01 marzo 2010

Erdogan endurece el pulso con los militares con 18 arrestos más (El Periódico)

ANDRÉS MOURENZA
ESTAMBUL

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, lanzó ayer un duro mensaje contra «aquellos que conspiran en secreto», refiriéndose a los militares detenidos bajo acusaciones de golpismo en los últimos días. «Que sepan que no podrán escapar [de la justicia]», aseveró en un encuentro con miembros de su partido.

La reunión del jueves entre el primer ministro, el presidente de la República y el jefe del Estado Mayor parecía haber instaurado una tregua momentánea en las tensas relaciones entre el Gobierno islamista moderado y el Ejército y, de hecho, ese mismo día fueron liberados tras prestar declaración tres de los principales generales presuntamente implicados en el plan de golpe de Estado. Sin embargo, las detenciones continuaron ayer. La policía arrestó a 18 militares, casi todos en activo, por su supuesta implicación en el plan Balyoz (Mazo) bajo la acusación de haber preparado un plan de atentados en dos mezquitas de Estambul en el 2003. Con estas nuevas detenciones, el número de militares apresados se eleva a 67, de los que 31 han sido enviados a prisión provisional.

EL ‘GOLPE POSMODERNO’ / Por otra parte, ayer se completó el interrogatorio judicial de los generales Engin Alan, excomandante de las Fuerzas Especiales, y Çetin Dogan, exjefe del Primer Ejército de Tierra. Alan fue quien dirigió en 1999 la captura de Abdulá Öcalan, líder del grupo armado kurdo PKK, y estuvo presuntamente implicado en un intento de golpe de Estado en Azerbaiyán patrocinado por Ankara a mediados de los 90. Dogan, por su parte, fue uno de los directores del golpe posmoderno del 28 de febrero de 1997, una intervención militar que desalojó del Gobierno al islamista Necmettin Erbakan y llevó a varios miembros de su partido a la cárcel, entre ellos el actual primer ministro Erdogan.

«Se qué el proceso es doloroso, pero es por el bien de los 72 millones de personas [que viven en Turquía]. Los acontecimientos de hoy están liberando la conciencia de la gente», afirmó Erdogan. Luego, en un mensaje televisado, dijo que su Gobierno trabaja por una Turquía «plenamente democrática y libre de cualquier tutela de la oligarquía». «Turquía no dará un paso atrás en su búsqueda de una democracia moderna, libre, desarrollada y luminosa», añadió.

El líder de la oposición nacionalista y laica, Deniz Baykal, acusó en cambio al Gobierno de llevar a cabo un proceso judicial similar al que patrocinaron las grandes potencias al final de la Primera Guerra Mundial y que desembocó en el desmembramiento del Imperio otomano. «Entonces se puso a la población en contra de honorables patriotas. Igual que se pretende ahora», aseguró. Otros partidos han exigido la convocatoria de elecciones anticipadas, algo a lo que se ha negado el Gobierno. De todas formas, las últimas encuestas indican que, aunque perdiendo cierto apoyo, el Partido de la Justicia y el Desarrollo conserva una sólida mayoría.

«PRIMER MINISTRO BARRIOBAJERO» / En otro caso que refleja las malas relaciones entre el Ejecutivo y el Ejército, Erdogan anunció que demandará a los oficiales de un base naval que utilizaban como santo y seña la frase «primer ministro barriobajero», en alusión al origen humilde del líder turco.

Pero, mientras todos los medios de comunicación están volcados en los escándalos que salpican al Ejército, el Gobierno está aprovechando para tantear la posibilidad de llevar a cabo una reforma en el poder judicial, que continúa siendo su opositor más activo. La reforma del aparato judicial ha sido exigida durante largo tiempo por la Unión Europea, pero los partidos de la oposición temen que Erdogan ponga bajo su control a la magistratura.

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