21 julio 2010

El ministro de exteriores turco se reúne con Hamas, Al Sadr, Líbano y Siria (EFE - ABC)

El ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglu, ha mantenido contactos en los últimos días con Hamás para pedirle que contribuya a la reconciliación con el resto de grupos palestinos, especialmente con el movimiento Al Fatah, fundado por Yaser Arafat, informó hoy la agencia de noticias estatal turca Anadolu.

El jefe de la diplomacia turca se reunió ayer en Damasco con Jalid Mashal, jefe del buró político de Hamás y representante del movimiento islamista en Siria, un político con el que Ankara mantiene buenas relaciones. Tras la victoria electoral de Hamás en las elecciones legislativas de 2006 y el enfrentamiento con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) dirigida por Al Fatah en 2007, los territorios palestinos han permanecido divididos en la Franja de Gaza, controlada por los islamistas y bloqueada por Israel, y Cisjordania, donde ejercer el control el grupo laico.

Diversos países, especialmente Qatar y Egipto, han tratado de mediar entre los grupos palestinos enfrentados, aunque Davutoglu, que hasta el pasado año era consejero de política exterior del primer ministro turco, también ha colaborado.

Por otro lado, Davutoglu, que hoy está en Kabul, mantuvo otros importantes encuentros en Damasco en los dos últimos días para tratar de contribuir a la estabilidad en Oriente Próximo.

El ministro turco se reunió con Muqtada Al Sadr, clérigo radical chií y líder del Ejército de Al Mahdi, bien relacionado con Teherán y Hizbulá, y que se opone tanto al anterior régimen de Sadam Husein como a la ocupación estadounidense de Irak y a la actuación de Al Qaeda en el país árabe. Al Sadr comparte con Ankara los temores a que los choques interétnicos y religiosos en el centro y sur del país y la creciente riqueza del norte kurdo, lleven a una desintegración de Irak.

El contenido de la reunión entre Davutoglu y Al Sadr versó, según Anadolu, sobre la formación del gobierno en Irak, pues las elecciones del pasado marzo en ese país no arrojaron un claro vencedor. Los suníes decidieron no boicotear las elecciones como habían hecho anteriormente en protesta por la ocupación de Estados Unidos y votaron mayoritariamente por el Movimiento Nacional Iraquí, del laico Ayad Allawi, que consiguió 91 escaños. Los chiíes, mayoritarios en Irak, concurrieron divididos a las elecciones entre las listas de la Coalición Estado y Ley, del hasta ahora primer ministro Nuri Al Maliki (89 escaños), y la Alianza Nacional Iraquí del islamista chií Ibrahim Al Jaafari (70 escaños). Tampoco los kurdos del norte, que la anterior legislatura habían sido socios de gobierno de Al Maliki, concurrieron con una sola lista, con lo que su peso se ha visto reducido en el Parlamento. Las negociaciones para la formación de Gobierno se han prolongado durante meses sin llegar a un acuerdo y Davutoglu ha instado a Al Sadr a que use su influencia para lograr un compromiso.

Finalmente, Davutoglu se reunió con el presidente sirio, Bashar Al Asad, y el primer ministro libanés, Saad Hariri, para tratar la pacificación entre las diversas facciones del país de los cedros. Según declaró este mes a EFE una fuente del Gobierno turco, Ankara prevé "fuertes tensiones" en Líbano durante el próximo otoño, cuando la ONU desvele el resultado de la investigación sobre el asesinato en 2005 del ex primer ministro Rafik Hariri, padre del actual jefe de gobierno.

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