Versión ampliada del artículo aparecido en El Periódico el día 3 de mayo
----
Andrés Mourenza
Estambul
Igual que los dictadores de Oriente Medio, en los últimos años Osama Bin Laden se había convertido en una figura más del tablero mundial. Como encarnación absoluta del mal, ofrecía a los occidentales un símbolo seguro contra el que luchar. Ahora, igual que ha ocurrido con la progresiva caída de los primeros –los dictadores- víctima de las revueltas árabes, sin el líder de Al Qaeda se abre un periodo de incertidumbre en el gran Oriente Medio, aunque también de esperanzas.
Por tanto, es lógico hacer la pregunta que planteó ayer Irán ¿abandonará Estados Unidos la región ahora que ya ha logrado su objetivo de matar a Bin Laden? “EEUU y sus aliados no tienen más excusas para desplegar sus fuerzas en Oriente Medio bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast: “Esta muerte prueba que no era necesaria una guerra a gran escala para encargarse de una sola persona”. El presidente afgano, Hamid Karzai, acogió la muerte de Bin Laden de forma parecida: “Si las tropas internacionales son verdaderos aliados de los afganos, ahora deberían darse cuenta de que matar mujeres, niños y ancianos diariamente no era una buena idea”.
El gobierno de Kabul recibió con júbilo la noticia de la muerte de Bin Laden, pues esto demuestra que no era Afganistán el “paraíso de los terroristas” sino el vecino Pakistán, a pesar de que los miembros de Al Qaeda en Afganistán han jurado tomar represalias. También se mostró satisfecho el país que dirige Mahmud Ahmadineyad, que por shií es enemigo de Al Qaeda y ya hace 10 años planteó la posibilidad de cooperar con EEEUU en la lucha contra la red terrorista, cosa que George W. Bush rechazó.
En Indonesia, el país musulmán de mayor población y donde Al Qaeda ha golpeado varias veces, el gobierno felicitó a EEUU: “No se podía permitir que siguiese con vida, pues estaba extendiendo una peligrosa ideología por todo el mundo”, dijo un representante de la agencia antiterrorista. En Arabia Saudí, patria de Bin Laden, reinó la cautela pues es un secreto a voces que los saudíes han jugado a dos bandas: cooperando con EEUU en su “Guerra contra el Terrorismo” a la vez que financiaban grupos armados wahabíes.
Las autoridades de Somalia, un estado fallido con una presencia activa de Al Shabab, milicia que juró lealtad a Osama bin Laden, celebraron la muerte. El primer ministro somalí, Mohamed Abdulhani Farmajo, calificó al líder de Al Qaeda de «hombre ávido de masacre». Un portavoz iraquí dijo que el suceso era un «gran golpe para los miembros de Al Qaeda en Irak».
La mayor sorpresa llegó desde los territorios palestinos, donde la Autoridad Nacional Palestina consideró la noticia “buena para la causa pacifista”, pero, en cambio, Hamas condenó “el asesinato de un santo guerrero árabe”. Según algunos analistas este hecho tendría que ver con el intento de calmar a grupos salafistas que se han infiltrado en los últimos años en la Franja de Gaza y consideran a Hamas demasiado moderada.
Tel Aviv -que obviamente aplaudió la muerte de Bin Laden- puso en estado de alarma a su Ejército en la frontera con Líbano “ante posibles acciones militares tras la muerte del jefe de Al Qaeda”. Sin embargo, esto suena más bien a excusa ya que Israel y el grupo shií libanés Hezbollah llevan tiempo calentando motores para un nuevo asalto, que podría acelerarse por la inestable situación en Siria.
Aunque es muy pronto para saber qué efecto tendrá sobre Al Qaeda la muerte de Bin Laden, podría repercutir positivamente en las revueltas pro-democracia ya que muchos autócratas de Oriente Medio ya no podrán justificar sus regímenes basándose en la amenaza del terrorista saudí.
Con todo, la especificidad de la red, invita a no cantar victoria tan temprano pues, como afirmó un analista turco a la cadena NTV, “Al Qaeda no es una organización jerarquizada” y sus células en diferentes partes del mundo podrán seguir actuando autónomamente, como las diversas cabezas de la hidra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario