Andrés Mourenza
Modificar las actuales condiciones del Espacio Schengen y volver a las antiguas fronteras entre los Estados de la Unión Europea, aunque sea de forma temporal -tal y como han solicitado los Gobiernos de Francia e Italia por la llegada de inmigrantes norafricanos- sería "un paso muy hacia atrás". Así lo afirmó hoy el ex Alto Representante para Política Exterior de la Unión Europea (UE), Javier Solana, en la presentación de un informe del Consejo de Europa (CoE) sobre la integración de minorías e inmigrantes en el Viejo Continente. "(Los acuerdos de Schengen) fueron muy difíciles de negociar. Por tanto, creo que no debemos cambiar nada. En mi opinión, no tenemos que ir hacia atrás", dijo Solana.
"Cerrar las fronteras de nuevo y modificar Schengen por 20.000 tunecinos o menos es un claro ejemplo de que Europa no está sana", criticó la ex comisaria europea de Sanidad, Emma Bonino, también miembro del Grupo de Sabios que ha redactado el informe. La ex comisaria europea recordó que, durante las guerras de la ex Yugoslavia, los Estados europeos recibieron a cientos de miles de refugiados y "no hubo tanta tragedia". Las lamentaciones que se oyen estos días de políticos europeos son "una muestra de que estamos yendo hacia atrás", añadió.
El informe presentado hoy y titulado "Viviendo juntos: combinar diversidad y libertad en la Europa del siglo XXI", fue encargado por la presidencia turca del CoE, que concluye mañana. En ese informe se presentan diversas medidas para favorecer la integración que mañana serán debatidas por el pleno ministerial del grupo paneuropeo. Bonino explicó que debido al progresivo envejecimiento de la población europea, sólo en la UE se necesitarán 30 millones de inmigrantes para mantener el equilibrio poblacional. "Europa necesita a los inmigrantes", dijo Bonino e instó a los líderes políticos europeos a ser "responsables" y ofrecer a sus ciudadanos el "cuadro completo" de la situación, abandonando los discursos xenófobos y contrarios a la inmigración.
Algunas de las medidas propuestas -que explicó la académica turca Ayse Kadioglu- pasan por otorgar participación política a "todos los residentes de Europa", sin importar su origen, y combatir "el discurso del odio". "Somos críticos con la asimilación y también con la creación de sociedades paralelas (guetos). Queremos una vía del medio", añadió. Según Bonino, "este asunto es tan importante que no se puede dejar solo a los políticos", por lo que explicó que se enviará el informe para su debate a los representantes de la sociedad civil, los sindicatos y los empresarios.
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