10 julio 2010

Turquía sopesa lanzar un ataque en Irak contra las bases del PKK (EFE - Globovisión)

Andrés Mourenza
(versión ampliada del texto preparado para la Agencia EFE)
Turquía no está dispuesta a consentir la presencia del grupo armado kurdo PKK en Irak, desde cuyas bases lanza continuos ataques en territorio turco, y sopesa llevar a cabo una ofensiva en el país vecino, como ya hiciera en febrero de 2008, según diversas fuentes consultadas por Efe.
"Turquía da sus últimos avisos a Irak. Si Irak no hace nada habrá un ataque a las bases del PKK", afirmó en una entrevista con Efe el profesor Mesut Hakki Casim, experto en terrorismo y ex oficial de las Fuerzas Aéreas. También una fuente del Gobierno, que solicitó el anonimato, reconoció, en declaraciones a Efe, que "todas las opciones están sobre la mesa. Si el Gobierno, junto al Ejército, decide que así sea, habrá una operación militar".
En los últimos dos meses, se han incrementado los combates entre el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y las fuerzas de seguridad, con más de 300 víctimas mortales (60 militares y 246 rebeldes kurdos), según cifras oficiales turcas. "Se han acabado las palabras", dijo el lunes pasado el jefe del Estado Mayor, Ilker Basbug, al denunciar que "el norte de Irak es lugar seguro" para el PKK y exigir al Gobierno iraquí actuar contra ese grupo armado.
"No debería sorprendernos que en el plazo de unas semanas, quizás en uno o dos meses, Turquía realice una operación militar dentro de Irak", escribió el analista del diario "Radikal" Murat Yetkin.
Ankara estudia no sólo una posible operación contra las bases fronterizas del PKK, como ya hiciese en 2008, sino también contra el mando central en las montañas Kandil, cien kilómetros al interior de Irak, que sería atacado conjuntamente por las Fuerzas Aéreas y las Fuerzas Especiales del Ejército, según el profesor Casim. El ejército turco ya ha designado un equipo especial destinado a capturar a los principales líderes del PKK en activo: Murat Karayilan, Cemil Bayik y Fehman Hüseyin.
"Ningún país puede convertirse en el campamento de un grupo terrorista que dirige sus ataques al país vecino", avisó el ministro del Interior, Besir Atalay.
Pero la presión no parece hacer mella en Bagdad y las fuerzas armadas iraquíes no actuarán contra el PKK. El portavoz del Gobierno iraquí, Ali Al Dabbagh, instó recientemente a Ankara a solucionar sus problemas dentro del marco del llamado "mecanismo tripartito", que conforman representantes de EEUU, Turquía e Irak. "Para que el problema se resuelva por vías apropiadas se debe seguir buscando una solución (al conflicto kurdo)", dijo Al Dabbagh. De hecho, quien tiene el control real de la región autónoma del Kurdistán iraquí son los 'peshmerga' kurdos y no el Ejército iraquí.
El Consejo de Seguridad Nacional turco decidió el 24 de junio plantear tres opciones a Irak y a Estados Unidos. Según Fikret Bila, un analista conocido por su estrecha relación con el Estado Mayor, esas opciones serían: que Irak neutralice por su cuenta a los militantes del PKK en su territorio; que lo haga junto a EEUU y Turquía o que dé permiso para que el ejército turco se encargue de ello. Se trata de la misma estrategia utilizada en 1998 para forzar a que el Gobierno sirio dejase de dar cobijo al líder histórico del PKK, Abdullah Öcalan, hoy encarcelado a perpetuidad en una prisión turca.

Para el profesor Casim, el PKK se encuentra actualmente en un estado de “colapso” y para evitar más defecciones ha iniciado una nueva ofensiva militar, aprovechando que Turquía pasa por una situación difícil a nivel exterior, además de haber fracasado la llamada “iniciativa kurda” del gobierno de Erdogan, destinada a poner fin a dicho conflicto. Nuevas estimaciones de los servicios secretos turcos reducen el número de milicianos del PKK: si hace unos años se creía que su número era de 7.000 miembros, ahora se calcula en 1.500 militantes activos en el interior de Turquía y otros 2.500 en el exterior, especialmente en el norte de Irak.

Su finaciación proviene, principalmente, del tráfico de estupefacientes en Europa, especialmente en Francia y Alemania. Sin embargo, Casim se pregunta de dónde le llega al PKK el armamento pesado que utiliza. Si en el pasado Siria o incluso Rusia daban apoyo al grupo kurdo pero actualmente han dejado de hacerlo, ahora hay quienes especulan con una posible ayuda indirecta de Israel y Estados Unidos. Esta conexión se debería al supuesto apoyo de ambos gobiernos al PJAK, una organización hermana del PKK que actúa en Irán, y que estaría siendo utilizada para desestabilizar al regímen de la República Islámica, según ha llegado a afirmar Osman Öcalan, hermano del líder histórico del PKK. “Es cierto que los sectores más nacionalistas de Israel apoyan la creación de un estado kurdo independiente en contra de los árabes, pero saben que apoyar al PKK podría volverse en su contra”, afirma Casim.

Lo que subraya Ankara es que el PKK ya no es sólo un problema interno sino una organización terrorista internacional, por lo que exigen a la UE y EEUU, que ya reconocen al grupo como terrorista, que actúen contra los rebeldes kurdos y sus fuentes de financiación. “Nosotros combatimos a Al Qaeda y los talibán en Afganistán, por tanto, siguiendo los pactos de la OTAN, EEUU debería ayudarnos a nosotros contra el PKK. Además, como poder ocupante en Irak, tiene la obligación, según la ley internacional, de actuar contra un grupo que utiliza su suelo para atacar un país vecino”, añade Casim.

En febrero de 2008, tras varios meses de amenazas y bombardeos aéreos a las posiciones del PKK en Irak, cientos de soldados turcos penetraron en territorio iraquí durante ocho días para acabar con las bases del grupo kurdo próximas a la frontera.

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