¿Cómo es posible poner en alerta a varios servicios secretos turcos en cuatro días? Ésta es la pregunta que me hago mientras me acomodo en el autobús de vuelta a Estambul. Durante unos días me he desplazado a Edirne, junto a la frontera greco-turca, con los fotógrafos Álvaro Deprit y Alessandro Penso para continuar investigando la la situación de los migrantes y refugiados que tratan de penetrar de manera clandestina en la Unión Europea y las redes de tráfico de personas que actúan en la zona (un tema del que El Periódico ya ha publicado los siguientes reportajes 1 y 2). Sin embargo, la presión de la policía secreta, los servicios secretos de la Gendarmería y el ejército nos ha impedido profundizar todo lo que hubiéramos querido en nuestra investigación.
Ya desde el primer día anduvieron pisándonos los talones...
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