Rüstü Reçber, el segundo portero de la selección turca, fue ayer uno de los artífices de la increíble victoria de Turquía ante Croacia al parar el cuarto penalti del conjunto ajedrezado, que dio el pase a las semifinales a la escuadra que dirige Fatih Terim.
También fue culpa suya el gol de Croacia a falta de un minuto para el final de la prórroga cuando tras un choque en el área del turco Hakan Balta y el croata Srna, Rüstü salió de su portería a buscar la pelota.
Modric fue mucho más rápido y colgó un balón que Klasnic remató de cabeza a puerta vacía.
Pero, quizás, sin ese gol Turquía no hubiese hecho lo que viene haciendo desde su segundo partido -remontar partidos imposibles- y el gol de Semih en el último instante del tiempo de descuento de la prórroga no hubiese inyectado ánimos a los turcos y desmoralizado completamente a los croatas.
Quizás de haberse llegado a los penaltis con 120 minutos de 0-0 éstos hubiesen resultado más igualados. Puras carambolas del destino.
Durante todo el partido, la afición turca, reunida en los bares y cafés de todo el país, no ahorró críticas al ex barcelonista Rüstü, que sustituía al seguro meta Volkan Demirel expulsado en el encuentro con la República Checa por un feo empujón a Köller.
"¡¿A dónde vas Rüstü?!" gritaban los seguidores turcos al televisor cada vez que el portero salía a destiempo y creaba ocasiones para Croacia. No había más remedio que contener la respiración en cada ataque y aferrarse al alivio de los cigarrillos o de pasar las cuentas del rosario musulmán, que durante los partidos de Turquía no es extraño compatibilizar con una buena dosis de cerveza.
Pero igual que ocurrió en la eliminatoria de cuartos de final de la Liga de Campeones entre el Fenerbahçe y el Sevilla en la que Volkan hizo dos 'cantadas' pero se resarció parando otros tantos penaltis, Rüstü terminó convertido en héroe durante los tiros desde los 11 metros.
Rüstü, como la actual selección de Turquía, es un portero impredecible: tras una primera mitad de la temporada lesionado, reapareció en la segunda y gracias a sus seguras actuaciones llevó al Besiktas al liderato de la Superliga turca y fue nombrado por el diario 'Milliyet' uno de los mejores porteros del momento.
Pero a falta de pocos partidos, él y su equipo se hundieron y apenas consiguieron rescatar una tercera posición en el último partido del campeonato.
En 1991 todos se sorprendieron cuando el actual seleccionador nacional de Turquía, Fatih Terim, señaló al tercer portero de un débil equipo como el Antalyaspor (de la segunda división) y dijo: "Algún día será el mejor portero turco de todos los tiempos".
El joven futbolista, de 18 años, se llamaba Rüstü Reçber.
Sin embargo, pronto comenzó su irregular carrera debido a las lesiones y poco antes de fichar por uno de los grandes del fútbol turco, el Besiktas, sufrió un grave accidente de tráfico que suspendió su traspaso.
Pero el Fenerbahçe accedió a comprar al jugador y durante sus 10 años en el club de Estambul se convirtió en uno de los mejores porteros de Turquía.
El clímax de su actuación llegó durante el Mundial de Fútbol de Corea y Japón en 2002, cuando fue elegido el segundo mejor portero del campeonato tras finalizar tercera la selección turca.
Fue entonces cuando el FC Barcelona puso su atención en el guardameta turco y el recién elegido presidente culé, Joan Laporta, lo fichó como una gran estrella para su nuevo proyecto.
Pero en la ciudad condal comenzó el declive de Rüstü y en los tan sólo seis partidos que disputó de azulgrana mostró una pobre actuación, por lo que dejó paso al joven Víctor Valdés.
De vuelta a Turquía, Rüstü volvió a sufrir lesiones y también se vio desplazado de la meta del Fenerbahçe y la selección de Turquía por otro joven portero, Volkan Demirel, por lo que al inicio de la presente temporada decidió fichar por el Besiktas.
Si la UEFA decide el próximo lunes desestimar el recurso interpuesto por la Federación de Fútbol de Turquía contra la sanción de dos partidos a Volkan, Rüstü volverá a defender la portería turca en la semifinal contra Alemania y el público turco quizás vuelva a sufrir con sus errores o a alegrarse de sus paradas en el último momento.
Porque la experiencia de Rüstü, que con sus 35 años es el 'abuelo' de la selección turca, también es una de sus ventajas. Como dice el refrán: "Más sabe el diablo por viejo que por diablo"
01 julio 2008
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