El europarlamentario liberal belga Louis Michel, excomisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, reconoció hoy en rueda de prensa que hay "una cierta fatiga" entre los donantes de la Unión Europea, la entidad política que, con 60.000 millones de euros, lidera la ayuda al desarrollo en todo el mundo. Sin embargo, consideró que sería "catastrófico" que se dejase de financiar a los países más pobres ya que, según dijo, muchos sectores, por ejemplo las escuelas, funcionan gracias a esas donaciones.
El profesor británico Richard Jolly, ex alto cargo de UNICEF y también miembro del Grupo de Eminencias, señaló con preocupación el hecho de que los países más industrializados no hayan enviado representantes de alto nivel a la IVª Conferencia de la ONU sobre los LDC, que se celebra esta semana en Estambul. "Ello indica la falta de solidaridad global", afirmó.
Jolly también recordó que "la globalización ha provocado una mayor marginalización de los LDC" y que, desde que empezó a utilizarse esta denominación en 1971, "se ha incrementado la brecha" entre los países ricos y pobres, no sólo desde el punto de vista económico, sino también respecto a los llamados indicadores humanos, como el acceso a la salud, la educación y la nutrición. El vicegobernador del Banco de Uganda, Louis Kaskende, coincidió en este análisis, subrayando que, a pesar de la celebración hasta ahora de tres conferencias sobre los LDC (1981, 1990 y 2001), continúan los "factores de vulnerabilidad" de estos países, que ahora se ven severamente afectados por la crisis económica y el cambio climático.
El grupo de los LDC está formado por 33 países africanos, 9 asiáticos, 5 oceánicos y 1 americano (Haití), que presentan el menor índice de desarrollo humano del planeta. A pesar de que su población suma 885 millones de personas (el 13% mundial), sólo se reparten el 1% de la riqueza total y tres de cada cuatro de sus habitantes vive con menos de 2 dólares al día. Su economía es escasamente productiva y dependiente de la exportación de unas pocas materias primas, lo que les hace extremadamente vulnerables a los cambios de precios en los mercados internacionales.
Pero estos países no son sólo pobres, sino que además sufren conflictos bélicos y son el origen del 60 % de los refugiados de los últimos años. Ocho de las 15 misiones internacionales de la ONU están desplegadas en estos países Además, como la mayoría de los LDC (excepto Afganistán, Bután, Nepal y Lesotho) se encuentran en áreas tropicales, la incidencia de enfermedades es mucho mayor, lo que tiene trágicas consecuencias debido al difícil acceso a la sanidad.
Para poner fin a esta situación, las "eminencias" de la ONU han preparado un informe que, entre otras cosas, recomienda elevar la ayuda a los LDC al 0,15% de la Renta Nacional Bruta (RNB) de los países desarrollados para 2013 y al 0,2% para 2015. Además, los expertos se mostraron partidarios de canalizar la ayuda directamente a las partidas presupuestarias de los países receptores pues, según dijo Michel, de esta manera el control es "más estricto" que si se envía "a miles de proyectos concretos". Por otro lado, recomendaron que se condone totalmente la deuda externa de los LDC para 2015 y que se exima de aranceles y cuotas a todos los productos exportados por estos países.
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