La naturaleza y la miseria volvieron a aliarse ayer contra los más desamparados, esta vez en el empobrecido este de Turquía. A las 4:32 de la mañana (una hora menos en España), la tierra tembló bajo las aldeas de la provincia de Elazig durante un minuto y los techos se derrumbaron sobre los vecinos sin que apenas les diera tiempo a despertar. En total murieron 51 personas y decenas resultaron heridas.
El epicentro del seísmo, de 6.0 grados en la escala Richter, fue un grupo de pueblecitos situados en una zona de montaña, a más de 1.000 metros de altura, pero el temblor pudo sentirse también en la capital de la provincia, donde provocó la rotura de ventanas, y varias provincias vecinas.
En las aldeas más afectadas, dedicadas a la ganadería de subsistencia, la mayoría de las casas dañadas eran en su mayoría de adobe y piedras por lo que no resistieron el embate: “No fue el terremoto, fue el adobe”, denunciaron las televisiones turcas. “Habíamos avisado de que Elazig es una zona de fuerte actividad sísmica y que todas las viviendas deben tener ciertas condiciones de seguridad. Pero ni los habitantes ni las autoridades nos tomaron en serio”, explicó Naci Görür, experto de la Universidad Técnica de Estambul y natural de Elazig.
A media tarde el gobierno turco anunció que se habían dado por concluídas las tareas de rescate y ya nadie quedaba bajo los escombros. Entonces, la Media Luna Roja instaló tiendas de campaña para proteger a las decenas de damnificados de las inclemencias del frío clima de la zona. Nadie se atrevía a regresar a sus hogares por miedo a las réplicas, de las que se registraon más de cuarenta a lo largo del día, incluyendo tres por encima de los cinco grados. En otras tres provincias turcas, cada una en un extremo del país, se registraron terremotos de entre 3 y 4 grados.
Turquía está situada entre las fallas Norte y Este de Anatolia y la placa tectónica del Mar Egeo y registra unos 2.000 temblores al año. En 1999, un terremoto de 7,4 grados en las cercanías de Estambul, provocó la muerte de 17.000 personas. El terremoto de Chile, que a pesar de ser mucho más potente sólo provocó 700 muertos, ha servido para expolear las críticas al gobierno pues se teme que, sino se refuerzan las construcciones, un seísmo en Estambul podría provocar la muerte de 150.000 personas.
2 comentarios:
Hola Andrés.
Es lo que faltaba, que hubiera 150 mil muertos en Turquía, y quedara a la altura de Haití.
Esto de Elazig (que por cierto, es una ciudad bonita y desarrollada) ha sido un aviso, y no se por que pero tengo la corazonada de que antes de que acabe 2010 va a haber un terremoto potente en la región de Marmara.
Ojalá no ocurra esa casualidad, pero veo como van sucediendose terremotos que persiguen cada vez mas de cerca a Estambul.
Las placas se tienen que reajustar por todas partes..
Lamento este acontecimiento de la naturaleza en Elazing, tengo un interés muy especial por Turquía aunque no conozco tampoco pierdo la esperanza de conocer algún día.
Me estero precisamente leyendo esta página, por los noticieros de mi país no se escuchó absolutamente nada. Falta un poco mas de cubrimiento.
Esperemos que las capas tectónicas se ajuste de aquí en adelante despacito, ya que ante un fenómeno natural no podemos hacer mayor cosa.
Gracias Andrés,
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