Miembros del PKK el pasado noviembre en las montañas Kandil (Irak), donde el grupo armado mantiene su base central (foto: Andrés Mourenza)
El líder histórico del grupo armado Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), Abdullah Öcalan, anunció hoy que da vía libre a los rebeldes kurdos para actuar si no se mejoran sus condiciones en la isla-prisión de Imrali, donde cumple cadena perpetua.
Según informó hoy la agencia de noticias pro-kurda Firat, Öcalan no se encuentra bien en la nueva prisión a la que fue transferido a finales del 2009 y en la que, por primera vez en una década, tiene la compañía de otros cinco presos. "En el exterior de mi celda funciona a todas horas un generador que hace mucho ruido, lo que me provoca muchas molestias. La ventilación es mala, apenas puedo dormir", se quejó a través de sus abogados. Además, Öcalan denunció que no se respeta el tiempo que tiene disponible para hablar con sus abogados, ni se permite a los presos hablar kurdo.
El líder del PKK acusa al gobierno del islamista moderado, Recep Tayyip Erdogan, falta de voluntad para solucionar el conflicto kurdo a pesar de su anuncio de la llamada "iniciativa democrática", un paquete de medidas destinadas a poner fin a 25 años de un conflicto que se ha cobrado más de 40.000 vidas.
En un mensaje emitido hoy Öcalan advierte de que no dará órdenes al PKK a partir de los meses de febrero y marzo. "No pediré que luchen ni que lleguen a un acuerdo de paz. No doy instrucciones. Que ellos mismos tomen las decisiones", agregó.Los medios de comunicación turco interpretan el anuncio como un 'vía libre' al grupo armado para que retome sus atentados tras un año de tregua unilateral.
Sin embargo, las nuevas directrices de Öcalan también podrían ser interpretadas como una actitud defensiva ante la pérdida de control sobre el grupo que él mismo fundó. Según fuentes del espionaje de Turquía y Siria, el PKK está dividido entre los militantes más radicales, los llamados 'sirios' y los denominados 'turcos', partidarios de llegar a algún tipo de acuerdo de paz con Ankara.
Algunos comandantes del PKK leales a Öcalan reconocieron en noviembre pasado en declaraciones a Efe en el norte de Irak que no son capaces de controlar la actuación de ciertos militantes, puesto que el ejército turco no suspende sus ofensivas militares.Este hecho se puso de manifiesto cuando varios miembros del PKK atacaron en diciembre pasado una patrulla militar matando a siete soldados en la provincia de Tokat (norte de Turquía). El ataque se produjo la misma semana que la Corte Constitucional debía decidir sobre la ilegalización del Partido de la Sociedad Democrática (DTP) por supuestos lazos con el PKK, considerado una organización terrorista por Turquía, la UE y EEUU.La dirección del PKK en el norte de Irak reconoció, posteriormente, la autoría del atentado pero afirmó que se trataba de un grupo que organizó el ataque sin seguir órdenes del comando central.
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