09 abril 2009

Entrevista con Jorge Sampaio, presidente de la Alianza de Civilizaciones

Jorge Sampaio (Lisboa, 1939) es un hombre tranquilo. Tan sólo se le perfila en el rostro un cierto mal humor contenido, que acompaña con resoplidos, cuando se le confronta a las críticas contra la Alianza de Civilizaciones, que considera injusta hacia un proyecto que ahora defiende a capa y espada.
Sampaio, de profesión abogado y educación ligeramente anglosajona, formó parte del Partido Socialista de Portugal (PS, socialdemócrata), por el que fue elegido diputado en 1979. En el parlamento, ocupó la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos y lideró el grupo parlamentario socialista. Fue alcalde de Lisboa entre 1989 y 1995, momento en el que se presentó como candidato a la presidencia de la República, que ganó y mantuvo hasta 2006. En abril de 2007 fue nombrado Alto Representante de las Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones.
---
Señor Sampaio, hay quienes acusan a la Alianza de Civilizaciones de ser un proyecto demasiado vago.
Los objetivos de la Alianza de Civilizaciones no son los mismos que los de una fábrica de coches, se trata de un proceso. El ideal de la alianza es por eso estimulante, ya que trata de reducir las divisiones entre las culturas y trata de las complejidades de este mundo.
Desde el forum de Madrid [2008] al de Estambul, las posibilidades se han incrementado, los actores son mayores, hay más miembros y, por tanto, hay mayor conciencia sobre la necesidad de algo que gestione la diversidad cultural como un pilar esencial de las relaciones internacionales. Y esto es un progreso respecto a la concepción tradicional de la diplomacia como una relación estado-estado.
Encuentro extraño que la gente, en general, haya tratado a menudo en las conferencias sobre la música, el arte y su influencia en diversos comportamientos y, de repente, a la Alianza de Civilizaciones, que es una excelente idea, se le exija que produzca la paz en un plazo de dos años. Es absurdo
Se trata de un proceso lento, porque hay que incluir a los estados, a los jóvenes, a las ONG, a las compañías, a las fundaciones, etc. y eso necesita tiempo.
---
Otra de las críticas que se le pueden hacer a la alianza es que utiliza el mismo esquema de dividir el mundo entre civilización occidental y musulmana, que preconizó Samuel Huntington y con el que supuestamente quieren acabar. ¿No es una contradicción?
Este es el esquema que estableció Huntignton y, de algún modo, estamos contra él, pero lo hemos terminado adoptando, aunque no por voluntad propia. Queremos ir más allá, porque no tiene sentido utilizar un esquema que parte de una hipótesis de confrontación. Pero, para eso, tenemos que trabajar mucho, también para que esta hipótesis no se convierta en realidad, porque si no trabajamos sí que podría ocurrir que se transformase en real.
---
Dentro de la lista de países amigos de la Alianza de Civilizaciones hay bastantes que son constantemente acusados de violar los derechos de sus minorías culturales y religiosas, ¿es está una buena carta de presentación de la alianza?
Ese comentario se podría aplicar a todos los países de la ONU. La democracia no es un automóvil bien hecho que viene ya preparado, sino un proceso con altibajos. Y éste es el precio que se tiene que pagar por un proceso de este tipo.
La alianza es un proceso y esperamos influir en el desarrollo democrático de diversos países. El hecho de que la educación y los medios de comunicación puedan tener influencia sobre su desarrollo nos da esperanza.
Por ejemplo, respecto al proceso de Paz de Oriente Próximo, si se continúa negociando como hasta ahora, te arriesgas a que en seis meses haya más dificultades o más problemas. Hay que cambiar el modo de negociar.
---
¿Qué opina de la participación del secretario general in péctore de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, y del cierto interés mostrado por el presidente de EEUU, Barack Obama, en este segundo foro de la Alianza de Civilizaciones?
El hecho de que la administración en EEUU haya cambiado, ha levantado mucha expectación. Sobre la participación del señor Rasmussen, hay que señalar que ya tenía previsto venir a Turquía antes de ser designado nuevo secretario general.
---
Pero... Rasmussen es el jefe de una alianza militar. ¿Qué opinión le merece su comentario de que la OTAN está interesada en la Alianza de Civilizaciones?
[Rasmussen] es un civil, por tanto su presencia es normal, otra cosa es que se hubiese presentado el comandante militar de la OTAN. Veamos que hace en el futuro. Estamos deseando escuchar cuáles son sus proyectos futuros como secretario general de la OTAN.
---
Durante su discurso inaugural, alertó sobre el peligro que puede suponer la crisis económica mundial en las relaciones entre culturas, ¿cuál será el papel de la Alianza de Civilizaciones en este contexto de crisis?
La Alianza de Civilizaciones es el guardián de un marco referencial que se debe mantener durante la crisis: mirar a la diversidad de una forma positiva. No podemos estar siempre hablando de activos tóxicos y quiebras bancarias. Es cierto que son temas importantes, pero hay que retomar las discusiones sobre la educación, la sanidad, la malaria, etc. y tenemos que actuar para reducir los potenciales conflictos religiosos y culturales si queremos que no haya una colisión social.

No hay comentarios: