ANDRÉS MOURENZA
ESTAMBUL
El acuerdo alcanzado por Turquía y Armenia este fin de semana para establecer relaciones diplomáticas tras un siglo de tensión chocaron ayer con duras críticas por parte de los nacionalistas de los respectivos países y las protestas de Azerbaiyán, aliado de Ankara pero enfrentado a Ereván a causa de la invasión armenia de Alto Karabaj y las provincias azerís circundantes.
«La normalización de las relaciones de Turquía con Armenia mientras continúe la ocupación armenia va contra los intereses nacionales de Azerbaiyán y puede dañar nuestras relaciones con Turquía», amenazó el Ministerio de Exteriores azerí en un comunicado. «Se trata de un paso importante», defendió por su lado el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y añadió que la firma de los protocolos puede abrir la puerta a una amplia cooperación entre las empresas de ambos países.
APERTURA DE FRONTERA / De hecho, a los gobiernos de Armenia y Turquía les han llovido las felicitaciones internacionales, incluida la del Gobierno español. Sin embargo, Erdogan avisó de que si Bakú y Ereván no solucionan sus diferencias, la apertura de la frontera turco-armenia será improbable».
El ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, ya avisó de que la aprobación de los protocolos en el Parlamento turco será difícil si no se avanza en la solución del conflicto de Alto Karabaj. Davutoglu recordó que podría repetirse la situación del 2003, cuando el Gobierno de Erdogan hizo votar al Parlamento turco un permiso para que las tropas estadounidenses usasen suelo turco en su invasión de Irak. Entonces, los diputados islamistas moderados votaron en contra de lo indicado por su líder, haciendo fracasar la propuesta.
En Armenia las cosas no están mejor y la oposición al presidente, Serj Sarkisian, ha criticado el acuerdo con Turquía, lo que ha obligado al mandatario a publicar una carta en la que afirma que establecer «relaciones con Turquía no significa cuestionar el genocidio armenio», que Ankara niega haber cometido.
RECHAZO AL PROTOCOLO / Los armenios de Alto Karabaj han asegurado que no reconocen los protocolos firmados por el Gobierno de Sarkisian con Turquía y que de ningún modo abandonarán la zona.
«(En estos años), ni el mundo ha cambiado, ni tampoco lo ha hecho el turco», dice una armenia de Nagorno-Karabaj en una carta publicada en el diario armenio Hetq: «La paz y el renacimiento de Armenia sólo serán posibles si las puertas de nuestro país son fuertemente defendidas por el poder de nuestros hombres, en el nombre de la vida y del honor. Ni una pulgada de nuestra tierra debe ser entregada al enemigo».
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