Una macro-operación contra organizaciones armadas “de extrema izquierda y separatistas” en Estambul se saldó ayer con la muerte de tres personas, una de ellas un presunto terrorista, y siete heridos.
El dispositivo policial había comenzado sin mayores problemas en la noche del domingo con el registro de 60 supuestos pisos francos y la detención de unas 40 personas, según datos del Ministerio del Interior, pero, hacia las 5.30 de la madrugada (una hora menos en España) un miembro de un grupo armado llamado Cuartel Revolucionario se hizo fuerte en un piso del barrio de clase media-alta de Bostanci, en la zona asiática de Estambul.
“No me rendiré, lucharé, tengo suficientes granadas y munición”, comunicó el militante, que, según la policía, respondía al nombre de Orhan Yilmazkaya y era un integrante de la cúpula de la organización. Yilmazkaya comenzó a disparar y lanzar granadas a los equipos de la Unidad de Lucha Antiterrorista, que habían puesto cerco al edificio con ayuda de tanquetas, y mató a uno de ellos y a un joven del barrio. También resultaron heridos otros seis agentes y un periodista. El tiroteo finalizó hacia el mediodía, cuando la policía logró abatir al militante ultraizquierdista.
A Cuartel Revolucionario, que supuestamente recibe ayuda logística del grupo armado kurdo PKK y recientemente se unió a la organización ultraizquierdista DHKP/C, se le atribuyen los atentados contra Comandancia del Primer Ejército de Tierra y la sede provincial del Partido de la Justicia y el Desarrollo (en el gobierno) ambos ocurridos en Estambul durante 2008 y en los que resultaron heridas 8 personas.
Esta organización está ligada al complejo entramado de grupos de extrema izquierda nacidos del movimiento Camino Revolucionario (Dev-Yol) al calor de la década de 1970 que, con el paso de los años, se han hecho más violentos y han perdido adeptos (muchos de sus miembros se integraron en la vida política pacífica). Es más, las investigaciones sobre la red golpista Ergenekon han revelado que algunos de estos grupos fueron utilizados en la guerra sucia de los años noventa por las fuerzas de seguridad turcas en beneficio del estado turco.
Por otra parte, en una operación antiterrorista diferente que también tuvo lugar ayer, 117 supuestos militantes de las organizaciones islamistas Vasat, Hezbolá turco y AFID/ICCB fueron detenidos en doce provincias de Turquía.
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