de racimo. Por tanto, las cosas han mejorado gracias a la intervención", dijo por su parte, Gregor Brehm, otro militar responsable del Equipo de Operaciones Aéreas de la OTAN. "Nuestro objetivo es que haya cero bajas civiles por día", precisó este oficial alemán.
Sin embargo, la OTAN ha sido duramente criticada por los rebeldes, quienes denuncian que ha abandonado a su suerte a la población de Misrata, a la que -según testigos consultados por Efe- Gaddafi está bombardeando incluso con artillería antiaérea. "El cambio de táctica de Gadafi nos hace más difícil detectar la artillería pesada que utiliza para atacar a los civiles", se justificó Rafferty, quien aseguró que la Alianza "está tratando de salvar a la gente de Misrata". "El problema es que, en este caso, estamos hablando de combates urbanos y, si atacas en esta situación, hay posibilidades de dañar a la misma población que quieres salvar", explicó.
En cambio, desde el bando pro-gubernamental denuncian que "civiles mueren cada día víctima de los bombardeos de la OTAN" y que se está destruyendo "infraestructura civil", según dijo el viceministro de Exteriores libio, Jaled Kalim, en declaraciones al semanario turco 'Aydinlik'. Los oficiales de la OTAN niegan este extremo y aseguran que las fuerzas de Gaddafi no están respetando las reglas de combate, puesto que utilizan escudos humanos para proteger su artillería pesada y la emplazan en "mezquitas, escuelas y hospitales". "Esto no quiere decir que logren así quedar completamente inmunes, pero significa que tardamos más tiempo en dilucidar cómo llevar a cabo el ataque", manifestó el jefe de Estrategia.
Los rebeldes heridos procedentes de Misrata que han sido evacuados a Turquía exigieron, en entrevista con Efe, que la OTAN y la comunidad internacional actúen de forma contundente contra las fuerzas del coronel Gaddafi. Por el momento, los cazas de la OTAN han realizado 3.148 misiones de reconocimiento y 1.311 de ataque, lo que, según la Alianza ha permitido "reducir la capacidad de Gadafi para dañar a los civiles". Con todo, Anthony Stroup, asesor político de la OTAN, reconoce que la situación en Misrata es "diferente" de la que se han encontrado en zonas desérticas, por lo que supone "un gran desafío" para la operación, "sobre todo desde el punto de vista de los daños colaterales".
Otro de los desafíos a los que se enfrenta la Alianza en Libia, apunta el coronel español Carlos Hernando, es el eventual aprovechamiento de la inestabilidad por parte de la red terrorista "Al Qaeda". "Sabemos por experiencia que los extremistas pueden sacar ventaja de la inestabilidad y trabajamos todo lo que podemos para evitar que esto ocurra", dijo Hernando. De hecho, diversas fuentes han apuntado a la presencia de combatientes salafistas en la zona controlada por los rebeldes libios, especialmente en Derna, tal y como denunciaba al inicio de la contienda el gobierno libio.
"Lo que están haciendo los servicios de inteligencia occidentales es enviar agentes a Bengasi para fabricar mentiras y reforzar la presencia de Al Qaeda", aseguró Kalim a la revista turca. Esta conexión puede resultar quizás exagerada, pero lo cierto es que, esta semana, Francia, Gran Bretaña e Italia anunciaron que enviarán enlaces militares a Libia para ayudar a los rebeldes en tareas logísticas. "Es una decisión de socios de la Alianza a nivel nacional que han interpretado que las resoluciones de la ONU les permiten hacerlo. Se trata de una decisión fuera de la OTAN, pero obviamente hay una coordinación a nivel político en Bruselas", dijo Stroup.
Sobre el posible final de la operación aliada, el asesor político dijo que "es imposible de predecir". En todo caso, garantizó que la OTAN "seguirá presionando" a Gaddafi para que cumpla los criterios indicados por la ONU: el fin de los ataques a civiles; la retirada del ejército a sus cuarteles y la apertura del país a la ayuda humanitaria. "Como dijo el secretario general de la OTAN, (Anders Fogh) Rasmussen, la operación militar no basta para solucionar esta crisis, es necesaria una solución política y diplomática. Nosotros somos sólo una parte del proceso", concluyó.
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